Beneficios del aloe vera

Para comprender las propiedades de la sábila o aloe vera es importante conocer lo que aporta a nuestro cuerpo. Esta planta contiene vitamina A, diversos nutrientes del complejo B como B1, B2, B3, B6 o B12, vitamina C y E, así como ácido fólico, calcio, hierro o cobre. Contiene 22 aminoácidos de los cuales 8 son esenciales para nuestro cuerpo, además de aportar nutrientes que favorecen la eliminación de grasa del cuerpo, el control de las alergias o la reducción de la inflamación.

Se trata de una planta muy potente que se utiliza especialmente a nivel tópico pero cuya pulpa también puede ser ingerida, aunque con precaución y sin emplearla durante demasiado tiempo, pues contiene compuestos laxantes que pueden generar grandes molestias.

Esta planta, muy resistente a las altas temperatura y la falta de agua, contiene todos sus beneficios en la pulpa o gel, por lo que para aprovecharlos se debe cortar la penca de aloe, abrirla y extraer la pulpa. Si no se pretende usar la penca entera, entonces se debe guardar en el congelador la parte que no se utilizará, empleándola de preferencia en los días siguientes para garantizar todas sus propiedades.

No se recomienda ingerir o usar la hoja entera ni tampoco consumir o utilizar el acíbar de aloe también conocido como aloína, es decir el látex de color amarillo que se encuentra entre la piel de las pencas y la pulpa, pues es un poderoso laxante que puede causar muchas molestias abdominales. Además, para garantizar los beneficios de esta planta, la sábila debe ser adulta y contar con al menos 3 años.

Uno de los beneficios del aloe vera más conocidos a nivel tópico es su capacidad de favorecer la cicatrización y recuperación de la piel, esto se debe a su variedad de nutrientes entre los que destacan la vitamina C y E, imprescindibles para la salud de nuestra piel. El gel o pulpa de esta planta es muy usado para tratar quemaduras y lesiones leves, ayudando a que la dermis se recupere efectivamente e impulsando su regeneración.

Este mismo aporte nutricional marca la diferencia cuando se trata de hidratación, es por ello que la sábila es muy usada como ingrediente y complemento para mejorar la hidratación y apariencia de la piel y cabello, ayudando además a combatir el envejecimiento prematuro de la piel debido a su contenido de antioxidantes y vitamina E.

En la piel, puede usarse para:

• Aliviar las molestias causadas por la depilación o el sol.
• Combatir la aparición de arrugas.
• Proteger la dermis contra los rayos solares.
• Disimular la presencia de estrías.

Debido a sus propiedades antihistamínicas, antiiflamatorias e hidratantes, el aloe vera es un excelente aliado para el tratamiento natural de alergias en la piel, eccemas, rozaduras, irritaciones y picadas de insecto. Se trata de una solución natural que puede aplicarse directamente en la piel, a modo de loción, para conseguir los mejores beneficios.

Es muy importante tener claro que en algunas personas el aloe vera puede causar reacciones alérgicas. Quienes cuentan con alergia a la cebolla, el ajo o los tulipanes deben comprobar previamente cómo reacciona la piel al gel de esta planta, pues suele haber un vínculo entre estos alérgenos y una reacción negativa a la sábila.

Las hemorroides son una molesta condición que puede dificultar no solo la evacuación sino también tareas tan simples como pasar mucho tiempo sentados o realizar determinadas actividades físicas. Sin embargo el aloe vera es un excelente remedio natural para las hemorroides tanto internas como externas.

En el caso de las internas se recomienda ingerir un trozo de pulpa de aloe en ayunas, que debido a sus ligeros efectos laxantes y su poder cicatrizante y antiiflamatorio, ayudará a aliviar las molestias de esta condición. Para las externas, con el ano previamente limpio, se puede aplicar 2 veces al día gel de aloe en la zona, aliviando la inflamación, picor y escozor de forma notable.

Una excelente forma de combatir la caspa es aplicando directamente sobre el cuero cabelludo, a modo de mascarilla, la pulpa de aloe vera. Deja actuar durante 20 minutos y luego enjuaga, repite a diario hasta que el problema mejore.

Del mismo modo puedes aplicar la pulpa para controlar la presencia de grasa en el cuero cabelludo, tratamiento que debe emplearse 3 veces por semana. La mezcla de un poco de tu acondicionador habitual con este ingrediente puede ser el aliado perfecto para hacer una mascarilla hidratante potente, que podrás aplicar en tu pelo una vez a la semana durante 20 minutos.

Uno de los beneficios del aloe vera es su capacidad de mejorar la circulación sanguínea y la apariencia de la piel, por eso se le considera un excelente aliado para disminuir las varices y las arañas vasculares aplicando directamente el gel en la zona afectada 2 veces al día.

Usado como una loción en todas las piernas puede ayudar también a disminuir el cansancio de las mismas y favorecer que la sangre circule mejor.

La sábila es perfecta para controlar la presencia de grasa en la piel, pero además aporta nutrientes que permiten luchar contra la proliferación de bacterias al tiempo que favorecen la cicatrización de la piel. Todas estas razones hacen que la pulpa de aloe, directamente aplicada sobre la zona con acné previamente limpia 2 veces al día, pueda convertirse en un excelente aliado natural para controlar este problema.

Debido a sus propiedades antiiflamatorias, una excelente forma de usar el aloe vera es aplicando su pulpa directamente en aquellas zonas en las que presentamos dolor articular o molestias musculares. La sábila ayuda a disminuir los síntomas de condiciones como la artritis, la artrosis, los esguinces y las torceduras.

Puedes aplicarlo en el área afectada entre 2 y 3 veces al día.

Entre los beneficios del aloe vera destacan sus propiedades para tratar diversas condiciones y trastornos gástricos, pues esta planta ayuda a regular la acidez estomacal, a sanar úlceras internas, a desinflamar y también a combatir el estreñimiento debido a sus ligeras propiedades laxantes. Por estos motivos es muy empleado en el tratamiento de:

• Úlceras gástricas.
• Acidez.
• Síndrome del intestino irritable.
• Enfermedad de Crohn.
• Estreñimiento.
• Indigestión.

Es importante destacar que solo se debe consumir un trozo de pulpa de sábila preferiblemente en ayunas, siempre sin el acíbar o látex amarillo, lo que se puede repetir también al final del día. Si tras algunos días de ingesta se observan reacciones adversas como dolores estomacales, diarrea abundante o molestias gástricas se recomienda suspender el tratamiento. Algunas personas muestran una mayor sensibilidad al aloe cuando se ingiere.

La sábila también es empleada para el tratamiento natural de:

• El hespes labial, aplicando la pulpa en la zona afectada 3 veces al día.
• El tratamiento de los hongos en los pies, se aplica la pulpa en el área 3 veces al día.
• El dolor de garganta, se debe mezclar la pulpa con agua tibia batiendo hasta formar un líquido que permita la realización de gárgaras 4 veces al día.
• El tratamiento de dolores lumbares y musculares frotando la zona afectada con la pulpa.

El aloe vera es una planta cuyo uso externo no tiene toxicidad, por lo que salvo en casos de alergia a la planta, no existen efectos secundarios demostrados en su uso. Como contraindicación no se recomienda usarlo en quemaduras de tercer grado, que deben ser atendidas por un profesional médico, ni tampoco en heridas muy profundas.

El acíbar de aloe o látex, también conocido como aloína, sí cuenta con diversos efectos, y es que debido a su poder laxante puede ocasionar dolor gástrico, diarrea y molestias a los pacientes que lo ingieren. El látex de aloe o los productos que lo contengan deben evitarse en casos de:

• Embarazo y lactancia.
• Pacientes con úlceras, colitis ulcerosa, intestino irritable o enfermedad de Crohn, pues pueden resultar altamente laxantes y aumentar las molestias.
• Niños menores de 12 años.
• Por sus efectos reduciendo los niveles de glucosa, tampoco se recomienda a diabéticos sin consultar previamente al médico.
• Ingerir medicación anticoagulante o estar próximos a una intervención quirúrgica.
• Pacientes con insuficiencia cardíaca o renal.

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