Causas del dolor de testículos

Como mostraremos a continuación, el dolor de testículos puede estar causado por múltiples factores y condiciones, desde lesiones simples hasta afecciones de mayor gravedad que sí requieren una atención médica inmediata. Es por ello que es muy importante saber en qué circunstancias concretas un dolor testicular debe convertirse en motivo de consulta médica urgente, y deber ser en los siguientes casos:

• El dolor que se percibe es muy intenso o súbito.
• Si el dolor persiste después de una hora de haber tenido una lesión o traumatismo en la zona.
• El dolor aparece acompañado de otros síntomas como náuseas, vómitos, fiebre o sangre en la orina.
• Se palpa una especie de protuberancia o bulto en los testículos.
• Los testículos están sensibles al tacto o enrojecidos.

Los testículos son órganos con una extrema sensibilidad debido a su anatomía y cualquier golpe o lesión menor puede provocar molestias y una gran incomodidad. De hecho, los traumatismos son la principal causa del dolor de testículos, ya sean derivados de un pequeño golpe, una lesión deportiva, agresiones como patadas o accidentes de mayor gravedad.

En la mayoría de casos, el dolor que se experimenta después de un traumatismo es bastante fuerte pero es de carácter temporal y desaparece de forma progresiva al cabo de unos minutos. Sin embargo, en aquellos casos de traumas graves y de gran intensidad pueden surgir, como consecuencia, otras lesiones y moretones en la zona, e incluso ocasionar la rotura del testículo, lo que requerirá de una intervención quirúrgica inmediata.

La torsión testicular hace referencia a un defecto en la fijación del testículo en el sacro escrotal; y es que el cordón espermático (el que sostiene los testículos en el escroto) se tuerce impidiendo el flujo del esperma y que el torrente sanguíneo llegue al propio testículo.

Esta condición puede surgir de forma espontánea o en consecuencia de un golpe, aunque también se trata de un problema más común en recién nacidos o en niños de entre 12 y 17 años. Provoca un dolor intenso en el testículo además de otros síntomas como hinchazón escrotal, náuseas o vómitos y mareos. En la mayoría de casos es necesaria la cirugía para destorsionar el testículo y fijarlo en la posición adecuada.

La epididimitis es la inflamación del conducto que conecta el testículo con los vasos deferentes, llamado epidídimo. Es un problema frecuente en hombres sexualmente activos y suele estar ocasionado por la propagación de una infección bacteriana que tiene su inicio en otras partes como la próstata, la vejiga o la uretra. Normalmente, la causa principal de su padecimiento son enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea.

Los hombres que tienen epididimitis pueden presentar un dolor agudo de testículo y una sensación de pesadez en el mismo, además de síntomas como dolores al orinar o durante la eyaculación, sangre en el semen, molestias en la pelvis y fiebre. Será necesario un tratamiento antibiótico prescrito por el médico para acabar con la infección causante de dicha inflamación.

Otra de las principales causas responsables del dolor testicular es la orquitis, que es la hinchazón o inflamación de los testículos. Generalmente, está causada por una infección viral siendo las paperas la más común; aunque también puede ser una complicación de la epididimitis y estar ocasionada por enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea.

Esta condición se manifiesta mediante dolores en el testículo, secreciones del pene, sangre en el esperma, dolores al mantener relaciones sexual o durante la eyaculación, inflamación del escroto, fiebre, entre otros. Para tratarla, se pueden requerir medicamentos antibióticos en caso de infección bacteriana, antiinflamatorios o analgésicos.

El varicocele es la dilatación de las venas del cordón espermático, lo cual sucede cuando las válvulas existentes dentro de las mismas impiden que el flujo sanguíneo circule de forma adecuada. Esto provoca un aumento del volumen y la presión de las venas de la zona, lo que conlleva el padecimiento de dolores testiculares, inflamación testicular, sensación de pesadez y atrofia en el caso de que el tamaño del testículo se vea reducido y no pueda desempeñar su función con normalidad.

En muchos casos, se trata de una condición que no ocasiona síntomas y que es de carácter benigno en inofensivo, pero en aquellos más graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica o un tratamiento alternativo denominado embolización del varicocele.

El dolor de testículo también puede ser debido a la acumulación de líquido en el saco escrotal, lo que se denomina médicamente como hidrocele. Es algo común en recién nacidos que normalmente desaparece al cabo de unos meses, aunque también puede estar causado por una hernia inguinal, una acumulación de líquido alrededor del testículo o la inflamación testicular o del epidídimo.

Su principal síntoma es la hinchazón testicular y solo requiere de tratamiento cuando ocasionan dolores, infecciones o son consecuencia de una hernia inguinal, pues en este último caso será necesaria la cirugía de manera inmediata.

Además de las anteriores, otras posibles causas del dolor de testículo, aunque no tan habituales, son las que detallamos a continuación:

• Hernia inguinal: ocurre cuando una parte de las vísceras abdominales sobresalen hacia el exterior debido a una perforación de la pared abdominal. Esta condición puede causar un dolor punzante e intermitente en el caso de los hombres.
• Cálculos renales: cuando el dolor provocado por la presencia de "piedras" en el riñón se extiende hacia otras áreas como la zona escrotal.
• Cáncer de testículos: este tipo de cáncer no suele ocasionar dolores testiculares, pero es conveniente estar atento a la presencia de bultos o a engrosamiento y agrandamiento del testículo.
• Vasectomía: es posible que algunos pacientes después de la operación presenten dolor testicular pero este debe mejorar y desaparecer; en caso contrario, será fundamental consultar con el médico.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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