Colitis ulcerosa: síntomas y tratamiento

Todavía no se ha encontrado una causa directa que conlleve al desarrollo de la colitis ulcerosa. Sin embargo, se ha establecido una relación entre las personas que padecen de colitis ulcerosa y tienen problemas en su sistema inmunitario. A pesar de este factor, que puede aportar información importante ante la enfermedad, encontrar el origen de la enfermedad es básico para entenderla y poder enfrentarse a ella. Se han establecido varios factores de riesgo de la colitis ulcerosa:

• Hereditarios. Los antecedentes familiares de colitis ulcerosa así como otras enfermedades autoinmunes pueden incrementar el riesgo de padecer colitis ulcerosa.
• Infecciosos. Aunque no está demostrado del todo, parece ser que las bacterias normales de la flora intestinal podrían desencadenar la activación errónea del sistema inmune.
• Alérgicos. Se han encontrado anticuerpos en la sangre que guardan relación con enfermedades alérgicas o autoinmunes. Lo que podría indicar que la colitis ulcerosa se inicia por una reacción alérgica.
• Psicológicos. Se cree que las personas sometidas a mucho estrés pueden desarrollar la enfermedad.
• Medioambientales. Se ha podido demostrar que el desarrollo de la enfermedad es más elevado en personas que se encuentran en el medio urbano que en el rural.

Los síntomas de la colítis ulcerosa pueden variar de intensidad y presentarse deforma gradual o repentina. Así pues, es posible que las personas lleven una vida normal pero, que de repente, sufran un brote de la enfermedad que desencadena un golpe de los distintos síntomas. Entre los síntomas más comunes relacionados con la colitis ulcerosa encontramos:

• Diarrea con sangre o pus. Se trata del síntoma más común cuando se trata de colitis ulcerosa.
• Dolor abdominal. Puede estar causado por la inflamación del intestino, lo que provoca color en la zona abdominal.
• Tenesmo. Este síntoma consiste en la sensación de querer ir al baño después de haber defecado, lo que indica una inflamación del recto.
• Fiebre. Aumento de la temperatura corporal debido a la infección.

Cuando las personas desconocen que padecen de colitis ulcerosa, pueden confundir los síntomas con una simple diarrea pasajera, aunque con el tiempo se experimenta una bajada de peso. Hay que tener en cuenta, que si la diarrea está acompañada de sangre o pus es muy probable que no se trate de una diarrea normal.

Actualmente no existe ningún tratamiento definitivo contra la colitis ulcerosa, aunque se pueden aplicar un conjunto de medidas paliativas según el desarrollo de la enfermedad.

• Cuando se trata de un brote leve en el que la única parte implicada es el recto, se emplean fármacos conocidos como salicilatos. Estos medicamentos reducen la inflamación intestinal y pueden tomarse vía oral en forma de cápsulas o vía rectar a través de supositorios. Cuando la enfermedad se limita al colon descendente y el recto, se emplea el supositorio, aunque se puede dar el caso de que se necesite consumir vía oral y vía rectal.
• En aquellos casos en los que los salicilatos no han hecho efecto y el brote no finaliza, es necesario recurrir a los corticoides. Este tipo de fármaco actúa como antiinflamatorio y resultan muy efectivos para controlar los brotes, con el inconveniente de que suponen algunos efectos secundarios, como la aparición de acné, aumento del vello y estrías, entre otros. Su uso puede ser a través de vía oral, rectal o intravenosa. Se suele reducir su toma progresivamente, hasta que se logra detener el brote y pueden suceder dos cosas: o bien que el brote responde positivamente al tratamiento, o su efecto es positivo de forma inicial, pero posteriormente vuelven a aparecer los síntomas.

Cuando la persona detecta diarrea con sangre o pus y/o dolor abdominal y acude al médico, este le realizará un revisión inicial con el fin de poder realizar una aproximación al problema y descartar posibles enfermedades o dolencias. Posteriormente, se realizarán más pruebas específicas que permitirán detectar el problema que ocasiona los síntomas. En estos casos, suele realizarse una colonoscopia con el fin de examinar el interior del colon en busca de úlceras, inflamación o alguna alteración.

Otro método empleado en estos casos es el Enema Opaco, un método que permite examinar el interior del recto y el colon ascendente realizando una fotografía para observarlos en busca de cualquier anomalía.

Recuerda acudir a un profesional si experimentas alguna dolencia o si tienes cualquier duda respecto a tu condición física.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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