¿Es normal que duela tanto el cuerpo después de ir al fisioterapeuta?

La fisioterapia trabaja con el movimiento del cuerpo y sus problemas. Por un lado, se ocupa de diagnosticar qué está sucediendo a nivel óseo, articular y muscular y encontrar la mejor solución utilizando una o varias técnicas. El objetivo de la fisioterapia es mejorar el estado general de tu organismo intentando mejorar el funcionamiento de tu cuerpo.

Algo que se suele decir es que un tratamiento de este tipo genera dolor después de las sesiones, pero ¿es esto realmente cierto? Déjanos decirte que no. No es normal que duela tanto el cuerpo después de ir al fisioterapeuta o al menos no es lo que se busca en estos tratamientos. Veamos a continuación por qué.

Muchas veces, se trabaja sobre zonas del cuerpo que presentan un dolor. Este dolor puede ser agudo, es decir, recientemente ha comenzado debido, por ejemplo, a un traumatismo. Otra posibilidad es que traigas ese dolor desde hace un tiempo, esto puede ser por una lesión que no has curado bien o a problemas que se van acentuando con el tiempo y malos hábitos.

Cualquiera que sea el caso, ese dolor que presentas tiene una causa. Desde la fisioterapia se intenta ver qué zona del cuerpo está afectada y trabajar sobre ella o sobre articulaciones y grupos musculares cercanos para aliviar la molestia.

Cuando las lesiones son agudas o recientes, producto de un traumatismo por ejemplo, existen muchas sustancias inflamatorias en la zona. Esto puede provocar que al movilizar, masajear o tocarla sientas dolor, ya que se liberan al torrente sanguíneo o bien llegan más sustancias inflamatorias a la zona.

El objetivo del tratamiento es que ese dolor vaya disminuyendo, no aumentando ni mucho menos que sea insoportable. Tal vez, si sientes mucho dolor es porque el tratamiento debe ser un poco más suave en esta etapa.

Existen diversas técnicas que pueden emplearse para tratar los problemas en huesos y músculos. En algunas se emplea calor, en otras frío, en algunas aceites o cremas, en otras radiación, en otras, ondas electromagnéticas y, en otras, se recurre al vendaje. Lo importante es realizar un adecuado diagnóstico para elegir la más apropiada para ti en este momento puntual de tus molestias.

Se ha demostrado que no es necesario que aparezca o persista el dolor después de las sesiones y que este síntoma no es equivalente a efectividad, sino que a veces es lo contrario. La persona se siente molesta y ya no quiere volver a consulta.

Solo tú puedes saber cuánto te duele, tú eres quien puede marcar el ritmo de la sesión hablando con tu fisioterapeuta. Muchas veces, por este concepto erróneo de que cuanto más duela más efectivo es el trabajo, nos lleva a superar nuestro propio umbral de molestias sin siquiera advertir al profesional.

Algo debe quedar claro: el dolor no te curará más rápido, sino que a veces puede empeorar la situación.

Como hemos comentado, el objetivo de las sesiones de fisioterapia es ir disminuyendo el dolor y la inflamación que ya estabas sintiendo a raíz de la lesión que tienes, pero de ninguna manera lo es generar más molestias. Lo que se desea es permitir y favorecer la autorrecuperación de tu cuerpo.

Es normal que después de la fisioterapia se manifieste algo de dolor que ya estaba presente por la lesión misma. Al trabajar sobre la articulación o el grupo muscular, pueden liberarse sustancias inflamatorias y generar unas pequeñas agujetas, pero no más que eso.

Esta sensación de molestias puede persistir hasta uno o dos días después de la sesión, pero no debería ser muy intensa.

Para disminuir el dolor después de una sesión de fisioterapia, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:

• Habla con el o la profesional acerca de lo que sientes. Eso ayudará a orientar el tratamiento y puedes recibir consejos para el tipo de problema que tienes tú en particular.
• Cumple las recomendaciones que te dio tu fisioterapeuta.
• No exageres con el movimiento. Hay casos en los que es mejor mantenerse en reposo y otros en los cuales el movimiento suave promueve la curación, pero de ninguna manera puedes exagerar con la intensidad.
• Aplica calor o frío según te indique tu fisioterapeuta.
• Si no usas otras medicaciones o no tienes alguna contraindicación, podrías tomar un analgésico o antiinflamatorio de venta libre. No exageres en su uso, ya que también tienen efectos indeseados.

Como remedios caseros, te recomendamos:

• Infusión de jengibre: una pizca de jengibre en polvo en una taza de agua caliente. Tras dejarlo en reposo tapado por 10 minutos, bebe esta preparación hasta 3 veces por día, solo por unos días.
• Ghee: directamente se aplica sobre la lesión. Ayuda a disminuir las molestias. También es muy útil si lo agregas a tus platos.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Es normal que duela tanto el cuerpo después de ir al fisioterapeuta?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Huesos, articulaciones y músculos.