Epididimitis: causas, síntomas y tratamiento

La causa principal de la epididimitis suele ser una infección bacteriana. Habitualmente, la infección empieza en la uretra, la vejiga o próstata y, con el tiempo, se extinede hacia el epididimio. No obstante, existen diferentes posibilidades de tener dicha infección:

• Por una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Dentro de esta posibilidad encontramos la clamidia y la gonorrea. Son las más comunes entra la gente joven (19-35 años).
• Infección bacteriana que no se transmite sexualmente. En el caso de los niños y gente mayor la infección puede ser provocada por una bacteria llamada E.coli o similares. Tiene lugar cuando una infección de la próstata o las vías urinaria se extiende hasta el epidídimo, lo que se conoce como infección urinaria.
• Uso de medicamentos como la amiodarona. Se trata de un medicamento empleado para combatir las arritmias cardíacas y puede provocar una inflamación del epidídimo.
• Orina en el epidídimo. Tiene lugar cuando la orina vuelve al epidídimo, normalmente cuando levantamos objetos pesados.
• Tuberculosis, en algunos casos, esta enfermedad puede dar pie al desarrollo de la infección.
• Cirugía reciente. Es posible que la infección aparezca si se ha llevado a cabo una cirugía genito-urinaria, entre las cuales se encuentran la cateterización urinaria y la prostatectomía.

Las señales que nos indican que podemos sufrir de epididimitis pueden variar. Podemos experimentar una irritación leve con o sin fiebre hasta hinchazón en los testículos con dolor que varía según el estado de la infección. Otros síntomas comunes que pueden aparecen son dolor al orinar y escalofríos.

A continuación veremos cuáles son los síntomas derivados de la infección:

• Inflamación del escroto. El testículo se inflama y, como consecuencia, el escroto experimenta hinchazón.
• Sangre en el semen. Este síntoma se debe a la inflamación o infección de la próstata o vesículas seminales.
• Bulto en el testículo.
• Dolor al orinar causado por la inflamación de los conductos. En algunas casos, también es posible que aparezca sangre junto a la orina debido a la hemorragia que se produce en los conductos.
• Sustancia blanquecina segregada por la punta del pene. También como consecuencia de la infección e hinchazón del conducto urinario.
• Fiebre. Cuando la infección e inflamación se expanden es habitual que conlleve a un incremento de la temperatura corporal, como mecanismo de defensa de nuestro cuerpo.

Si la infección es por transmisión sexual, se debe combatir con antibiótico, por lo que tanto el paciente que sufre la infección como su pareja deberán medicarse.

Es importante llevar a cabo el tratamiento tal y como el médico lo indica, por lo que se debe seguir durante los días pautados. Es decir, aunque antes de finalizar el tratamiento se experimenten mejoras, se debe seguir tomando el medicamento hasta su finalización indicada por el médico. Una vez finalizado el tratamiento, se debe acudir de nuevo al médico para que verifique que la infección reaccionó de forma adecuada al tratamiento y que esta ha desaparecido.

En el caso de que la infección haya sido provocada por la bacteria e.coli (no provocada por transmisión sexual) se deberá también realizar un tratamiento con antibiótico. Si durante el tratamiento no se experimenta ninguna mejora, se debe acudir al médico para comprobar que la infección no haya sido provocada por otra causa distinta a la pronosticada previamente. El ibuprofeno actúa como antiinflamatorio, por lo que es recomendable su uso para combatir el hinchazón provocado por la infección y aliviar el dolor.

Es muy importante tener en cuenta que hay que visitar al médico para que pueda indicarte qué tipo de infección presentas y, en base a los resultados, te pueda aplicar el tratamiento más adecuado.

Hay una serie de recomendaciones que pueden a ayudarte a aliviar el dolor mientras sigues el tratamiento indicado por el médico:

• Reposo. El hecho de estar estirado ayuda a que la zona afectada no experimente esfuerzo y, como consecuencia, disminuya el dolor.
• Aplicar frío en la zona afectada. Servirnos de algo de hielo envuelto en un paño para reducir el hinchazón testicuar, puede ayudar a reducir el hinchazón así como el dolor.
• No tener relaciones sexuales hasta estar seguro de que la infección ha desaparecido.
• Levantar el escroto. Aplicar una toalla para mantener elevado el escroto puede ayudar a disminuir el dolor.

Estas recomendaciones no sustituyen ningún tratamiento médico, sino que pueden ayudar a la hora de llevarlo a cabo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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