Hipertiroidismo: causas, síntomas y tratamiento

La tiroides es una glándula neuroendocrina que se sitúa en la parte frontal inferior del cuello y tiene como función la producción de hormonas, las cuales regulan el metabolismo e influyen activamente en distintos procesos como el control de la temperatura corporal, el mantenimiento o pérdida de peso, la velocidad a la que el cuerpo utiliza las grasas y los hidratos de carbono, la regularidad menstrual, entre otras.

Cuando se produce un exceso de formación de hormonas tiroideas se da el hipertiroidismo, una afección que puede estar causada por los siguientes factores:

• Enfermedad de Graves-Basedow

Esta es la causa más común y se debe a un trastorno auntoinmune en el que el sistema de defensas ataca al tejido sano, dando lugar a una hiperactividad de la glándula tiroides. Esta es una afección más frecuente en mujeres de más de 20 años de edad, pero también puede padecerse a cualquier edad y ocurrir en hombres.

• Tiroiditis

Hace referencia a la inflamación de la glándula tiroidea, lo que puede derivar en que un exceso de hormonas tiroideas almacenadas vayan al flujo sanguíneo. Se cree que puede ser fruto de una infección viral y suele estar acompañado por síntomas como malestar generalizado y fiebre.

• Nódulos tiroideos

Es el crecimiento de protuberancias en la glándula tiroides, las cuales pueden ser benignas o cancerosas. Esta condición es más común en mujeres que hombres, y las probabilidades de que se desarrollen van aumentando con la edad.

Además de las anteriores, otras posibles causas del hipertiroidismo son un exceso de yodo provocado por la ingesta de alimentos ricos en este mineral en grandes cantidades, la administración de medicamentos o la realización de pruebas diagnósticas que usan yodo. Aunque no es frecuente, el cáncer de testículo o el cáncer de ovarios también puede provocar una producción incontrolada de hormonas tiroideas.

El hipertiroidismo puede manifestarse mediante una gran variedad de síntomas, los cuales surgen debido a la aceleración de las funciones vitales del organismo. Así, es posible que una persona con tiroides hiperactiva presente signos como:

• Pérdida de peso repentina o aumento del apetito.
• Irritabilidad, nerviosismo, cambios de estado de ánimo.
• Falta de concentración.
• Insomnio, fatiga y debilidad muscular.
• Palpitaciones o taquicardia.
• Hiperactividad.
• Bocio (aumento del tamaño de la glándula tiroidea) o nódulos tiroideos.
• Temblores en manos y dedos.
• Intolerancia al calor.
• Aumento de la transpiración.
• Cambios e irregularidades en la menstruación.
• Deposiciones frecuentes.
• Diarrea.
• Náuseas y vómitos.
• Piel enrojecida o caliente.
• Pérdida de cabello.

En aquellas personas de mayor edad, puede producirse lo que se denomina "hipertiroidismo apático" en el cual los síntomas se manifiestan de forma sutil, e incluso en muchos casos únicamente se observan trastornos o alteraciones en el ritmo cardíaco.

Debido a la gran sintomatología del hipertiroidismo, es recomendable consultar con el médico de manera urgente cuando se exprimenten cambios importantes en el estado emocional, mareos o latidos cardíacos rápidos e irregulares.

Además de un examen físico exhaustivo, para diagnosticar el hipertiroidismo se lleva a cabo un análisis de sangre con el que se medirán los niveles de hormonas tiroideas y se valorarán, además, los niveles de colesterol y glucosa.

El tratamiento del hipertiroidismo dependerá en cada caso del factor causante y de la gravedad de los síntomas, por lo que en base a estos criterios el facultativo puede decidir entre las siguientes formas de tratamiento:

• Medicamentos antitiroideos

Se receta la toma de medicamentos con antitiroideos por vía oral, los cuales inhiben la formación excesiva de hormonas tiroideas y suelen aminorar los síntomas entre 7 y 15 días. Este tipo de medicación puede tener efectos secundarios como las reacciones cutáneas y, por ello, es conveniente un seguimiento médico cada 3 o 4 meses. En cualquier caso, se deben respetar las indicaciones del médico en cuanto a dosis y duración del tratamiento, e informarle previamente si se tiene el deseo de modificar la medicación actual.

• Yodo radiactivo

Se administra por vía oral una dosis de yodo radioactivo, el cual puede llegar a destruir una parte de la glándula tiroidea y paralizar, de esta manera, la producción excesiva de hormonas. Sin embargo, su principal inconveniente es que puede destruir más glándula tiroidea de lo normal y dar lugar a que la producción de hormonas sea escasa, que es lo que se conoce como hipotiroidismo.

• Cirugía

En algunos casos, puede ser necesaria la extirpación de la glándula tiroidea o parte de la misma. Esto ocurre especialmente en casos de nódulos tiroideos y, de la misma forma que con el yodo radiactivo, tras la operación puede derivarse un estado de hipotiroidismo, motivo por el cual el paciente deberá tomar pastillas que ayuden a mantener los niveles normales de hormonas tiroideas de por vida.

• Betabloqueadores

Se puede recomendar la toma de algunos medicamentos betabloqueadores, los cuales están indicados para reducir síntomas como sudoración, ansiedad o frecuencia cardíaca rápida hasta que se pueda controlar por completo el hipertiroidismo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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