Meningitis bacteriana: causas, síntomas y tratamiento

La meningitis bacteriana es la menos común de las meningitis, sin embargo se trata del tipo más grave debido a las secuelas que puede generar de no ser tratada adecuadamente. Esta se produce por el contagio de determinadas bacterias mediante las secreciones respiratorias como los estornudos o la tos. Una vez que las bacterias entran en el cuerpo las mismas pueden llegar a la sangre y acceder a la zona de la meninge, ocasionando esta peligrosa inflamación.

Las bacterias que comúnmente ocasionan la meningitis bacteriana son el Streptococcus pneumoniae, mejor conocida como neumococo, que puede producir infecciones como la neumonía o la sinusitis, y la Neisseria meningitidi conocida como meningococo. Además esta condición también puede producirse por el contagio de otras bacterias como la Haemophilus influenzae, el E-coli o la Listeria, afectando especialmente a personas con un sistema inmune más débil como es el caso de los niños.

Detectar a tiempo los síntomas de la meningitis bacteriana es imprescindible para recibir un tratamiento rápido y oportuno, lo que hará la diferencia entre presentar o no posibles secuelas. Entre ambos tipos de meningitis los síntomas son similares, por lo que se requiere de atención especializada para determinar de cuál se trata.

Las señales más comunes son:

• Fiebre.
• Rigidez en el cuello.
• Nauseas y vómitos.
• Dolor de cabeza fuerte.
• Sensibilidad a la luz.
• Confusión y somnolencia.
• Otros síntomas incluyen fontanelas abultadas en el caso de los bebés, respiración rápida, irritabilidad.

Si la persona que presenta los síntomas ha estado en contacto con un paciente que haya padecido meningitis o cualquier enfermedad producida por bacterias, como la neumonía, es fundamental acudir de emergencia al médico. Tras un examen físico, la punción lumbar suele ser la prueba clásica que permite diagnosticar esta condición, adicionalmente se pueden realizar tomografías de la cabeza, radiografías de tórax y un hemocultivo para confirmar el resultado.

El tratamiento de la meningitis bacteriana es antibiótico, el paciente debe estar hospitalizado y bajo estricta vigilancia médica durante posiblemente varias semanas. Además de los antibióticos se puede aplicar hidratación intravenosa y otros medicamentos para controlar los posibles síntomas generados por el avance la infección como pueden ser las convulsiones o los edemas cerebrales.

La meningitis bacteriana puede producir obstrucciones en los vasos sanguíneos del cerebro conduciendo a derrames e importantes lesiones en esta zona. Adicionalmente la inflamación puede afectar también otros órganos lo que produciría problemas de coagulación, de respiración, entre otros. El tratamiento antibiótico a tiempo puede marcar la diferencia, impidiendo el avance de la infección.

Las secuelas de la meningitis bacteriana dependerán de la velocidad con la que el paciente ha sido atendido y en muchos casos no se presentan, sin embargo cuando aparecen los daños son irreversibles. El paciente puede sufrir de:

• Sordera.
• Manchas rojas en la piel.
• Ceguera.
• Epilepsia.
• Parálisis.
• Secuelas neurológicas.
• Coma.

En los casos de peor pronóstico algunos pacientes pueden llegar a morir por causa de las complicaciones generadas por la infección.

Mantener una adecuada higiene lavándonos las manos muy bien después de ir al baño, tras comer, estornudar o estar en contacto con fluidos ajenos puede ayudar a prevenir muchas infecciones, incluida esta. Adicionalmente existen algunas vacunas que pueden reducir notablemente el riego de contraer meningitis, estas son:

• Vacuna meningocócica.
• Vacuna antineumocócica .
• Vacuna contra el Haemophilus.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Meningitis bacteriana: causas, síntomas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Cerebro y nervios.