Propiedades del laurel

Se considera que esta planta posee propiedades digestivas, por lo que su consumo mejora la secreción de jugos gástricos, favorece los movimientos del aparato digestivo y, en resumen, ayuda tanto al estómago como al hígado a trabajar correctamente. Además, contribuye a reducir la acidez estomacal gracias a su contenido en eugenol, un componente que ayuda a expulsar los gases y que protege el hígado.

No obstante, debemos moderar su consumo, puesto que esta planta puede tener algunos efectos secundarios como náuseas, vómitos e irritaciones gástricas.

El laurel también se recomienda en el caso de sufrir afecciones respiratorias como bronquitis, tos, gripe, faringitis o laringitis. La explicación se encuentra en su contenido en cineol y otras sustancias, que le aportan propiedades bactericidas, antisépticas y antitusivas muy beneficiosas en estos casos. Una infusión de un par de hojas de laurel en una taza de agua caliente será de lo más útil, tanto para la digestión como para expectorar.

El laurel favorece la eliminación de líquidos, tanto a través de la orina como del sudor, a la vez que la expulsión de toxinas y, en concreto, del ácido úrico. Esto no solo es beneficioso si queremos perder peso y limpiar nuestro organismo, sino también como coadyuvante a la hora de tratar problemas circulatorios como arteriosclerosis, enfermedades hepáticas, gota, reumatismo o artritis, entre otros.

Sus propiedades antiinflamatorias son especialmente recomendables en caso de padecer dolor e inflamación en las articulaciones por culpa de afecciones como el reuma. En este caso, podemos optar tanto por tomar unas 4 gotas de aceite esencial de laurel 3 veces al día, así como aplicar pomadas especiales elaborados a partir de la planta directamente sobre las articulaciones afectadas, realizando un suave masaje.

Hablando de sus usos externos, el laurel también está indicado para combatir problemas en la piel originados por hongos, contusiones, úlceras, quemaduras, abscesos y también el acné. En este caso, no solo posee un efecto bacteriostático (que impide la reproducción de las bacterias), sino que además contribuye a regenerar las células de la piel. Para ello, prueba a tomar un baño relajante de agua caliente con unas hojas de laurel. Este efecto puede ser también de utilidad para cuidar del cuero cabelludo.

Además de todas las propiedades anteriormente comentadas, esta planta también es eficaz para las siguientes ocasiones:

• Regula la menstruación, por lo que se recomienda tanto en menstruaciones muy abundantes como en otras demasiado pobres.
• En casos de fatiga y cansancio, el laurel actúa como un estimulante y reactiva también el tono muscular.
• Puede utilizarse la infusión de laurel para aliviar infecciones bucales, a modo de enjuague para realizar gárgaras.

No se recomienda abusar del consumo de laurel, puesto que su ingesta desmesurada podría ser contraproducente y terminar irritando la mucosa gástrica en personas con mayor sensibilidad estomacal, causando náuseas y vómitos por la estimulación excesiva del aparato digestivo.

Cabe añadir que las personas alérgicas a esta planta no deben tomarla ni aplicarla sobre la piel, ya que podría producir reacciones dermatológicas, especialmente en el contacto con el sol. Además, se recomienda no tomar aceite esencial de laurel durante el embarazo, la lactancia, a niños menores de 12 años y a pacientes con problemas gástricos e intestinales.

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