¿A qué edad puede viajar en avión un bebé?

¿A qué edad puede viajar en avión un bebé?

En la era en que vivimos es muy común viajar e ir de un lugar a otro con avión, ya sea por trabajo, por necesidad o por placer. Es por eso que muchas personas se preguntan cuándo puede viajar en avión un bebé, ya que este tipo de viajes nos preocupan más que los que realizamos en un transporte terrestre. Quizás sea debido al cambio de presiones o puede que porque algunas personas sienten miedo en este transporte aéreo o a que no es nuestro método de transporte común y tradicional en el día a día y, por eso, le damos una visión de excepcionalidad.

Por todos estos motivos, es normal que sea un tema que genere dudas y preguntas y para resolverlas, en este artículo de ONsalus, queremos darte la solución a tus dudas y la respuesta a la siguiente pregunta: ¿a qué edad puede viajar en avión un bebé?

¿Un bebé recién nacido puede viajar en avión?

Un bebé puede viajar desde el momento que nace en las distintas compañías y a nivel legal no hay problema para que un niño recién nacido viaje, está totalmente permitido, pero queremos hacer un inciso, que legalmente sea así, no quiere decir que sea lo más correcto y adecuado para tu bebé, y te contamos porqué. También te damos algunos trucos para que el viaje en avión con el pequeño sea más placentero.

Retención de líquidos en los oídos del bebé

Durante las primeras semanas, existe la probabilidad de que tu bebé tenga pequeñas retenciones de líquido que sus células van a ir absorbiendo con los días. La retención de líquido que puede tener en la zona de las orejas, en concreto, en el oído medio, podría causarle molestias o ser un problema si viajas con tu hijo en avión a muy temprana edad.

Por eso, es recomendable que esperes cuatro o cinco semanas y, así, este líquido ya se habrá reabsorbido a través de sus tejidos y no le va a causar molestias. Si esperas este tiempo citado, el hecho de viajar no le acarreará ningún problema auditivo.

Trompa auditiva estrecha

La trompa auditiva, conocida como trompa de Eustaquio, es una parte del oído medio que conecta con la nariz. En los recién nacidos, es muy estrecha porque aún no se ha desarrollado plenamente. Al ser tan pequeña, los cambios de presión pueden producir cierto dolor en los oídos del bebé. Es por eso que es importante que cuándo vaya a haber cambios de presión, sobretodo, en el despegue y en el aterrizaje, el niño o la niña succione, es decir, tome el pecho o el biberón para que no note estos dolores y se equilibre la presión en sus oídos sin sufrir apenas dolor.

Cómo cuidar a un bebé en el avión

Ahora que ya sabemos a qué edad puede viajar en avión un bebé, vamos a darte algunos consejos para que el trayecto sea lo más cómodo y placentero posible para el pequeño.

Controlar su hidratación

Los niños pequeños son más propensos a la deshidratación y los cambios atmosféricos y de presión producen un estrés en las células del cuerpo que les obliga a trabajar más y, por lo tanto, hay una quema de energía y, en concreto, una absorción del agua más elevada. Es imprescindible mantener a tu bebé bien hidratado, dándole agua y leche de manera más seguida de lo habitual, aunque ésto comporte cambiar el hábito establecido.

El avión es un espacio con gérmenes

Si vas a viajar en un avión con un recién nacido, debes saber que este método de transporte al ser un espacio cerrado y sellado en el que el aire no se regenera de forma natural sino a través de máquinas, los gérmenes, virus y bacterias estarán presentes en el aire.

Un bebé recién nacido es más sensible a todo ataque exterior y, por eso, no es el lugar más indicado para su salud, ya que sus defensas aún se están activando y cualquier germen puede ser motivo de enfermedad. Se recomienda no tomar vuelos muy largos si se va con recién nacidos, ya que como más largo sea el trayecto, más contaminado queda el aire que se respira.

Prevenir los cambios de temperatura

Si has viajado alguna vez en avión, sabrás que es común encontrarte con cambios de temperatura bruscos. Sucede que vienes de una temperatura ambiente y al entrar en el avión hace mucho frío o, al revés, mucho calor.

Deberás ir con previsión y tener en cuenta estos cambios, ya que pueden hacer sufrir a tu bebé. Será óptimo llevar ropa de abrigo y alguna manta por si hace mucho frío o ropa ligera por el calor. Son dos buenas opciones a tener en cuenta si planificas viajar con tu bebé en avión.

Tener previsión y llevar todo lo necesario

Cómo último punto a tener en cuenta, es importante pensar qué va a necesitar tu bebé para afrontar el viaje. Desde algún juguete para distraerlo, la comida necesaria para que no tenga hambre, agua en cantidad, pañales por si es necesario cambiarle, etc.

El hecho de adelantarte y predecir las opciones que pueden suceder te permitirán ir con calma y con total seguridad de que tienes todo lo que necesitas para asegurar el bienestar de tu bebé y, en consecuencia, estar más tranquilo o tranquila.

Finalmente, recuerda que para viajes de más de 10 horas sería óptimo esperar a que tu hijo o hija cumpla las 10 semanas. También deberás tener en cuenta que no hace falta cogerle asiento en el avión, que en algunas compañías aéreas te pedirán un comprobante de salud del niño o niña y que deberás cumplir con todas las normas de seguridad que se te expliquen al embarcar.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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