¿A qué se deben los espasmos musculares involuntarios?

La falta de sueño y el cansancio a menudo pueden ser las causas de que los músculos se contraigan espontáneamente y sin que lo hayas querido.

Los espasmos musculares involuntarios inducidos por esta causa a menudo remiten solos cuando logras descansar lo suficiente.

El estrés parece ser la causa de todos nuestros males, pero en realidad el modo de vida agitado, sin tiempo y con tantas preocupaciones pone a nuestro cuerpo en jaque.

El exceso de adrenalina y cortisol que se dispara con los picos de estrés desencadena una gran cantidad de reacciones y síntomas en el organismo, entre ellos:

• Problemas para dormir.
• Ansiedad.
• Alteraciones digestivas.
• Dolores de cabeza.
• Contracturas musculares.

Y, por supuesto, que también puede ocasionar contracciones musculares involuntarias. Este es un aviso que tu cuerpo te está ando, tal vez es el momento de prestarle atención.

Algunas sustancias poco saludables pueden afectar a tu cuerpo de diferentes maneras. El alcohol, el tabaco, el café y otros tipos de drogas legales e ilegales pueden generar este tipo de fasciculaciones musculares.

Existen ciertos medicamentos que también pueden ocasionar este tipo de contracciones. Los que más frecuentemente se ven asociados a este síntoma son los fármacos utilizados para la enfermedad de Parkinson.

Una intoxicación con metales pesados o con monóxido de carbono también podría ocasionar este tipo de contracciones musculares.

Los espasmos musculares involuntarios también pueden ser causados por causas un poco más complicadas que implican al sistema nervioso.

Entre las enfermedades del cerebro o sistema nervioso que pueden causarlos están:

Enfermedad de Parkinson

No solo los medicamentos que se utilizan para tratar esta patología pueden generar los espasmos, sino que puede tratarse también de un signo temprano de que está comenzando la enfermedad del Parkinson. Otros síntomas son temblor, enlentecimiento de movimientos e inestabilidad.

Esclerosis múltiple

En esta patología aparecen síntomas nerviosos de toda índole, desde problemas de visión o audición hasta problemas de equilibrio, falta de sensibilidad e incluso espasmos musculares involuntarios.

Tics nerviosos

Los tics son espasmos musculares involuntarios. Generalmente, aparecen entre los 7 a los 9 años, momento en el que es ideal comenzar su tratamiento.

El paciente puede reprimirlos pero esto ocasiona una verdadera tensión. Es por ello que necesita realizar el movimiento muscular. Los más comunes son los pestañeos, los resoplidos nasales, gestos nasales, movimientos de hombros y cabeza.

Síndrome de Gilles de Tourette

Se trata de la forma más grave de los síndromes con tics. Los pacientes tienen arrebatos involuntarios tanto verbales como físicos de manera reiterada.

Suelen aparecer entre los 3 y los 9 años también de manera leve ante situaciones emocionantes o estresantes. Con el tiempo, se van extendiendo y aumentando los tics, primero físicos y luego verbales. Suele convertirse en un problema social para quien los padece, pero en ocasiones puede resolverse espontáneamente.

Accidente cerebrovascular

Un ictus puede ocasionar síntomas de lo más variados en lo que respecta al sistema nervioso. La falta de irrigación sanguínea en el cerebro o la ruptura de un vaso es esa zona puede ocasionar por ejemplo:

• Parálisis faciales o corporales.
• Movimientos musculares involuntarios.
• Pérdida de equilibrio.
• Confusión, desorientación.

Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa en la cual se va deteriorando la función de las neuronas musculares. Puede aparecer dificultad en los movimientos voluntarios, espasmos involuntarios hasta que finalmente puede aparecer dificultad en los movimientos involuntarios como la respiración.

No es muy frecuente, pero debe ser tenida en cuenta a la hora del diagnóstico de un problema crónico.

Tumor cerebral

No es muy frecuente, pero debe ser tenido en cuenta ante la aparición de signos nerviosos que no desaparecen. Dependiendo de su ubicación, también puede dar síntomas muy variados.

Las fasciculaciones oculares son muy comunes, la mayoría de las personas las tienen en algún momento de su vida. Pueden estar asociadas al cansancio o al consumo de sustancias como el alcohol.

Cuando son persistentes, pueden estar asociadas a algunos trastornos oculares, tales como:

• Ojo seco.
• Sensibilidad a la luz.
• Inflamación.
• Irritación ocular.
• Contaminación ambiental.

Como habrás podido observar, son numerosas las causas por las cuales pueden aparecer este tipo de espasmos musculares involuntarios. Si se trata de un problema pasajero, realmente, no deberías darle mayor trascendencia.

Revisar tus hábitos, cuánto duermes, cómo estás comiendo, en qué se basa tu alimentación y hacer ejercicio ejercicio puede ayudarte en cualquiera de los trastornos citados. Recuerda que la base de los desequilibrios corporales tiene que ver en gran parte con lo que hacemos o dejamos de hacer por nuestra salud.

Si los movimientos musculares involuntarios se intensifican y se vuelven recurrentes, es importante realizar una consulta médica.

Un profesional necesitará hacerte un buen interrogatorio, revisarte y, si lo cree necesario, te solicitará algunos estudios como: análisis, tomografía computada, resonancia magnética, ecografía, etc. Todo depende de qué otros síntomas acompañen a tu cuadro y las sospechas diagnósticas que tenga tu médica o médico.

Una medida excelente que ayuda a disminuir en gran parte los movimientos musculares involuntarios es la focalización en el momento presente, también conocida como mindfulness. Es una manera de generar relajación muscular, disminuye la ansiedad y también se ha comprobado que disminuye la inflamación. Es excelente para tratar el estrés, la ansiedad y la sobrecarga emocional que suele sobrevenir ante diagnósticos poco amigables.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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