Acné pápulo-pustuloso: características y tratamiento

Acné pápulo-pustuloso: características y tratamiento

Solo quien sufre de acné sabe lo difícil que puede ser deshacerse de los granos, sobre todo, si el tratamiento se realiza solo de manera superficial. Lo que diferencia este acné de otros tipos es que existe un gran reacción inflamatoria, lo cual es todo un desafío para combatirlo y para evitar las posibles cicatrices que pueden resultar si se manipula o exprime la piel. Por ello, el primer consejo es: ¡nunca toques esos granitos!

En este artículo de ONsalus, encontrarás consejos prácticos y útiles para el tratamiento del acné pápulo-pustuloso, así como sus principales características para poder reconocerlo.

Tipos de acné

Podríamos pensar que los granitos, las espinillas, los comedones, las pústulas..., son todos iguales, y es que en cierta forma el origen y las causas pueden serlo, pero en algunos casos el tratamiento puede llevar más tiempo y constancia. Es por ello que es importante determinar qué tipo de acné se padece.

Cuando no existe demasiada inflamación en la piel estamos ante el típico caso de espinillas o comedones. En ese caso, aparece una acumulación de sebo y detritus o restos celulares en los conductos de salida de las glándulas sebáceas de la piel de la cara, los brazos o la parte alta del tronco.

Si se observa un punto negro en el comedón se trata de un comedón abierto, en cuyo caso se produce oxidación del sebo. No es suciedad, es por el contacto de ese material con el aire.

Cuando este material no se observa desde el exterior estamos ante comedones cerrados. En estos hay una gran acumulación por debajo de la capa más superficial de la piel que no sale al exterior. A veces, duelen y pueden durar un poco más de tiempo. Pueden ser los precursores del acné inflamatorio o pápulo-pustuloso.

El acné pápulo-pustuloso se diferencia de los demás porque aparece una gran inflamación, ya sea por haber tocado la zona o por una predisposición propia de tu piel incrementada por tus hábitos.

Características del acné pápulo-pustuloso

El acné pápulo- pustuloso conlleva una gran inflamación y esto provoca una serie de lesiones en la piel conocidas como pápulas y pústulas.

Las pápulas se producen cuando los comedones cerrados contienen una bacteria conocida como Cutibacterium acnes, antiguamente denominada Propionibacterium acnes. Este microorganismo degrada la grasa del comedón y genera una reacción inflamatoria en la dermis, la cual puede empeorar si te rascas o comprimes las lesiones.

Las lesiones se caracterizan por:

  • Tener un tamaño de entre 2 y 5 mm de diámetro.
  • Mostrarse como sobreelevaciones enrojecidas.
  • Provocar la posible aparición de dolor en la zona.
  • Enrojecimiento de la piel.

Si la inflamación se vuelve más superficial puede dar lugar a lesiones conocidas como pústulas. En ese caso, notarás:

  • Piel enrojecida.
  • Múltiples lesiones pequeñas superficiales de tipo abultamientos o llagas.
  • Estas lesiones rezuman pus: un material blanco amarillento producto del detritus de células muertas y productos inflamatorios.

Tratamiento del acné pápulo-pustuloso

Lo importante es llegar a un diagnóstico correcto para que el tratamiento sea más efectivo porque, de hecho, existen algunos problemas de la piel que pueden parecerse a los granitos y no lo son (como quistes sebáceos, epidérmicos, milium, etc.). Para ello, puede ser importante acudir a un o una especialista en dermatología que pueda estudiar tu caso en particular y aconsejarte de la mejor manera.

Desde la medicina científica actual podrás encontrar que los tratamientos apuntan a reducir la inflamación y la acumulación de detritus a través de tratamientos tópicos (locales), con medicación por boca o terapias externas:

Tratamientos locales para el acné pápulo-pustuloso

La primera medida que todo profesional o terapeuta te indicará es que no aprietes los granitos. Esto es fundamental, ya que si lo haces desencadenas lo que pretendemos evitar, la inflamación.

Si no existe inflamación la curación será más rápida y existen menos posibilidades de que queden cicatrices en la zona.

Limpieza y exfoliación

Estas son grandes aliadas en el tratamiento de todo tipo de acné. Primero, debes limpiar tu piel con un jabón neutro y después realizar la exfoliación.

Si se trata de una exfoliación suave puedes realizarla a diario. Las más agresivas es conveniente que sean por indicación profesional y más espaciadas.

Una exfoliación suave solo retirará la parte más superficial de la piel, de esta manera, remueves células muertas, sebo y restos de cosméticos o contaminación que tu piel ha acumulado durante todo el día. Por esta razón y porque es conveniente evitar la luz solar tras practicarla, es recomendable hacerla durante la noche.

Entre los productos exfoliantes que puede recomendarte un o una especialista en dermatología están:

  • Ácido salicílico.
  • Ácido glicólico.

Antibióticos locales

Suelen indicarse cremas con antibióticos para tratar la infección bacteriana por C. acnes. Los antibióticos más utilizados son eritromicina y clindamicina.

Esta medicación no suele indicarse sola, sino junto a otros fármacos como los retinoides o el peróxido de benzoilo. Esta última combinación es el tratamiento más utilizado en dermatología para este tipo de acné, ya que se ha visto que:

  • Disminuye la posible resistencia bacteriana.
  • Los efectos son más rápidos.
  • El tratamiento es más simple y fácil de continuar.

Retinoides

Son derivados de la vitamina A. Aplicados sobre la piel que se quiere tratar penetran hasta la zona donde se genera propiamente el acné, ofreciendo como resultados:

  • Disminuir la producción de sebo.
  • Disminuir la inflamación.
  • Disminuir la formación de queratina en la zona.

Los fármacos más utilizados son aldapalene, tretinoína, isotretinoína, retinaldheido y tazarotene. Suelen venir en crema, solución y gel. Como hemos visto, la asociación con antibióticos es muy frecuente.

Tratamiento sistémico (por boca)

Pueden también utilizarse antibióticos o retinoides.

Los antibióticos más utilizados son eritromicina, doxiciclina y tetramicina. El tratamiento suele durar entre 6 y 8 semanas, aunque hay veces que puede ser aún más prolongado.

En casos severos, también puede asociarse el uso de retinoides como la tretinoína. Es importante que sepas que puede tener serios efectos adversos ante un embarazo.

Terapias externas

Existen diferentes técnicas externas para tratar el acné, pero en el caso del acné inflamatorio o pápulo-pustuloso no suelen poder aplicarse debido a que pueden quedar grandes cicatrices.

La única opción posible es la terapia foto-dinámica que aplica una radiación luminosa para destruir las bacterias del acné, aunque no ha demostrado ser mejor que el tratamiento local.

Alimentación en caso de acné pápulo-pustuloso

Como siempre suelo decir, es mucho mejor enfocarse en tratar la causa que tratar los síntomas de manera superficial. Por ello, en el tratamiento del acné pápulo-pustuloso es muy importante tener en cuenta cuáles son tus hábitos de vida y mejorar la alimentación.

A través de la piel se produce una parte importante de la limpieza corporal. Es por ello que quienes tienen predisposición a tener una piel grasa experimentan un grave empeoramiento del acné si mantienen una dieta:

  • Alta en alimentos procesados.
  • Con harinas y azúcar refinada.
  • Con exceso de carnes y lácteos.
  • Excesiva en grasas no saludables y frituras.

Se ha demostrado científicamente que la dieta occidental es insulinogénica y esto aumenta la tendencia grasa y el acné en la piel.

Es por ello que si quieres lucir una piel lisa, tersa y radiante también tienes que ocuparte de tu interior. La belleza realmente comienza por dentro. Te sugiero para ello:

  • Beber más agua o infusiones naturales y menos bebidas con colorantes, alcohol, azúcar, cafeína.
  • Aumentar el consumo de frutas frescas de estación. Las ideales para el acné son la manzana por su gran poder astringente y depurador, el melocotón por ser lipogénico y las uvas porque también favorecen la depuración y diuresis.
  • Aumentar el consumo de vegetales. Los que mejoran claramente la piel grasa son: la berenjena, las coles y las verduras de hoja verde. Eso sí, un poco cocidas para facilitar la digestión.
  • Cada comida debería contener cereales integrales. El que mejor resultado da en casos de acné es el arroz integral, pero también tiene eficacia la harina de maíz, la quinoa, la cebada, el centeno y, en menor medida, la harina integral.
  • Un pequeño secreto: utilizar ghee o mantequilla clarificada mejorará grandemente tu sistema digestivo, mejorará tu piel y aportará un delicioso sabor a tus comidas. Se ha demostrado que a pesar de ser un alimento graso, es muy saludable, ayuda a combatir la inflamación, favorece la digestión y la absorción de los alimentos y mejora las defensas corporales.

Tratamiento natural del acné pápulo-pustuloso

Puedes acudir al uso de algunas plantas medicinales que han demostrado ser muy efectivas en caso de acné. Te sugiero elegir una y mantener el tratamiento por al menos un mes.

Flores de caléndula

Sus propiedades antiinflamatorias hacen de esta planta una gran aliada. Utiliza las flores para preparar una infusión, la cual aplicarás en tu rostro cada noche.

Aceite de árbol de té

No es de extrañar que sea uno de los aceites más utilizados, y es que realmente es muy efectivo para diferentes trastornos cutáneos, sobre todo el acné.

Para utilizarlo, es importante hacerlo correctamente y, para ello, puedes consultar el artículo Aceite de árbol de té para el acné: propiedades y cómo aplicarlo.

Manzanilla

También es antiinflamatoria y anticomedogénica. Para maximizar sus beneficios puedes preparar una infusión tanto para aplicar sobre la piel como para beber.

Salvia

La salvia es una de las hierbas que mejor efecto tiene para la limpieza de la piel y el cabello graso. Puede utilizarse todos los días porque es muy suave.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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