Alimentos para fortalecer el sistema inmunológico

Nuestra cuerpo está provisto de diferentes mecanismos que ayudan a que gocemos de buena salud y que podamos luchar contra los diferentes agentes externos que pueden resultar perjudiciales. El sistema inmunológico es el responsable de combatir ciertas amenazas, y sin él estaríamos expuestos a agentes nocivos de forma constante. Cuando tenemos un sistema inmunológico alterado, podemos experimentar distintos síntomas que nos alertan de esta falta de defensas:

• Llagas bucales.
• Heridas que tardan en cicatrizar.
• Dolores musculares que no son consecuencia de ejercicios físicos.
• Cabello débil.

Estos son algunos de los síntomas que pueden aparecer, y las causas pueden ser dos principalmente:

• La inmunodeficiencia innata. Puede ser causa de un trastorno hereditario de la persona, por lo que el sistema inmunitario está dañado.
• La inmunideficiencia adquirida. Tiene lugar cuando la persona contrae alguna enfermedad que altera el sistema inmune, como la leucemia o el SIDA.

Respetar la pirámide alimenticia es fundamental para mantener un correcto sistema inmunológico.

Los antioxidantes son vitaminas, minerales y otros nutrientes que se encargan de combatir los radicales libres que se acumulan en el organismo y que tienen efectos nocivos para este si se presentan en una elevada cantidad. El beta caroteno, las vitaminas C y E, el zinc y el selenio son algunos de los antioxidantes más conocidos que podemos adquirir a través de la comida.

• Vitamina C: espinaca, brócoli, col, kiwi, fresas, y frutas cítricas.
• Vitamina E: aceites de pescado, cereales fortificados, nueces, semillas.
• Beta-caroteno: yema de huevo, leche, mantequilla, hígado, zanahoria, brócoli, espinacas y tomate.
• Selenio: carne roja, aves, ajos y mariscos.

Los carbohidratos son la base de la pirámide alimenticia, y son fundamentales para tener la energía suficiente, así como para que nuestro cuerpo produzca glóbulos blancos. Gracias a los hidratos de carbono, el cuerpo puede sintetizar proteínas y lípidos, así como mejorar la flora intestinal bacteriana y otras funciones. Sin carbohidratos el sistema inmunológico no podría cumplir sus funciones correctamente. Algunos de los alimentos ricos en carbohidrato son:

• Panes y cereales.
• Pasta.
• Arroz integral.
• Legumbres.

Las grasas insaturadas se encuentran en alimentos que contienen ácidos poliinsaturados y monoinsaturados, y se conocen como grasas buenas. Estas tienen efectos positivos si son consumidos de forma moderada, como reducir los niveles de colesterol malo y elevar el colesterol bueno. En este artículo te informamos acerca de los alimentos ricos en grasas buenas. Un correcto consumo de grasas saludables ayudará a fortalecer el sistema inmunológico. Algunos de estos alimentos son:

• Salmón.
• Aguacate.
• Coco.
• Nueces.
• Pollo.
• Yema de huevo.

En este artículo respondemos las dudas acerca de si el aceite de oliva engorda, otro de los productos con grasas insaturadas muy sano si se consume con moderación.

Las proteínas son uno de los nutrientes más importantes, los cuales intervienen en la formación y la reparación de los tejidos musculares, y se pueden adquirir en algunos alimentos para fortalecer el sistema inmunológico. Las proteínas son esenciales y se renuevan constantemente, por lo que se debe consumir habitualmente para una buena salud. En este artículo te revelamos aquellos alimentos ricos en proteínas. La proteína es el componente más importante de los glóbulos blancos, y puede obtenerse a través de el pescado, aves, carnes, huevo y lácteos.

Así como algunos alimentos fortalecen el sistema inmunológico, hay una serie de hábitos que ejercen el efecto contrario, haciendo que los radicales libres aumenten y se acumulen, perjudicando el sistema inmune.

• Tabaco. El tabaco contiene cantidad de sustancias nocivas que estimulan la proliferación de radicales libres en el organismo que debilitan el sistema inmunológico.
• No hacer ejercicio. El ejercicio facilita la eliminación de toxinas a través del sudor, y permite mantener una buena salud cardiovascular. La vida sedentaria facilita la acumulación de radicales libres y un sistema inmunológico más débil.
• No beber suficiente agua. Beber agua frecuentemente es muy importante para favorecer la eliminación de toxinas a través de la orina. Por ello, para eliminar los radicales libres y otras sustancias perjudiciales es importante mantenernos bien hidratados.
• Beber alcohol. El alcohol, al igual que el tabaco, ejerce un efecto tóxico en el organismo cuando es consumido en grandes cantidades, favoreciendo la acumulación de radicales libres. Sin embargo, consumir algunas bebidas alcohólicas de forma moderada como el vino, puede ser beneficioso para la salud.
• No dormir. Dormir es fundamental, puesto que durante el sueño el cuerpo realiza cambios importantes, tanto para nuestra salud física como mental. Por ello, una falta de sueño, o un sueño irregular o incompleto puede afectar a la salud de nuestro sistema inmunológico.
• Mala higiene. Tomar las precauciones adecuadas, más allá de ducharse, es importante para la salud del sistema inmune. Lavarse las manos con agua y jabón, cepillarse los dientes, y otras formas de higiene son vitales para liberarse de gérmenes y bacterias que se acumulan en la piel y que combaten con nuestras defensas
• Estrés. Además del desgaste mental que implica, el estrés también supone un desgaste físico. El estrés habitual afecta negativamente disminuyendo las funciones del sistema inmunológico.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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