Alimentos que blanquean los dientes

Los dientes están conformados de adentro hacia afuera por las siguientes capas: pulpa, cemento dental, dentina y esmalte. El esmalte es la capa más superficial del diente, pero también es la más fuerte, ya que es responsable de proteger las otras capas más blandas de las bacterias y gérmenes que puedan haber en la boca y de la sensibilidad que puede generar la temperatura de los alimentos fríos y calientes, además, el esmalte tiene que ser tan resistente como para soportar la presión que se ejerce al masticar.

Puede que recuerdes que cuando mudaste tus primeros dientes y te quedaste con tu dentadura permanente, el color del esmalte era tan blanco que alumbraba tu sonrisa. Sin embargo, con el paso del tiempo, el color de tus dientes se fue haciendo cada vez más opaco y amarillento. El desgaste de color del esmalte es un proceso totalmente normal debido a la función que esta capa ejerce, y es que el color y la resistencia del mismo se va perdiendo a medida que rozamos unos dientes con otros, masticamos alimentos muy duros o con colorante, utilizamos los dientes como herramienta para abrir objetos o no ofrecemos a nuestra dentadura el cuidado y la higiene necesaria. Además de esto, es importante explicar que con el paso de los años, el esmalte se va debilitando hasta hacerse cada vez más delgado, al punto que a través de él se comienza a notar el color de la capa llamada dentina y, en este punto, aunque la dentina se mantiene saludable, el esmalte comienza a cuartearse y a acumular manchas dentro de esas minúsculas e imperceptibles fisuras.

Tipos de manchas dentales

El proceso explicado anteriormente da lugar a lo que en odontología se conoce como manchas extrínsecas, que son consecuencia del consumo de bebidas y alimentos con colorante, de hábitos como fumar y del desgaste del esmalte con el paso de los años. Cuando este tipo de mancha dental es superficial, se puede llegar a eliminar con el cepillado dental y con el uso de una crema blanqueadora o consumiendo alimentos que blanquean los dientes.

Sin embargo, cuando la mancha penetra por completo el esmalte y atraviesa la dentina, hablamos de manchas intrínsecas, que normalmente se forman por algún tipo de lesión o golpe, ingestión de flúor, uso se sustancias químicas, medicamentos como la tetraciclina, entre otros. Estas manchas solo ceden ante tratamientos especializados y realizados únicamente por un odontólogo.

• Bebidas y alimentos con colorantes: café, gaseosas oscuras, vino tinto, salsa de soja, té.
• Los alimentos cítricos que son capaces de erosionar el esmalte.
• Fumar o mascar tabaco hace que se acumulen en el diente depósitos de nicotina que causan una mancha intrínseca.
• Consumo de algunos medicamentos o sustancias químicas.
• El bruxismo es capaz de cuartear aún más el esmalte.
• Inadecuada higiene dental.
• Algunos tipos de amalgamas dentales para tratar la caries.
• Radiación y quimioterapia.
• Caídas, golpes y cualquier tipo de impacto dental.
• Exceso de flúor contenido en el agua del grifo, pastas dentales, enjuagues bucales y suplementos.

Las propiedades de las fresas son incontables, sin embargo, esta fruta resalta por las bondades que ofrece a la salud dental. Las fresas son ricas en xylitol, un polialcohol que no es metabolizado correctamente por los microorganismos bucales, lo cual permite que sea muy eficaz para eliminar cualquier tipo de bacteria nociva para nuestro bienestar, al tiempo que estimula la circulación sanguínea en las encías.

La fresa, además de ayudar a combatir la acumulación de placa dental, permite frenar la desmineralización que ocurre cuando se disminuye el pH de la boca, una de las principales consecuencias del desgaste de la capa más importante del diente: el esmalte. Recordemos que cuando el esmalte se desgasta, vienen las manchas y las caries. Por lo tanto, si bien es un mito que las fresas ejercen una acción blanqueadora, estas frutas sí son capaces de proteger el esmalte para evitar que aparezcan las manchas. Por lo tanto, comer fresas es sinónimo de un esmalte mucho más resistente y limpio.

Los quesos son ricos en ácido láctico que ayuda a mantener la dentadura fuerte y combate las caries. Además, contienen proteínas, calcio, minerales, fósforo y caseína, siendo esta última sustancia la responsable de blanquear los dientes, ya que previene y reduce la erosión del esmalte, al tiempo que su alto aporte de calcio fortalece la dentadura.

Asimismo, los quesos, especialmente el tipo cheddar, estimulan la producción de saliva en la boca y junto con su carga de fosfatos y calcio, permiten endurecer la dentadura para combatir su descomposición. La producción extra de saliva forma una barrera protectora en el esmalte que evita su erosión.

La piña es una fruta rica en bromelina, una enzima que tiene propiedades blanqueadoras que favorece el color del esmalte y la salud dental. La piña no solo actúa como un removedor de manchas natural, sino que también elimina la placa dental compuesta por bacterias que se acumulan en los dientes, este beneficio ayuda a combatir las caries y enfermedades de las encías como la gingivitis. La placa dental es una de las principales causas de desgaste del esmalte dental.

Para blanquear los dientes comiendo piña, es recomendable consumir la fruta en su versión natural y sin ningún tipo de sustancia añadida. Recordemos que las conservas, zumos o frutas deshidratadas son ricas en azúcar, una de las sustancias que más puede erosionar el esmalte de los dientes.

La manzana es la protagonista de los alimentos que blanquean los dientes, de hecho, está entre las mejores comidas para la salud dental. ¿Por qué? Porque aumenta la producción de saliva, lo cual protege el esmalte. Pero además, la textura de la pulpa de la manzana pule los dientes en cada mordisco como si fuera un cepillo de dientes, dejando más limpia la dentadura y eliminando el exceso de placa dental. La composición de esta fruta y su concha también permiten combatir el mal aliento.

Por su parte, el brócoli es rico en calcio, ácido fólico, hierro, vitamina A y mucha fibra. Todos estos componentes concentrados en un solo alimento permiten formar una capa protectora en el esmalte que evita que este se desgaste y que sea erosionado por el contacto con otros alimentos, sustancias y bebidas que pueden mancharlo. Además, por su cualidad de ser un alimento crocante, el brócoli al ser masticado estimula la producción de saliva lo cual ayuda a disminuir las manchas. Tener dientes más sanos es posible gracias a que 100 gramos de brócoli equivalen a 210 miligramos de calcio.

La zanahoria, gracias a su alto contenido en betacarotenos que se transforman en el cuerpo en vitamina A, son uno de los alimentos que ayudan a blanquear los dientes de forma natural. La vitamina A es la más importante para mantener la salud del esmalte dental, ya que lo fortalece al tiempo que también protege las encías y combate la gingivitis.

De igual modo que pasa con el brócoli, comer la zanahoria pelada y cruda estimula la producción de saliva, lo cual ayuda a eliminar manchas superficiales y a remover, gracias a su contextura crocante, el exceso de placa dental.

• Disminuir el consumo de alimentos con colorantes.
• Utilizar pasta dental blanqueadora.
• Cepillar los dientes una vez al mes con bicarbonato de sodio.
• Los geles y bandas blanqueadores que encuentras en farmacias tienen un efecto más notorio que el que ofrecen las pastas dentales.
• Visitar al odontólogo una vez al año para una limpieza dental profunda.
• Cepillas los dientes máximo tres veces al día, el abuso de la pasta dental y el cepillado también desgasta el esmalte.
• Utilizar el hilo dental después de cada comida para evitar la formación de placa y la acumulación de bacterias.
• Dejar de fumar.
• Consultar con el dentista acerca de los nuevos tratamientos especiales de blanqueamiento dental.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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