Amigdalitis: contagio, síntomas y tratamiento

Amigdalitis: contagio, síntomas y tratamiento

La amigdalitis, también conocida como anginas, es una infección producida en las amígdalas palatinas, unas glándulas que se encuentran debajo del paladar, al fondo de la cavidad oral, y que se manifiesta con una inflamación y aumento del tamaño de las mismas, provocando especialmente dolor de garganta y fiebre.

En la mayoría de ocasiones esta patología es producida por una causa vírica, a pesar de que algunas enfermedades también la ocasionan. Del mismo modo es común la amigdalitis bacteriana, la cual es necesario tratar mediante antibiótico antes de que cause complicaciones. En este artículo de ONsalus te explicamos acerca del contagio, los síntomas y el tratamiento de la amigdalitis.

Contagio de la amigdalitis

Las amígdalas son las encargadas de defender el área faríngea de bacterias y otros microorganismos, creando anticuerpos y células defensivas para evitar infecciones al organismo. Por ello, y como comentábamos al principio, virus y bacterias pueden ser las que ocasionen que estos ganglios linfáticos se inflamen.

Entre las causas de la amigdalitis destacan las siguientes condiciones:

  • El estreptococo del grupo A, causante generalmente de infecciones de garganta varias.
  • Los adenovirus, que provocan desde infecciones en las vías respiratorias hasta conjuntivitis.
  • El virus Epstein-Barr, culpable de la mononucleosis infecciosa.
  • La gripe, en la que se incluye el dolor de garganta a otros síntomas diversos.
  • Otros como los virus parainfluenza, el Coxsackie, los enterovirus o el VHS.

Síntomas de la amigdalitis

Las condiciones víricas son especialmente frecuentes durante la infancia, siendo la amigdalitis viral o anginas una de las patologías más comunes durante esta etapa, aunque también puede afectar a adolescentes y adultos.

Además del dolor de garganta provocan, los síntomas de la amigdalitis son:

  • Fiebre leve.
  • Tos y afonía.
  • Mucosidad.
  • Dolor de cabeza.
  • En algunos casos se presenta también conjuntivitis.
  • Las amígdalas, por otro lado, suelen presentarse inflamadas y enrojecidas, con pequeñas úlceras en el fondo, pero sin pus.

La amigdalitis bacteriana, en cambio, es más común en adultos y se manifiesta con las siguientes señales:

  • Fiebre alta de hasta 40º C.
  • Escalofríos y malestar general.
  • Amígdalas muy inflamadas con pus visible en la superficie.
  • Además la infección origina un aumento en el tamaño de los ganglios, de manera que pueden palparse con más facilidad.

La dificultad para tragar y la sensibilidad en la garganta aparece de forma común en todos los casos de amigdalitis, pudiendo provocar incluso problemas para deglutir. Es importante tener en cuenta que la amigdalitis bacteriana puede derivar en distintas complicaciones como fiebre reumática, inflamación del riñón o shock tóxico si la infección llega a la vía sanguínea, una condición poco frecuente pero que debemos tener en cuenta.

Tratamiento de la amigdalitis

Cuando se presenten amígdalas inflamadas sin dolor ni otros síntomas notables, no se necesita ningún tipo de tratamiento por lo que solo se debe estar atento por si otros síntomas aparecen.

Por otro lado, ante la presencia de bacterias como el estreptococo o cualquier otra, será imprescindible administrar antibiótico durante el tiempo suficiente para evitar que la infección reaparezca. Generalmente, suele utilizarse penicilina oral o amoxicilina para eliminar el germen. A su vez, si el médico lo considera, pueden administrarse analgésicos y antiinflamatorios como ibuprofeno para aliviar el dolor y la fiebre.

Algunos remedios caseros para las anginas que pueden hacer más llevadera la afección son los siguientes:

  • Tomar líquidos fríos o chupar polos de hielo que alivien la irritación de los ganglios.
  • Beber suficiente agua y optar por líquidos suaves y tibios, evitando a toda costa los calientes que acabarán por irritar aún más la zona.
  • Las gárgaras realizadas con agua tibia con sal ayudarán a mejorar la inflamación de las amígdalas.
  • Las pastillas para reducir el dolor de garganta pueden ser un buen aliado, pero no debe abusarse de ellas ni sustituirlas por el tratamiento.

En ocasiones, puede ser necesario extirpar las amígdalas, algo muy frecuente hace unos años. Sin embargo, en la actualidad se considera que estas tienen un papel fundamental en el organismo, de modo que la extirpación se reserva para casos muy concretos en los que las infecciones se presentan de forma muy frecuente.

En nuestro artículo remedios caseros para las anginas te explicamos con detalle las mejores infusiones y soluciones naturales para reducir las molestias producidas por esta condición.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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