Ansiedad por comer: causas y soluciones

Ansiedad por comer: causas y soluciones

Nuestro cuerpo es un organismo inteligente, todo en él está diseñado para captar las señales tanto externas como internas y reaccionar en función de ellas. Por eso, la ansiedad por comer es también una consecuencia que nos demuestra que algo en nuestro interior no está funcionando como debería. Es un problema que padece mucha gente en diferentes grados, desde los típicos antojos hasta algo que llevado al extremo puede resultar grave. En ONsalus analizamos a fondo la ansiedad por comer, sus causas y sus soluciones.

¿En qué consiste la ansiedad por comer?

¿Quién no ha sentido alguna vez, al pasar por la cocina, esa tentación de abrir la nevera y coger algo de comer, incluso aunque no hayamos notado hambre anteriormente? Son impulsos aparentemente inconscientes que nos hacen sentir una necesidad imperiosa de ingerir alimentos. Pero hay que pararse y reflexionar sobre la realidad de esa necesidad y sobre sus causas.

De hecho, es posible estar obeso y, en cierta manera, desnutrido a la vez, porque en la dieta moderna, sobre todo cuando se trata de la denominada comida basura o la comida procesada, los alimentos contienen muy pocos nutrientes y demasiadas calorías. Por eso, las ganas de comer, a veces, no tienen que ver con nuestro peso, sino con lo que el cuerpo necesita y que no está obteniendo a través de la alimentación. A ello se suman los desequilibrios emocionales y la combinación puede resultar explosiva.

Causas de la ansiedad por comer

La falta de nutrientes puede ser una de las causas de la ansiedad por comer que te está afectando. Por un lado, muchos de los alimentos que consumimos han sido altamente procesados y eso conduce a una pérdida de muchos de sus nutrientes, como son los minerales, las vitaminas y las enzimas. Es el caso, por ejemplo, de los cereales refinados como el arroz y el trigo con el que se hace el pan blanco, pasteles, pastas, masa para pizzas, etc.

Por otro lado, al cocinar a altas temperaturas, es decir, cuando freímos o hervimos, el calor también puede eliminar muchos de los nutrientes que contienen los alimentos. Así que, la clave no está en cuánto comemos sino en qué comemos. Si a tu cuerpo, pese a haber ingerido alimentos, le faltan nutrientes, te seguirá pidiendo comida, porque la necesita. De ahí esa ansiedad por comer.

¿Por qué ansiamos cosas dulces, por ejemplo? Porque la glucosa es gasolina para nuestras células y la necesitamos para que nuestro cuerpo aguante el ritmo del día a día. Por otra parte, el chocolate, tan apreciado por la mayoría, contiene magnesio, algo que nuestro organismo también necesita.

Pero además se deben analizar las causas emocionales implicadas en este hábito. Mucha gente come para llenar vacíos emocionales, ya sea en momentos de aburrimiento, cuando están tristes, estresados, etc. Pero desgraciadamente, nuestras carencias emocionales no se resolverán con la comida, por eso al tener un antojo es importante preguntarse si detrás hay algún motivo emocional y si es así, es recomendable evitar la comida y focalizarse en solucionarlo.

Soluciones para dejar de comer por ansiedad

Si la ansiedad por comer nos viene por una falta de nutrientes, la mejor manera de solucionarlo es con una dieta equilibrada. Por eso en ONsalus te damos algunos consejos para conseguirla:

  • Bebe mucho líquido, porque a veces se confunde la deshidratación con el hambre. Una manera de saber si estamos deshidratados es observando nuestra orina, una persona bien hidratada la tendrá transparente, si no es así, es mala señal. Por eso, cuando te aceche un antojo, párate un momento y bebe un poco de agua, si así se te pasa el antojo será una prueba de que tu cuerpo lo que necesitaba era líquido.
  • Consume fibra a través de alimentos como las verduras verdes crudas, las frutas enteras con cáscara, cereales integrales y leguminosas como las lentejas, para evitar el estreñimiento y retrasar la absorción de azúcares en la sangre, algo especialmente positivo para personas diabéticas.
  • Ingiere alimentos con un alto valor nutricional como son las verduras, especialmente indicadas porque además aportan antioxidantes y fitoquímicos, o los pescados azules.
  • También hay alimentos y bebidas que son supresores naturales del apetito, como el té verde. Puedes ingerir 3 tazas al día de esta medida para favorecer la reducción del hambre y también la quema de grasas de forma natural.

Así que ya sabes, antes de hacer caso al impulso de comer, párate a pensar cuál puede ser el motivo de esa necesidad y así conseguirás actuar de la mejor manera.

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Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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