Ascitis: síntomas, causas y tratamiento

Ascitis: síntomas, causas y tratamiento

La cavidad peritoneal la recubre una membrana conocida como peritoneo, en esta cavidad se almacena una pequeña cantidad de fluido que ayuda a la lubricación de la pared abdominal y de los órganos, impidiendo su fricción. Este fluido se denomina líquido peritoneal que es producido por las dos capas que constituyen el peritoneo y contiene agua, anticuerpos, electrolitos, glóbulos blancos y elementos bioquímicos de los distintos metabolismos.

Si bien el líquido peritoneal es importante y siempre debe mantenerse en la cavidad peritoneal, la acumulación excesiva de este puede representar el padecimiento de una enfermedad grave y en un grado avanzado, a este trastorno se le conoce como ascitis o hidropesía. La ascitis puede ser causada por diversas enfermedades y dentro de las alteraciones que se producen suele haber un déficit de proteínas, principalmente la albúmina, y una disminución en la presión arterial de los vasos sanguíneos que conectan con el hígado.

El fluido que se filtra a la cavidad peritoneal no es siempre el mismo y dependerá del órgano o estructura afectada, por lo general el líquido puede provenir del hígado, del páncreas, del intestino, de los riñones o del flujo sanguíneo.

Esta afección se puede presentar a cualquier edad y sin distinción de sexo, aunque también depende de la patología que lo origine. Por este motivo, en ONsalus queremos informarte todo respecto a la ascitis: síntomas, causas y tratamientos.

Principales síntomas de ascitis

Dependiendo de qué origine la ascitis, la sintomatología y el tiempo en el que se manifiesten pueden variar, ya sea que se desarrollen lentamente o aparezcan de momento. Sin embargo, en muchos de los casos cuando el líquido acumulado en el abdomen es poco no se observan síntomas de ascitis, pero al aumentar este líquido el paciente puede presentar:

  • Hinchazón abdominal.
  • Distensión abdominal.
  • Dolor abdominal.
  • Disnea o dificultad para respirar, la excesiva acumulación de líquido puede presionar algún elemento del sistema respiratorio, como el diafragma.
  • Incremento del peso corporal sin razón aparente.
  • Disminución del apetito o sensación de saciedad.
  • Indigestión o malestar estomacal.
  • Náuseas o vómito.
  • Cansancio o sensación de falta de energía.
  • Tobillos hinchados, por la ganancia de peso a causa de la acumulación de líquido o por la presión sobre algunos vasos sanguíneos.
  • Dolor en la espalda baja.
  • Venas abdominales superficiales visibles, hay un aumento de la presión en las venas ocasionando el agrandamiento.

Posibles causas de ascitis

La acumulación de líquido en la cavidad peritoneal se puede producir por varias razones, muchas de ellas relacionadas con el deterioro de las funciones o complementos del hígado. Sin embargo, existen otras afecciones que originan ascitis, como enfermedades cardiacas, del páncreas o de los riñones, unas menos frecuentes que otras, pero de igual importancia para la salud, la mayoría con complicaciones serias. Algunas de las causas de ascitis más frecuentes son:

  • Consumo excesivo y prolongado de bebidas alcohólicas.
  • Haber sufrido de hepatitis C o B por un largo tiempo.
  • Trombosis en la vena porta, hay una obstrucción por coágulos que impide el correcto flujo sanguíneo en las venas del hígado.
  • Hipertensión de la vena porta, aumenta la presión sanguínea y puede filtrarse parte de esta, frecuentemente por el hígado o el intestino, acumulándose en la cavidad peritoneal.
  • Padecer de hemocromatosis, trastorno hereditario que daña primordialmente al hígado por la acumulación excesiva de hierro.
  • Insuficiencia renal y síndrome nefrótico.
  • Inflamación e infección peritoneal.
  • Pancreatitis, por alguna causa, como una lesión en el páncreas, es posible que el líquido pancreático se derrame hacia la cavidad peritoneal y se acumule en ella.
  • Inflamación de los intestinos.
  • Afectación por cáncer, principalmente el cáncer de color, gastrointestinal, de ovario, de útero, del hígado o de páncreas.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva, se debilita el corazón y disminuye la capacidad de bombeo de sangre, provocando la acumulación en ciertas partes del cuerpo.
  • Pericarditis constrictiva, al inflamarse la membrana que recubre al corazón ocasiona que el bombeo de sangre disminuya en cantidad y fuerza, con probabilidad de trombosis y la acumulación de sangre.
  • Lupus eritematoso sistémico, puede dañar las funciones de ciertos órganos, como el riñón, y producir ascitis como una complicación.
  • Algunas infecciones, entre ellas la tuberculosis y la clamidia, si son severas pueden ocasionar el deterioro de ciertas estructuras ocasionando la expulsión de líquido proteico a la cavidad peritoneal.

Tratamiento para combatir la ascitis

Para poder combatir la ascitis es necesario aliviar la afección que la ocasiona, por ello es importante que consulte a su médico ante cualquier síntoma o molestia abdominal para que se haga el correcto diagnostico y se otorgue el mejor tratamiento. Por otro lado, aunque se puede reducir el exceso de líquido en la cavidad peritoneal con otros procedimientos, si no se elimina la causa es posible que se siga produciendo la acumulación de líquido.

Si la ascitis no es grave, puede seguirse una serie de pasos para disminuir el líquido en poco tiempo, como mantener reposo acostado, ya que al estar de pie favorece la acumulación del fluido. Es aconsejable reducir el uso de sal en los alimentos y consumir bebidas moderadamente, esto ayudará a que la retención de líquidos sea menor. Dejar de ingerir bebidas alcohólicas favorecerá en el tratamiento, sobre todo si la causa es por daño hepático.

Asimismo, el médico podría recomendar el uso de diuréticos para que el exceso del líquido sea eliminado por el riñón mediante la orina. En caso de contraer una infección en el líquido peritoneal o sus complementos, será necesaria la administración de antibióticos, ya que en muchos casos no sería posible seguir con el tratamiento de la causa de ascitis si no se elimina la infección.

La mayoría de los pacientes con ascitis responden favorablemente al tratamiento antes mencionado; sin embargo, cuando este no funciona y la condición puede generar complicaciones, se recurre a métodos invasivos, entre ellos:

  • Paracentesis, consiste en extraer el exceso de líquido peritoneal mediante una aguja o sonda en la pared abdominal. Se recomienda cuando la ascitis produce mayor dificultad para respirar o comer.
  • Derivación portosistémica intrahepática transyugular o DPIT, esta técnica es utilizada si hay una obstrucción entre dos vasos sanguíneos relacionados con el hígado y para reparar la conexión entre estas venas si hay una fisura o lesión, con esto se restaura el correcto flujo sanguíneo y se evita su acumulación.
  • Trasplante, se recurre a este tratamiento para ascitis cuando el paciente no responde a los procedimientos y presenta daño severo en el órgano que favorece la acumulación de líquido en la cavidad peritoneal, como el hígado.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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