Ataques de pánico: causas, síntomas y tratamiento

Ataques de pánico: causas, síntomas y tratamiento

Los ataques de pánico son períodos repentinos de miedo intenso, un sentimiento de temor interno motivado por la sensación de que algo malo pasará. La duración de estos ataques es variable, ya que puede durar desde minutos a horas. Si se dan estos episodios de forma más o menos reiterada, entonces hablamos de un trastorno de pánico y estadísticamente lo padecen más mujeres que hombres. Aunque no se saben muy bien sus causas, este trastorno se puede tratar con especialistas a través de medicamentos y psicoterapia.

Los ataques de pánico suelen empezar a manifestarse en los adultos jóvenes antes de los 25 años pero también pueden aparecer más tarde. En ONsalus, te explicamos con detalle las causas, los síntomas y el tratamiento de los ataques de pánico.

¿Por qué se dan los ataques de pánico?

Las causas de los ataques de pánico son desconocidas. Algunas veces viene dado por razones genéticas pero no tiene por qué haber un antecedente familiar que los padezca. Se trata de un sentimiento que aparece de forma súbita y sin previo aviso ni desencadenante concreto. Recordar alguna crisis del pasado puede provocar un nuevo ataque.

A parte del factor genético, existen otros factores de riesgo como:

  • Consumo de sustancias que alteran el sistema nervioso, como los estimulantes. El síndrome de abstinencia de alcohol o tabaco también pueden dar pie a ataques de pánico.
  • Padecimiento de enfermedades de tiroides o arritmias.
  • Tendencia a tener ansiedad y a interpretar fácilmente situaciones como peligrosas o amenazantes.

Síntomas de los ataques de pánico

Los episodios vienen acompañados de algunos de los siguientes indicadores:

  • Sensación de angustia, miedo a morir. También se siente miedo a perder el control y a padecer una muerte inminente.
  • Mareo y desmayos.
  • Náuseas.
  • Entumecimiento y hormigueo en manos, pies o cara.
  • Palpitaciones, latidos rápidos e irregulares del corazón.
  • Sudor excesiva.
  • Temblor y estremecimiento.
  • Sensación de irrealidad. La desrealización es la percepción del mundo exterior como desconocido, de estar en un sueño o ver a través de un velo.
  • Despersonalización, la sensación de estar separado de sí mismo, fuera del cuerpo.
  • Sofocación.
  • Sensación de asfixia o ahogo.

Prevención

En caso de tener tendencia a experimentar episodios, se aconseja llevar una vida tranquila y sin mucho estrés:

  • Comer a horas regulares.
  • Practicar ejercicio.
  • Dormir 8 horas diarias.

Estas se consideran algunos de los hábitos que todas las personas deberíamos adquirir y que facilitan un buen estado físico y mental durante el día.

Así mismo, es recomendable evitar:

  • Bebidas alcohólicas.
  • Tabaco y café. Evitar tomar cualquier sustancia que contenga estimulantes como la cafeína o la nicotina.
  • Drogas. Sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

¿Qué hacer cuando empieza un ataque de pánico?

Cuando se empieza a experimentar un ataque de pánico se recomienda respirar de forma lenta y abdominal. Se puede utilizar una bolsa para reducir la hiperventilación, soltando el aire en su interior e inspirándolo de nuevo.

Estos son cuatro sencillos pasos que puedes realizar si experimentas un ataque de pánico:

  • Relájate. Presta atención a tu respiración, y esfuérzate en que sea lenta y profunda. Trata de concienciarte, a la vez que respiras, de que no estás sometido a una situación que implique un peligro real.
  • Para los pensamientos negativos. Repetir interiormente, a la vez que te centras en la respiración, algo como "basta", hará que te conciencies más sobre la necesidad de detener dicho estado y la necesidad de recuperar la normalidad de tu cuerpo y tus pensamientos. Por ello, es otra forma de interrumpir el proceso en el que nos encontramos
  • Utiliza frases que te tranquilicen. Continuando con la respiración profunda y relajada, y después de repetirte interiormente "basta", di una frase para ti mismo que sea motivadora, como por ejemplo: "se trata de algo pasajero que yo puedo controlar, estoy bien".
  • Acepta tus emociones. Identifica y acepta aquello que provoca miedo y trata de entender el por qué. Si el temor es, por ejemplo, a hablar frente a un público, se trata de algo razonable, pero también sabemos que somos capaces de realizar dicha tarea, tan solo necesitamos convencernos.

Tratamiento

El tratamiento general del trastorno de pánico se basa en la administración de medicamentos y el seguimiento de un tratamiento psicológico a manos de especialistas. Entre los medicamentos que se suelen recetar encontramos:

  • Antidepresivos, llamados inhibidores selectivos de la serotonina o ISRS. Un ejemplo de este tipo de antidepresivos es la sertralina.
  • Sedantes, para relajar. Se utilizan durante un breve período de tiempo debido a que generan dependencia.
  • Anticonvulsivos. Se utilizan para casos graves.

En lo que la psicoterapia se refiere, servirá para adquirir las herramientas necesarias con el objetivo de gestionar el estrés, la ansiedad y el sentimiento de miedo cuando se presenten los síntomas.

Por otro lado, también es muy recomendable recurrir a algunas plantas medicinales que nos ayudan a relajarnos y que pueden resultar útiles para reducir los nervios y la ansiedad.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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