Con el nombre de bocio se conoce el aumento de tamaño de la tiroides, una glándula endocrina que se encuentra por encima de la clavícula, justo debajo de la nuez. Su cometido es almacenar y liberar las hormonas tiroideas, encargadas de regular nuestro metabolismo corporal, lo que les da un papel muy importante.
Cuando esta glándula aumenta de tamaño sin ir acompañada de otros problemas más graves como hipertiroidismo, hipotiroidismo o cáncer, es decir, sufre un proceso inflamatorio no tóxico, se denomina bocio simple. En este artículo de ONsalus encontrarás las causas, síntomas y tratamiento de esta afección.
Causas del bocio simple
El bocio simple puede aparecer por muchas causas distintas, puesto que no existe para ello un patrón específico. Generalmente, la causa es desconocida. Sin embargo, a menudo se atribuye esta afección a la falta de yodo en la dieta. Cuando esto ocurre, la glándula tiroides no es capaz de generar la suficiente hormona tiroidea que el organismo necesita, y lo compensa aumentando su tamaño.
En ciertas áreas geográficas del mundo, especialmente alejadas de la costa marítima, el yodo presente en el agua y en el suelo es deficiente, de manera que su alimentación carece de este mineral. En estas zonas, el porcentaje de bocio en la población es mayor que en el resto del mundo. Por este motivo, se comercializan productos yodados que proporcionan el yodo suficiente a la dieta.
Otros factores que pueden influir en la aparición de bocio son:
- Tener antecedentes familiares de bocio.
- Ser mujer.
- Tener más de 40 años de edad.
- Tomar ciertos fármacos como el litio o la aminoglutetimida.
- La ingesta de sustancias que favorezcan su aparición, como tabaco, exceso de yodo, aceites de soja, de girasol, de nueces, de cacahuete.
Síntomas del bocio simple
El síntoma más visible del bocio simple es el aumento del tamaño de la glándula tiroides. Este crecimiento puede abarcar desde un pequeño nódulo hasta una tumoración grande y molesta en el cuello.
Generalmente, no suelen aparecer más síntomas que este, pero el agrandamiento de la tiroides puede provocar, en algunas ocasiones, una presión sobre la tráquea y el esófago que origine:
- Dificultades respiratorias, en especial al acostarse boca arriba.
- Tos y ronquera.
- Dificultades para tragar la comida, sobre todo sólida.
Cuando el bocio es muy grande, puede producirse una inflamación en las venas del cuello y ligeros mareos al levantar los brazos por encima de la cabeza. Por ese motivo, en el diagnóstico, el médico puede pedirte que realices este movimiento, además de palparte el cuello. Por otro lado, puede recurrir a exámenes de sangre para medir la actividad tiroidea y ecografías de la tiroides para buscar áreas anormales en la glándula.
Tratamiento del bocio simple
Solo será necesario tratar el bocio si este produce síntomas. Algunas de las medidas que pueden tomarse son las siguientes:
- Si se debe a una deficiencia de yodo, se administrarán pequeñas dosis de yodo Lugol o yoduro de potasio para incrementar los niveles en el organismo.
- Puede recurrirse a yodo radioactivo para encoger la glándula, especialmente si está produciendo excesiva hormona tiroidea.
- Si existe hipotiroidismo, deberá tratarse con suplementos de hormona tiroidea en pastillas.
- También existe la posibilidad de realizar cirugía tiroidectomía para extirpar toda la tiroides o parte de la misma.
El bocio simple puede desaparecer de modo espontáneo o seguir aumentando de tamaño. Si esto último ocurre, podría derivar en hipotiroidismo o incluso volverse tóxico, produciendo demasiada hormona tiroidea y ocasionando hipertiroidismo. En ONsalus te aconsejamos que no dudes en visitar al médico si experimentas una hinchazón notable en la parte frontal del cuello.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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