Bolas de bichat: qué son, función y operación

Las bolas de Bichat o cuerpos adiposos bucales son dos estructuras de grasa que están en ambas mejillas. Están ubicadas precisamente entre dos músculos: el masetero y el buccinador. Están rodeadas de estructuras muy importantes: la glándula parótida, arterias y el nervio facial.

Son más pronunciadas durante la infancia para ir reduciendo su tamaño con el crecimiento.

Debido a que últimamente se ha puesto de moda la cirugía de las bolas de Bichat, muchos se han tentado a pronunciar que no sirven para nada. Que alguien no conozca su función no significa que sean inútiles, porque por algo están allí, ¿verdad? Nuestro cuerpo está demasiado bien diseñado como para que hayan cosas de sobra, que decidamos prescindir de ellas con fines estéticos, es otra cosa.

La función de las bolas de Bichat más conocida es servir de amortiguación durante los movimientos de masticación, como lubricación entre estos y los músculos que están más profundos. Los músculos de la masticación son de los más fuertes que tenemos en el cuerpo, su acción es prácticamente permanente durante todo el día, con lo cual cuidar las estructuras que están a su lado (nervios, arterias, parótida) se convierte en una necesidad, la cual está facilitada por estas bolas de tejido graso.

Otra de las funciones es aportar calor, como todo tejido graso, con lo que favorece el equilibrio térmico en la cabeza.

Por otro lado, se ha descubierto que su tejido tiene una capacidad de regeneración única debido a que pueden obtenerse de él células madre. Este tipo de tejido es muy útil para ayudar a reparar lesiones odontológicas o faciales, con lo cual es prudente conservarlo en caso de una futura necesidad.

La operación de las bolas de Bichat, también conocida como bichectomía, puede realizarse con distintos objetivos:

Estéticos

La extirpación de este tejido a veces se realiza para modificar los rasgos faciales en personas que desean un rostro más delgado o mujeres que sienten que las mejillas prominentes les dan rasgos más bien masculinos.

Cirugías de feminización

Se trata de procedimientos quirúrgicos que se realizan para que un rostro masculino se asemeje más a uno femenino. Suele indicarse en personas transexuales que, para cambiar las características de su rostro, recurren a distintos procedimientos, entre ellos, la cirugía de las bolas de Bichat.

Resolver problemas bucodentales

En estos casos, se utilizan las propiedades de células madre que tienen la posibilidad de diferenciarse y ayudar a cerrar heridas importantes. Para esto mismo, pueden usarse otras zonas de tejido graso, pero la facilidad de realizar todo el procedimiento desde la boca hace que las bolas de Bichat sean un tejido fácil de utilizar.

Reconstrucción facial

En algunos casos, puede necesitarse usar las bolas de Bichat para reconstruir una lesión en la cara o para rellenar una zona donde falta tejido, como puede suceder a causa de un accidente.

La bichectomía es una cirugía que suele realizarse por dentro de la boca, tanto con anestesia local como general, dependiendo más bien del objetivo de la cirugía y si se suma a otros procedimientos quirúrgicos.

Se usa anestesia local cuando solo se necesita trabajar dentro de la boca, como en el caso de cirugías bucodentales o bien cuando solo se desea extraer ese tejido adiposo con fines estéticos.

En cambio, puede requerirse anestesia general cuando la resección de las bolas de Bichat se suma a otros procedimientos (como en el caso de feminización o reconstrucción de lesiones faciales).

Se suele colocar una sustancia que reduce el sangrado momentáneamente para luego hacer una pequeña incisión en la zona interna de la mejilla. A veces, puede realizarse la cirugía por la zona externa de la mejilla, sobre todo, si se asocia a otra cirugía en esa zona, como por ejemplo un lifting.

El trabajo debe ser cuidadoso, ya que cerca de las bolas de Bichat hay estructuras muy importantes como la parótida, arterias y el nervio facial. Tocarlos o lastimarlos puede traducirse en complicaciones serias, como alteraciones en la salivación, sangrado o parálisis facial.

Cuando el fin es odontológico, pueden bastar muy pequeñas porciones de las bolas, con lo cual la apariencia del rostro no cambia. Con fines estéticos, la cantidad de material que se extraiga dependerá de cuánto se quiera estrechar las mejillas. Cuando la extirpación se necesita para reconstruir, las cantidades son variables y si se trata de grandes resecciones, debe hacerse en ambos lados de la cara para conservar la simetría del rostro.

Una vez que se ha retirado la cantidad de tejido adiposo que se desea y se ha controlado la hemorragia, se cierra la incisión.

Los días posteriores pueden aparecer hematomas, inflamación y dolor que pueden tratarse con compresas frías y analgésicos. A veces, puede indicarse antibióticos.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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