Cómo cerrar los poros abiertos de la nariz

Cómo cerrar los poros abiertos de la nariz

Los poros son pequeños orificios en la piel que cumplen varias funciones, siendo la más importante la transpiración. Todos tenemos millones de poros en nuestra epidermis (la capa más externa de la piel), sin embargo hay personas a las que se le notan más, sobre todo en mejillas y nariz. ¿Por qué ocurre esto? Los poros son de diferente tamaño dependiendo de los genes, pero cuando decimos que alguien tiene “poros abiertos” es porque están dilatados. Esto ocurre porque se acumulan secreciones sebáceas y hacen que tiendan a abrirse. Si la piel tiene muchas impurezas las secreciones no podrán salir al exterior y se acumularán lo que puede provocar los poros abiertos e incluso acné. Los poros abiertos son más un problema estético y tienen fácil solución. En este artículo de ONsalus te contamos cómo cerrar los poros abiertos de la nariz.

Exfoliación

La exfoliación es el paso principal para poder cerrar los poros abiertos de la nariz. Como hemos dicho, la acumulación de secreciones sebáceas hace que los poros se dilaten y por eso los vemos más. Para ello es necesario limpiar el rostro, pero para que la limpieza sea en profundidad necesitamos una exfoliación.

Además, realizando exfoliaciones de vez en cuando evitaremos que las células muertas de la piel y la suciedad obstruyan los poros, lo que puede causar no solo poros más dilatados sino también puntos negros y acné.

Hoy en día adquirir un exfoliante es muy sencillo y lo puedes encontrar en la farmacia, en las droguerías o incluso en el supermercado, en la sección de droguería. Los hay más o menos naturales dependiendo de su composición y más o menos caros, por lo que no será un problema encontrar el tuyo.

Es importante, eso sí, saber el tipo de piel que tenemos ya que si tendemos a las rojeces o tenemos la piel sensible es recomendable escoger uno que no sea demasiado agresivo.

También podemos hacernos uno en casa cuando queramos exfoliarnos la piel. Para ello solo tienes que mezclar un poco de aceite (por ejemplo de almendras) con azúcar o sal hasta que quede una pasta húmeda y repartirlo por el rostro en movimientos circulares. Si tienes la piel grasa puedes sustituir el aceite por agua.

Lo suyo es realizar dos o tres exfoliaciones a la semana, pero si tienes la piel sensible o eres demasiado perezoso/a para ello con una bastará. Eso sí, no lo dejes pasar.

Baños de vapor

Los baños de vapor son ideales para abrir los poros y limpiarnos en profundidad. Puedes realizar un baño de vapor antes de la exfoliación para que tus poros se abran y sí poder arrastrar toda la suciedad en profundidad después. No te preocupes, después del baño de vapor los poros vuelven a su estado natural.

Para realizar un baño de vapor hierve un poco de agua y cuando empiece a entrar en ebullición apágala. Tienes que hacerlo rápido, antes de que el agua enfríe. Colócate una toalla encima de los hombros y acerca tu rosto al cazo sin quemarte. Ahora utiliza la toalla para tapar tu cabeza y no dejar salir el vapor. Puedes estar un rato largo, aunque el agua se irá enfriando y poco a poco los vapores irán disminuyendo. Después aclara tu rostro con agua tibia y seca con cuidado.

Mascarillas

Tras el baño de vapor y la exfoliación tus poros estarán abiertos y limpios por lo que es un buen momento para aplicar tratamientos, ya que penetrarán mucho mejor en tu piel. Por eso es recomendable utilizar mascarillas, como por ejemplo las de arcilla, que ayudan a eliminar el acné y absorber el exceso de grasa. Además hay mascarillas específicas para reducir el tamaño de los poros o incluso para hidratar la piel. Hay muchos tipos de mascarillas y puedes elegir la que mejor convenga.

Hay mascarillas peel-off que son aquellas que se dejan secar y se retiran como si nos estuviésemos quitando la piel. Otras en cambio se aplican con una brocha y se retiran con agua tibia. Y hay un tercer tipo que son aquellas que vienen en papel o toallas impregnadas con el producto y tienes que colocarlas sobre tu rostro. Sigue siempre las instrucciones del fabricante para su aplicación, tiempo de reposo y aclarado si fuese necesario.

En el siguiente artículo te hablamos sobre los beneficios de la mascarilla de miel para la cara.

Rutina de limpieza

La rutina de limpieza es muy importante y no nos referimos solo a lavarse la cara por las mañanas. Lo normal es que encendamos el grifo mojemos nuestras manos y frotemos el rostro. Esto está bien, pero sería mucho mejor acompañarlo de un limpiador facial. Aunque cambiemos las sábanas de la cama habitualmente la almohada se llena de suciedad cada noche y esta acaba en nuestra piel aunque no nos demos cuenta. Además, aunque no uses maquillajes el aire de la calle ensucia nuestra cara.

Si además usas maquillaje, es importante limpiar bien el rostro y desmaquillarlo como es debido cuando llegues a casa. No por la noche, sino cuando vayas a estar en casa. Es mejor limpiarlo cuanto antes. Utiliza un desmaquillante para el rostro y acompáñalo de un limpiador fácil (puede ser el mismo que usaste por la mañana). Procura que tu cara quede bien limpia. Después de esto aplica la crema hidratante, pues la piel necesita hidratación.

Puedes usar desmaquillantes líquidos, en jabón, específicos para el tipo de piel que tengas. Lo que no es muy recomendable son la toallitas desmaquillantes, ya que no realizaran una limpieza profunda. No obstante, son mejor que nada.

Además de esto puedes incorporar la rutina de limpieza fácil que hemos propuesto en este artículo (baños de vapor, exfoliación y mascarilla) dos veces a la semana. Después de esta rutina fácil utiliza una crema hidratante y listo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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