Cómo controlar un ataque de ansiedad

Cómo controlar un ataque de ansiedad

Las estadísticas sobre la ansiedad en la población hablan por sí solas ya que, según los estudios sobre este trastorno, un 10 por ciento de la población lo ha sufrido alguna vez en su vida y un 5 por ciento de forma reiterada con diferentes niveles de frecuencia e intensidad.

En el caso de que se haya padecido y superado una crisis de ansiedad por alguna circunstancia en especial, no es necesario ir al médico. Por el contrario, si se padece de forma habitual o se presenta sin motivo aparente repercutiendo en la vida cotidiana, es aconsejable acudir al médico. El especialista podrá elaborar un diagnóstico, así como prescribir algún tipo de medicación, si lo cree conveniente, o derivar el caso a otros especialista más específico.

En cualquier caso y dado que es primordial conocer, a priori, la importancia de prevenir, identificar y controlar la ansiedad a continuación, en este artículo de ONsalus, expondremos una serie de recomendaciones sobre cómo controlar un ataque de ansiedad.

Causas de los ataques de ansiedad

Son muchas las posibles causas de un ataque de ansiedad y a veces puede darse por miedo a una situación que es normal que provoque esta reacción, pero otras veces puede darse porque hay una reacción exagerada o sobrereacción a una situación a la cual, en realidad, no es necesario dar tanta importancia. Suele ser en este último caso cuando las crisis se repiten con más frecuencia y, por lo tanto, hay que acudir al médico para tratar el problema. Independientemente del tipo de ataques ansiosos que sean, las causas más comunes de estos son las siguientes:

  • Situaciones o eventos importantes o cruciales.
  • Tomar demasiado café o té.
  • Consumir drogas estimulantes.
  • Dejar de tomar medicamentos. Por ejemplo, dejar de tomar medicamentos para tratar la ansiedad o la depresión de golpe, sin un reajuste pautado por el médico.
  • Padecer estrés elevado o de forma continua.
  • Enfermedades
  • Por último, existe un factor de genética y antecedentes familiares.

Síntomas de una crisis o ataque de ansiedad

Conocer los síntomas de un ataque de ansiedad es algo básico para detectar a tiempo la crisis. Así, entre los signos de este problema encontramos los siguientes:

Síntomas fisiológicos de un ataque de ansiedad

  • Taquicardia o aumento de la frecuencia cardíaca (palpitaciones) y, por lo tanto, tensión arterial alta.
  • Tensión muscular, temblores o sacudidas.
  • Sudor frío o caliente y, por lo tanto, sentir escalofríos o sofocos.
  • Sensación de presión en el pecho.
  • Sensación de falta de aire o ahogo.
  • Molestias abdominales, náuseas.
  • Vértigo o mareo.
  • Hiperventilación como consecuencia del aumento de la frecuencia respiratoria.
  • Desmayo y pérdida de consciencia debido a la hiperventilación.
  • Agarrotamiento muscular, sobre todo, en las extremidades.
  • Sensación de hormigueo en manos y pies, entumecimiento.

Síntomas cognitivos o motores de una crisis de ansiedad

  • Hiperactividad.
  • Dificultad para expresarse verbalmente y/o tartamudeo.
  • Paralización motora.
  • Preocupación e inseguridad.
  • Sensación de pérdida de control.
  • Movimientos torpes o descontrolados.
  • Miedo a los propios síntomas, pues se puede confundir con un ataque cardíaco o una asfixia.

Cómo controlar una crisis de ansiedad

Si te preguntabas cómo controlar un ataque de ansiedad, ya has visto que es muy importante reconocer bien cuáles son sus síntomas para poder diferenciar este problema de otros con algunos síntomas similares. Una vez se identifica la crisis de ansiedad hay que seguir una serie de pautas para conseguir controlarla, calmarse y volver a sentirse bien:

  • Ser consciente de que se trata de un estado de nerviosismo anormal y que, por tanto, la respuesta de miedo es desproporcionada.
  • Pensar que no se trata de un ataque cardíaco o una asfixia y que su salud está bien. De este modo, se podrá tranquilizar y eliminar la angustia ante los síntomas.
  • Controlando la respiración se logrará mitigar la hiperventilación y, en consecuencia, las sensaciones que experimenta y el miedo a ellas.
  • Para controlar la respiración hay que colocarse en una posición cómoda, ya sea de pie o sentado, poner una mano en el pecho y la otra en el abdomen. Empezar a respirar como se hace normalmente cuando se está tranquilo, inspirar por la nariz hasta que el aire llegue a la parte baja de los pulmones, notando como se eleva la mano colocada en el abdomen, y seguidamente, percibir como se eleva la mano sobre el pecho, retener el aire unos segundos y soltarlo suavemente notando como se vacían los pulmones y descienden las manos. Es recomendable repetir el ejercicio hasta experimentar una relajación óptima.
  • Mientras se recupera el ritmo respiratorio, es fundamental prestar atención a los cambios positivos que se están experimentando y motivarse con la idea de que la salud está bien.
  • Si es otra persona quien sufre el ataque de ansiedad y necesita nuestra ayuda, hay que captar su atención y hacerle entender que está sufriendo una crisis. Recordarle que no debe temer por su salud, ayudarle a controlar la respiración y hacerle ver sus progresos en la mejora de sus síntomas. Durante todo el proceso, es muy importante motivar y reforzar a la persona.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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