Cómo eliminar un grano que no desaparece

La piel del rostro puede verse afectada por diferentes lesiones. Si bien lo más común es el acné, hay lesiones que pueden parecerse pero no lo son y, por lo tanto, un "grano" puede parecer durar más tiempo de lo habitual.

Entre las causas de granos que no desaparecen, se encuentran:

• Quiste epidermoide: suele encontrarse en la cara, en el cuello o la parte alta del tórax, mide de 1 a 5 cm y es superficial, del mismo color de la piel o rosado-blanquecino. Se trata de una obstrucción en un folículo piloso, con lo cual por debajo va creciendo un quiste con acumulación de material blanquecino y maloliente (similar al queso), que puede verse si se exprime.
• Quiste de millium: puede ser único o haber múltiples, es una estructura muy pequeña (1 a 2 mm) y suele ubicarse en el los párpados o las mejillas, es más superficial que los otros quistes y se ve como un granito blanquecino. Puede ser congénito (estar desde el nacimiento en los bebés), aparecer sin más o relacionarse con otras enfermedades (epidermólisis ampollosa, porfiria cutánea tarda, quemaduras o tratamientos con corticoides y láseres).
• Quiste sebáceo: se ubica en el cuero cabelludo casi siempre y crece a partir de una glándula sebácea (la que secreta el lubricante de la piel y el cabello).
• Acné vulgar: en dos casos de acné, podemos notar que un granito dura más tiempo de lo común. Si un grano fue exprimido se genera una reacción inflamatoria que puede dar lugar a una infección. Si esta es importante, en la zona puede quedar una cicatriz, que genera una dureza donde primeramente apareció el comedón y puede parecer que el grano no desaparece. Por otro lado, cuando los granitos son internos (es decir, que no tienen salida al exterior), suelen doler y durar un poco más de tiempo que el acné que sí tiene salida al exterior, ya que suelen infectarse.

Como primera medida, es importante la consulta con un/a especialista en dermatología, ya que será quien pueda determinar de qué tipo de lesión se trata y cuáles son los posibles tratamientos. Un diagnóstico a tiempo evitará que pruebes distintas posibles soluciones, que muchas veces no te llevarán a desaparecer el grano que te molesta sino, lo que es aún peor, puede generar que en su lugar quede alguna marca.

Cualquiera que sea tu caso, no aprietes el grano que te está molestando, ya que lo más probable es que si lastimas esa zona, queden manchas o cicatrices en su lugar.

• En el caso del acné, se puede recurrir a distintas terapias, entre ellas: limpiezas más frecuentes, exfoliación, protección solar, evitar cosméticos comedogénicos, uso de medicación local específica. La indicación de uno u otro dependerá del tipo de acné, de su gravedad y de los tratamientos previos que hayas realizado.
• En el caso de los quistes de millium, los más pequeñitos y superficiales, también son convenientes las limpiezas y exfoliaciones, pero no se podrá eliminar si no se realiza una evacuación del mismo. Es un procedimiento muy sencillo, pero debe ser realizado con cuidado para que no persista una cicatriz en su lugar.
• Los quistes epidérmicos y sebáceos deben ser eliminados quirúrgicamente. Extirparlos junto con su cápsula es la única manera de lograr que no vuelvan a aparecer debido a que si quedan remanentes, se da la posibilidad de crezcan otra vez. Esto debe ser realizado por un/a profesional con experiencia, ya que al ser lesiones un tanto profundas de la piel, pueden quedar cicatrices que serán igual o más molestas estéticamente que el propio quiste.

Como se ha visto, los granos enquistados o ciegos pueden ser debidos a acné sin salida al exterior o bien tratarse de quistes que hay que extirpar. Cuando lo que tienes solo es acné, puedes poner en práctica los siguientes consejos:

• Nunca exprimas el grano, solo generarás más inflamación y dejarás marcas.
• Limpia tu rostro: dos veces al día es lo más adecuado, intenta utilizar jabones neutros y sin perfume.
• Puedes tomar baños de vapor en el rostro: después de que hierva el agua, deja que se enfríe un poco y, cubriéndote con una toalla, recibes el vapor durante unos 5 o 10 minutos. Luego, lava tu rostro con agua fría. El calor ayudará a limpiar los poros, el frío ayuda a cerrarlos y a mejorar la circulación en la zona.
• Exfolia tu rostro: una vez a la semana, puedes usar café molido para exfoliar tu piel. Masajea suavemente durante 5 minutos y enjuaga. En el siguiente artículo, puedes ver cómo hacer otras mascarillas exfoliantes para la cara.
• Flor de caléndula: úsala para hacer una infusión y limpiar con ella tu cara. Es antiinflamatoria, ayuda a la limpieza y regeneración de la piel.
• Mascarilla con bicarbonato: mezcla 2 cucharadas de bicarbonato con 2 de agua y expárcela por tu rostro, es excelente para limpiar y puroficar los poros. Luego de 15 minutos enjuaga y aplica aceite de coco u oliva para hidratar.

Puedes ver más tratamientos naturales en el artículo Cómo eliminar granos internos con remedios caseros.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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