Cómo tomar probióticos con antibióticos

Cómo tomar probióticos con antibióticos

Pareciera que los probióticos vienen a salvar nuestros intestinos, ya que se ha demostrado que pueden tener buen efecto cuando la flora normal está alterada. Es común tomarlos durante un tratamiento con antibióticos, pero déjame decirte que su efecto positivo dependerá de la manera en que se tomen, del tipo de probiótico que se ingiera, si se toman juntos o separados a los antibióticos y de cómo esté tu salud.

A continuación, encontrarás en este artículo de ONsalus todo lo que necesitas saber acerca de cómo tomar probióticos con antibióticos.

Qué son los probióticos

Para entender qué es un probiótico, primero, debes saber qué es la flora intestinal. Tu intestino a través de la gran cantidad de metros que mide es todo un ecosistema. En él, conviven numerosas especies diferentes de microorganismos bacterianos que tienen diversas funciones como:

  • Ayudar a degradar el alimento.
  • Transformar nutrientes.
  • Favorecer la absorción de los nutrientes.
  • Sintetizar vitaminas.
  • Mantener la inmunidad.

Los probióticos son sustancias compuestas por bacterias u hongos que favorecen el mantenimiento del adecuado ecosistema de tu flora intestinal. De esa manera, ayudan a que todas las funciones que desempeña tu flora se cumplan de manera adecuada.

Pueden incorporarse en la dieta, ya que hay alimentos probióticos, pero también pueden utilizarse como suplementos o bien administrarse en casos donde la flora intestinal corre peligro. Esto último sucede cuando realizas un tratamiento con antibióticos.

Cómo tomar probióticos con antibióticos correctamente

Como te he comentado, los antibióticos pueden generar que las bacterias de tu intestino se alteren y sus funciones ya no se produzcan de manera adecuada. Estos fármacos tienen la propiedad de destruir bacterias supuestamente nocivas para tu salud, pero por el camino también se llevan consigo parte de tu flora intestinal.

En ese caso, suelen aparecer síntomas tan molestos como:

  • Diarrea.
  • Dolor abdominal.
  • Hinchazón abdominal.
  • Gases.
  • Indigestión.

Es por ello que últimamente cada vez más se escucha acerca de los beneficios de complementar un probiótico a un tratamiento antibiótico.

¿Son todos los probióticos iguales?

Realmente no. Existen distintos tipos de probióticos según su origen y los microorganismos que los forman, de ahí que no actúen de la misma manera en tu tracto gastrointestinal. Es por ello que no todos se administran de la misma manera, más aún en conjunto con antibióticos.

  • Fermentos naturales: existen muchas clases de fermentos naturales. Los ejemplos más conocidos son el chucrut, el kéfir, la kombucha, el yogur. Algunos son útiles en casos de disbiosis bacteriana y otros no.
  • Probióticos comerciales: existen preparados producidos por la industria farmacéutica. Algunos son formados por bacterias como el Lactobacillus rhamnosus, otros por esporas de Bacillus clausii y también opciones compuestas por levaduras como el Saccharomyces boulardii C.

¿Cuál es la mejor forma de tomar probióticos con antibióticos?

Esto depende del probiótico que desees consumir. Por regla general, es conveniente consumirlos separados por al menos dos horas. Esto es así para:

  • Facilitar la digestión del antibiótico.
  • Si el probiótico es bacteriano, no sea inhibido por el antibiótico.

Para que el probiótico que escojas tenga el mejor efecto, te recomiendo que:

  • Los consumas en pequeña cantidad.
  • Los incorpores al almuerzo, ya que al mediodía la digestión es mejor.
  • Los alimentos que acompañen al probiótico sean livianos y fáciles de digerir.

¿Todos podemos tomar probióticos?

Los probióticos suelen indicarse cuando se detecta una disbiosis, es decir, una alteración de la flora propia. A veces, se sugiere su uso cuando se indica un tratamiento antibiótico, pero debes saber que la mejor manera de mantener la flora intestinal saludable y normal es a partir de la alimentación. En el siguiente artículo, puedes ver qué alimentos ayudan a mejorar la flora intestinal.

Tus hábitos alimenticios, de sueño, la manera en que manejas el estrés, cómo gestionas tus emociones y cómo trabaja tu mente, son los pilares que mantienen tu salud o que, por el contrario, la deterioran. Si mantienes buenos hábitos, tu digestión será buena y, en consecuencia, tu flora intestinal, normal.

En cambio, si consumes una excesiva cantidad de alimentos poco saludables (procesados, conservas, carnes, harinas, azúcar, alcohol, etc.), es más probable que tu digestión no sea apropiada y, en consecuencia, se altere la flora. En este caso, el efecto de los probióticos probablemente no será el que esperas. Puede reestablecerse parcialmente tu flora, pero si además del antibiótico, continúas ingiriendo alimentos poco saludables o no descansas bien, será poco el tiempo que dure su efecto.

Y hay un detalle bastante importante, si tus defensas están muy bajas no deberías tomar probióticos. Lo mejor es consultar a tu médica o médico de cabecera para tener la seguridad de que es un complemento apto para ti.

¿Cuándo se toman los probióticos, antes o después del antibiótico?

Como te he comentado, los antibióticos precisamente atacan bacterias. Entonces, si el probiótico que has elegido está hecho a base de bacterias es posible que el antibiótico también destruya esos microorganismos benéficos.

Esto es aún más marcado cuando la dosis de antibiótico es alta, se trata de un antimicrobiano de amplio espectro (es decir que ataca a numerosas bacterias distintas) o el tratamiento se extiende por tiempo prolongado.

Como recomendación general, es conveniente que ingieras el probiótico junto con la comida principal al mediodía y separes la toma del antibiótico por al menos dos horas. Si es más tiempo, mejor.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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