Consejos para detectar un lunar maligno

Consejos para detectar un lunar maligno

Los melanocitos son células que se encuentran en la epidermis y que tienen la función de producir melanina, un pigmento de color pardo que es responsable de bloquear los rayos ultravioletas para evitar que se dañe el ADN de la piel expuesta al sol. Los lunares son el resultado de la acumulación de células melanocitos en determinadas parte del cuerpo, las cuales, al crecer de manera agrupada, dan lugar a la mancha.

Los lunares pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en el tronco, la espalda y los brazos. Estas manchas pueden estar compuestas por células benignas o malignas, siendo estas últimas la responsables del cáncer de piel. Ante la presencia de un lunar, es importante analizar ciertas características del mismo, como su tamaño, forma y color para identificar a tiempo su posible malignidad. Por esta razón, en este artículo de ONsalus te ofrecemos algunos consejos para detectar un lunar maligno.

Lunares viejos o de nacimiento

Las personas pueden nacer con lunares o tener manchas en la piel que los han acompañado casi toda su vida. Estos lunares, por más antiguos que sean, no son del todo inofensivos, ya que como cualquier parte de nuestro cuerpo, pueden experimentar cambios que modifiquen su estructura física y celular. Por lo tanto, el primer consejo para detectar lunares malignos que te ofrecemos es estar atento a cualquier cambio en el color, tamaño y textura de todos los lunares de tu cuerpo.

Si llegaras a notar que alguno de tus lunares ha cambiado repentinamente su color o su forma es importante que acudas al dermatólogo para que a través de un examen de la piel determine qué procesos están haciendo que dicha mancha se torne diferente. Cuando tenemos lunares en zonas difíciles de observar por nosotros mismos, como la espalda, conviene pedir a una persona de confianza que revise, al menos una vez al mes, si ha habido algún cambio en la apariencia de dichas manchas.

El lunar es asimétrico

Para detectar un lunar maligno es importante estar atentos a la forma del mismo, ya que por lo general estas lesiones cutáneas suelen ser asimétricos, es decir, no son completamente redondos y tampoco son ovalados.

Para analizar correctamente este rasgo, conviene detallar las dos mitades del lunar, las cuales son totalmente distintas en casos de malignidad. Esta característica es muy común en los melanomas, por eso los lunares asimétricos son considerados peligrosos.

Analiza los bordes del lunar

Los bordes de un lunar benigno son totalmente lineales, en cambio, los lunares malignos presentan bordes irregulares o no definidos.

Es importante estar atento si no se puede observar con claridad el inicio y el final del lunar, es decir, verificar si el lunar se dibuja en la piel sin poder determinar los límites de su extensión.

Los lunares benignos no causan síntomas

Para detectar un lunar maligno, también hay que estar pendiente de cualquier síntoma que la lesión pueda manifestar como comezón, dolor o inflamación. También puede ocurrir que los cambios celulares causen sangramiento, supuración o úlceras.

Estos síntomas pueden presentarse tanto en lunares nuevos como en lunares viejos, por lo tanto, siempre es importante consultar con un especialista médico para descartar cualquier complicación.

Lunar nuevo, ¡cuidado!

La piel puede cambiar de un día para otro, por eso es tan importante estar atentos al ducharnos de cualquier manifestación nueva y extraña que pueda aparecer. Algunos lunares aparecen de manera repentina, hoy no lo tenemos, mañana sí, y esto es uno de los principales signos de malignidad, sobre todo si la nueva lesión comienza siendo de un color y de pronto se torna color negro oscuro.

¿De qué color es tu lunar?

Hay lunares marrones, naranjas, rosados, negros y de muchos colores a la vez. ¿Cuáles son los peligrosos? Aquellas lesiones que presentan más de un tono o que llaman la atención de la vista por ser muy negros, casi más oscuros que el azabache.

Los lunares benignos, en cambio, se caracterizan porque su tono es homogéneo y no presenta modificaciones en ninguna parte de la mancha, ni siquiera en sus bordes.

El tamaño sí importa

Lo normal es que un lunar mida hasta 1 centímetro de diámetro, por lo tanto, todos aquellos lunares que sobrepasan esta medida se consideran de cuidado. También es importante observar detalladamente si algún lunar viejo ha presentado cambios o está creciendo poco a poco. En algunos casos de malignidad, los lunares pueden aumentar su diámetro de forma muy rápida.

Cómo saber si un lunar es benigno

Para aprender a detectar un lunar maligno también, es importante reconocer las principales características de aquellas lesiones que no representan ningún tipo de riesgo. Aquí te contamos cómo son los lunares benignos:

  • Color marrón.
  • Suelen ser planos o en relieve.
  • Su forma es redonda u perfectamente ovalada.
  • Tienen bordes uniformes que permiten saber exactamente donde comienzan y terminan.
  • Son de forma simétrica.
  • Pueden tener hasta dos colores.
  • Miden hasta seis milímetros.

¡Alerta!

Si tienes antecedentes familiares de cáncer de piel o has notado que en tu cuerpo se halla un lunar con características de malignidad, es importante que pidas una cita con tu dermatólogo para que chequee la composición de esta lesión y determine si es necesario removerlo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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