El autocontrol es la capacidad o hablidad que tenemos para controlarnos a nosotros mismos, ejercer un poder sobre nuestro cuerpo para gestionar nuestros deseos, comportamientos y emociones. Ya sea en una discusión, en un momento de estrés o ante la tentación de comerse algo indebido, la persona que es capaz de controlarse a si mismo se sobrepone a las reacciones instintivas focalizando su mente en una meta superior.
El control sobre uno mismo es una de las habilidades que más te ayudan a conseguir el éxito en todos los aspectos de la vida. A diferencia de la inteligencia, lo bueno del autocontrol es que con el tiempo puede mejorarse si se ejercita bien. Por eso en ONsalus te traemos estos consejos para mejorar el control sobre nosotros mismos.
Clave del éxito
Si preguntamos a la gente por la calle cuál cree que es la clave del éxito nos darán multitud de respuestas: la inteligencia, la creatividad, la pasión o el sacrificio, pero muy poca gente dirá que el autocontrol. Sin embargo los estudios que se han hecho al respecto demuestran que los niños que poseen un mayor control sobre si mismos son mucho más propensos a triunfar laboral, social y familiarmente que aquellos que se dejan llevar por los impulsos.
Éstos resultados no son cuestión de azar, el autocontrol nos reporta numerosos beneficios que nos pueden servir en todos los ámbitos de la vida. El más claro es que nos ayuda a actuar con mayor eficiencia, sobretodo en las situaciones complicadas, pero también nos mejora las relaciones con los demás, nos aporta mayor autoestima, aumenta la capacidad de concentración y nos hace ser mejores en la toma de decisiones.
Y si somos conscientes de todo lo que nos puede aportar una mejora en el control sobre nosotros mismo ¿por qué no empiezas a practicarlo ya?, te dejamos los mejores consejos para que puedas empezar hoy mismo.
Consejos para mejorar el control sobre nosotros mismos
Saber que es posible mejorar
Lo primero que hay que hacer para mejorar el autocontrol es saber y asumir que es algo que se puede mejorar. Mucha gente se escuda en su personalidad o en su forma de ser para excusarse de sus actos, dimite antes de empezar a hace las cosas e intentarlas. Decir que eres demasiado mayor para empezar a hacer deporte o que llevas demasiados años fumando es hacer lo contrario de lo que requiere el autocontrol. Es vital proponerte una meta y saber que puedes cumplirla, sino se antoja imposible.
Define qué quieres controlar
Ahora lo aplicamos al control sobre uno mismo, pero se puede aplicar a cualquier cosa que quieras mejorar de tu día a día. El primer paso debe ser definir el problema, establecer los límites de lo que quieres cambiar y marcarte una meta objetiva. No comer tantos dulces, controlar mi ira, no discutir tanto, salir a correr cada día, levantarme antes, todo esto son posibles metas que podrían definir un objetivo concreto.
El segundo paso, una vez definido el problema, es ser consciente de tos comportamientos y tus actos, analizando las cosas que estás haciendo mal y que, por lo tanto, debes dejar de hacer.
Controlarte no significa ser de hielo
Muchas veces se confunde el control sobre uno mismo con el reprimir las emociones o el ser frío cuando realmente son conceptos muy distintos. Hay situaciones que ponen a prueba nuestros límites, y todos tenemos un límite. Autocontrol no significa aparentar que no te pasa nada cuando acabas de tener un choque emocional o una fuerte discusión, autocontrol es ser capaz de entender lo que te pasa y evitar entrar en situaciones que te puedan hacer explotar.
Reduce el atractivo de las tentaciones
Si te has propuesto dejar de fumar o dejar de comer dulces, el autocontrol será el ingrediente clave que decidirá si superas esa prueba con éxito o no. Una de las formas más útiles para ser capaz de sobreponerte a los deseos es reducir el atractivo de las emociones, es decir, focalizar tu cerebro en aquellos aspectos malos en vez de en los buenos. No pienses en el dulce sabor del pastel recorriendo tu gola, piensa en la cantidad de grasas saturadas y azúcares que se convertirán en kilos y en un problema para tu salud. Mira la parte negativa de las cosas para encontrar la parte positiva de la vida.
Aléjate de los estímulos negativos
Está científicamente comprobado que cuanto más cerca tengas las tentaciones más probabilidades tienes de caer en ellas, algo que por otro lado es obvio. Si estás intentando dejar de fumar y andas todo el día con un paquete de cigarrillos en el bolsillo es mucho más fácil que recaigas que si no lo llevas, si tienes un pastel encima de la mesa es más fácil que te veas tentado que si está en la nevera y aún podrás controlar más si no está en tu casa.
Si quieres aprender a tener control sobre ti mismo primero deberás controlar tu alrededor modificando el ambiente. Esto se traduce en saber anticiparte a tus posibles deseos y evitar que puedan llegar a aparecer, es decir, si quieres empezar a hacer dieta y no comer dulces, el primer paso es no comprar dulces, por si acaso te viene el antojo no poder satisfacerlo.
Crea buenos hábitos
Estudios científicos recientes apuntan a que cuando se realiza una actividad durante 66 días consecutivos, esta se convierte un un hábito, un automatismo que no hará falta ni pensar para ejecutarlo. Si somos capaces de crear hábitos saludables podemos enseñar a nuestro cuerpo y a nuestra mente, haciéndolos cómplices de nuestra lucha. A partir del sexagésimo sexto día ya no hace falta la fuerza de voluntad, hacemos esa actividad por costumbre.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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