Cuándo debo ir al psiquiatra

Existe una confusión popular que nos hace creer que el psicólogo es el especialista que nos ayuda cuando "somos normales" pero tenemos problemas, mientras que el psiquiatra es para aquellas personas que "están locas" o que tienen alguna condición mental grave. Otros creen que ambas especialidades son similares y que los dos profesionales son médicos, cuando en realidad no es así.

Antes de abarcar cuándo se recomienda ir al psicólogo, es importante dejar clara la diferencia entre ambas especialidades.

¿Qué estudia la psiquiatría y qué la psicología?

La psiquiatría es una especialización médica encargada del estudio, la prevención, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades psíquicas, es decir aquellas que afectan a nuestra mente. Al contrario de lo que cree la mayoría, no solo la demencia puede afectar la mente, condiciones como la ansiedad generalizada, los ataques de pánico o la depresión crónica deben ser diagnosticadas y tratadas por un psiquiatra para garantizar nuestro bienestar psíquico.

Por su parte la psicología es una especialidad que estudia los procesos mentales, emocionales y el comportamiento de una persona con respecto al ambiente o entorno social que lo rodea. No existe un estudio científico o empírico de la mente del paciente, sino que se realizan los diagnósticos basándose principalmente en el comportamiento y las emociones del paciente.

El psiquiatra es un médico, el psicólogo no

Como hemos explicado anteriormente, la psiquiatría es una rama de la medicina. Esto quiere decir que un psiquiatra estudia primero medicina y luego realiza esta especialización para convertirse en un profesional del estudio y diagnóstico de condiciones que afectan la mente. Esto le permite estudiar a sus pacientes desde una aproximación científica, evaluando sus síntomas e intentando prevenir o controlar una condición psiquiátrica particular. Los psiquiatras están facultados para recetar medicación en caso de ser necesario.

Los psicólogos en cambio estudian la carrera de psicología en una escuela de esta especialización y tras licenciarse pueden optar o no por especializaciones más concretas. No son médicos y por lo tanto no pueden recetar fármacos a sus pacientes, en el caso de que consideren que un paciente cuenta con un trastorno severo y profundo que requiere de un tratamiento médico, este profesional deberá derivar al paciente a un psiquiatra.

La meta en ambas disciplinas es diferente

La meta de un psicólogo es ayudar a su paciente a superar aquellas condiciones que le causan malestar emocional, permitiéndole llevar una vida más equilibrada y saludable tanto a nivel mental como emocional. Para ello podrá usar diversas herramientas para el diagnóstico como test, pruebas de estudios, optar por el psicoanálisis y encontrar el camino para que el paciente sea capaz de resolver sus conflictos internos.

En cambio el propósito de la psiquiatría se basa en un enfoque médico, de este modo se analiza la historia clínica del paciente, se realizan estudios exploratorios, diversos test y pruebas y se tienen en cuenta todos aquellos acontecimientos que lo han podido llevar a un trastornos psíquico. La meta en este caso es reducir los síntomas y mejorar la vida del paciente mediante el tratamiento y la medicación, en caso de ser necesario.

Trabajo conjunto

No se debe ver ambas especialidades como antagónicas ni mucho menos, en muchos casos psicólogos y psiquiatras deben trabajar juntos para tratar la mente y las emociones de un paciente y garantizar su bienestar, por lo tanto no son disciplinas aisladas.

Una vez que hemos aclarado la diferencia entre ambas especialidades, es importante tener claro qué casos ameritan la atención de un profesional en psiquiatría.

Sospecha de trastornos psíquicos

Cualquier tipo de trastorno mental debe ser diagnosticado y tratado por un psiquiatra, por lo tanto cuando se sospecha de condiciones como la bipolaridad, la esquizofrenia, neurosis, psicosis o cualquier otra patología que pueda afectar la mente sin importar la edad, como es el caso de la demencia senil, debemos acudir a este profesional.

Cada patología mental cuenta con síntomas propios, sin embargo algunas señales que pueden alertarnos que algo no marcha bien son:

• Cambios emocionales o de comportamiento bruscos. Pasar de la extrema felicidad a la tristeza profunda, estar irritable sin causa aparente y manifestar un estado emocional inestable. Los brotes de ansiedad o violencia pueden señalar una condición mental.
• Alucinaciones o delirios. Hablar de personas que no existen, imaginar situaciones que no han ocurrido, conflicto para distinguir entre lo real y lo ficticio.
• Problemas de concentración, pérdida de la memoria.
• Tristeza profunda que no disminuye con el paso de las semanas.
• Problemas para dormir.
• Aislamiento social, la persona se va retrayendo poco a poco hasta alejarse por completo de su entorno.

Depresión clínica

Si en el pasado has sido diagnosticado de depresión o sospechas que esa tristeza que sientes desde hace semanas se está haciendo más profunda e intensa, afectando tu disposición diaria para realizar actividades normales, es conveniente visitar a un psiquiatra. La depresión clínica o mayor puede necesitar de medicación que permita al paciente llevar un estilo de vida estable y emocionalmente más beneficioso.

Ansiedad generalizada

La ansiedad generalizada, caracterizada por una preocupación intensa y frecuente por todas aquellas condiciones cotidianas que se escapan de nuestro control, puede afectar severamente la vida de quien la padece, limitando sus relaciones sociales y la capacidad de llevar una vida normal. Si sentimos que la ansiedad, nerviosismo o pánico nos invaden de forma frecuente e intensa, se recomienda acudir a este especialista.

Ataques de pánico

Los ataques de pánico se caracterizan por una sensación de miedo incontrolable en la que creemos que algo malo va a ocurrir de forma inevitable. Esto nos hace perder el control de nuestras emociones y, en ocasiones, incluso aislarnos de la realidad presas del miedo irracional. Esta condición requiere del tratamiento psiquiátrico pues en muchos casos amerita medicación, en paralelo también se puede precisar la ayuda de un psicólogo.

Traumas persistentes

Si has padecido en el pasado un evento o condición traumática que te ha afectado profundamente, pero aún en la actualidad no has conseguido resolverlo, es recomendable acudir a un psiquiatra. En principio lo adecuado es visitar primero a un psicólogo, sin embargo cuando no se encuentra respuesta o evolución en este tipo de consultas, se puede considerar visitar a un profesional en la psiquiatría.

Siempre que un psicólogo nos derive

Tras tratarte con un psicólogo es posible que la evolución sea clara y evidente, mejorando tu estado mental y emocional. Sin embargo hay ocasiones en las que el psicólogo detecta la existencia de condiciones que requieren del diagnóstico y tratamiento por parte de un psiquiatra, derivándonos a este profesional. En ese caso, seguir esta recomendación es imprescindible.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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