Dengue clásico: síntomas, contagio y tratamiento

Dengue clásico: síntomas, contagio y tratamiento

El dengue es una enfermedad infecciosa muy común en países tropicales y subtropicales, aunque en los últimos años se ha extendido también a regiones como Estados Unidos o Canadá aumentando su propagación a nivel mundial. Esta condición es transmitida por la picadura del mosquito hembra Aedes Aegypti previamente infectado, y es que aunque el insecto es portador de la condición la misma no le afecta en lo absoluto. En principio el dengue clásico es una condición que amerita de cuidados pero que no resulta grave a menos que evolucione a dengue hemorrágico, en cuyo caso se corren riesgos de salud más importantes. Esta enfermedad resulta especialmente delicada cuando los pacientes son bebés, niños y ancianos, en cuyo caso hay que aumentar al máximo las precauciones y cuidados.

En este artículo de ONsalus te explicamos con detalle los síntomas, contagio y tratamiento del dengue clásico.

Contagio del dengue

El dengue es una enfermedad que se presenta mayoritariamente en países tropicales y subtropicales en los que existen las condiciones de calor y humedad perfectas para que el mosquito Aedes Aegypti se propague. Este insecto se convierte en portador del dengue cuando pica a algún humano infectado con el virus, a partir de ese momento todos los humanos que sean picados por ese mosquito quedarán contagiados con esta condición.

Una vez que un mosquito infectado nos pica, los primeros síntomas aparecerán entre 4 y 7 días después de que se produce la infección. Este virus afecta el conteo de nuestras plaquetas, haciendo que sus niveles se reduzcan, lo que permite la aparición de los principales síntomas vinculados a esta enfermedad. Debido a que un buen nivel de plaquetas es imprescindible para la correcta coagulación de la sangre, cuando las mismas disminuyen por debajo de los 10.000 mcL corremos el riesgo de padecer hemorragias internas graves, lo que se conoce como dengue hemorrágico.

Debido a que evitar el contagio o la propagación de este virus no es tarea sencilla, se requiere del apoyo de toda la comunidad para impedir la propagación de criaderos de mosquitos como lo son las aguas estancadas o las zonas verdes no fumigadas. Además es importante que los organismos sanitarios locales se mantengan al tanto de los posibles brotes de esta condición para controlarlos efectivamente.

Tipos de dengue e inmunidad

Existen 4 tipos de dengue el DEN_1, DEN_2, DEN_3, DEN_4. Una vez que nos contagiamos con alguno de ellos desarrollaremos la inmunidad a esa cepa específica, sin embargo correremos el riesgo de que si contraemos nuevamente dengue y se trata de otro tipo hay una mayor posibilidad de presentar dengue hemorrágico, una condición que amerita hospitalización y que puede poner en importante riesgo nuestra salud.

En estos casos es necesario aumentar las precauciones y estar muy atentos de los síntomas del dengue para atender a tiempo a cualquiera que pudiera haberse contagiado por segunda vez, algo que puede ocurrir especialmente en zonas en las que la presencia del Aedes Aegypti es importante.

El dengue NO se contagia por:

  • Contacto directo con alguien infectado.
  • Por compartir objetos personales con un paciente.
  • Mediante besos o contacto sexual.

Síntomas del dengue

Los síntomas del dengue suelen aparecer entre 4 y 7 días después del contagio y pueden durar hasta 1 semana. El inicio de esta enfermedad se caracteriza por fiebre alta normalmente de 40º C que aparece de manera repentina, esta viene acompañada de otras señales como:

  • Fatiga, ocasionada por el descenso de plaquetas.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Dolor en las cavidades oculares.
  • Dolor muscular y malestar muy generalizado.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Pérdida del apetito.
  • Algunos días después de la aparición de la fiebre puede presentarse un ligero sarpullido en la piel, un signo característico de esta condición.

Este cuadro, que puede ser confundido por algunos con una simple gripe, puede variar de intensidad dependiendo de cuánto desciendan las plaquetas. Si las mismas bajan a un nivel alarmante el paciente podrá experimentar también sangrado en las encías, en la nariz, en las heces o mediante la orina, junto con un cansancio agudizado, fiebre y un gran malestar. Ante este cuadro es vital acudir de inmediato a un centro sanitario, pues si la hemorragia interna se agrava sin atención médica se corre el riesgo de caer en shock e incluso morir.

¿Qué tan peligroso es el dengue clásico?

En términos generales el dengue clásico es una condición que puede resultar muy molesta para el paciente y cuya elevada fiebre, dolores corporales y falta de apetito le obligarán a un reposo absoluto. A pesar de ello, y siempre que se mantenga una adecuada hidratación y se haga el reposo adecuado, esta condición no suele representar ningún peligro.

El virus se cura por sí solo y sin tratamiento, sin embargo los bebés, los niños pequeños y los ancianos son el grupo de mayor riesgo y ameritan importantes cuidados. Vigilar constantemente la temperatura, tomar medidas para que la fiebre no suba, ofrecer una adecuada hidratación y alimento ligero resulta básico para asegurar la recuperación.

El dengue clásico solo se torna peligroso si evoluciona a dengue hemorrágico, sin embargo estos casos son minoritarios y pueden controlarse con la adecuada atención sanitaria.

Tratamiento del dengue

El virus del dengue no cuenta con un tratamiento particular, esta condición desaparece por sí sola de nuestro organismo normalmente al cabo de 7 días. Sin embargo se puede tomar medicación para reducir los síntomas asociados a esta condición como la fiebre, los dolores de cabeza o musculares, en estos casos los antipiréticos de venta libre como el paracetamol o el acetaminofen son los medicamentos más indicados.

Nunca deberás tomar aspirinas o analgésicos como el ibuprofeno, este tipo de medicación dificulta la coagulación de la sangre lo que puede resultar potencialmente peligroso en casos de dengue en los que, justamente, el cuerpo se enfrenta a la condición de no poder coagular bien la sangre debido al descenso de plaquetas.

Además de la medicación para controlar la fiebre, algunas útiles recomendaciones facilitarán la recuperación del paciente y garantizarán su salud, sigue leyendo porque en el siguiente paso te explicamos lo que debes saber.

Recomendaciones para recuperarte pronto

Para recuperarte del dengue clásico es imprescindible que:

  • Guardes reposo, el descanso es necesario para incrementar tu conteo de plaquetas y sobreponerte a este virus.
  • Te mantengas adecuadamente hidratado, no olvides que beber agua en pequeños sorbos de forma constante no solo te ayudará a bajar la fiebre, sino que además te permitirá evitar la peligrosa deshidratación. Otros alimentos como el caldo de pollo pueden mejorar tu hidratación y aportarte algunos útiles nutrientes.
  • Puedes tomar baños de agua tibia para bajar la fiebre y disminuir el dolor muscular. Esto te ayudará además a sentirte reconfortado.
  • Aunque no tengas apetito, comer un poco te ayudará a mantenerte fuerte frente a esta enfermedad. Los zumos naturales, sopas, caldos, galletas de soda o tipo crackers y el pan ligeramente tostado son excelentes alternativas para alimentarte.
  • Adicionalmente existen algunos alimentos que pueden ayudarte a mejorar tu conteo de plaquetas e incrementarlo, lo que favorecerá tu recuperación. En nuestro artículo alimentos para subir las plaquetas te explicamos con detalle cuáles son.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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