Dieta para el colon irritable

Dieta para el colon irritable

Dicen por ahí que somos lo que comemos, un refrán que nos invita a cuidar lo que ingerimos y que resulta el doble de acertado si padeces del síndrome de colon irritable, una dolencia de origen desconocido que puede trasformar el placer de comer en algo con molestas consecuencias. Aquí en ONsalus te proporcionamos una dieta para el colon irritable, que te permitirá disfrutar de tus comidas.

¿Qué alimentos se deben evitar?

El síndrome de colon irritable no se restringe a cierta edad ni género, y además se calcula que afecta a una de cada cinco personas en el mundo. Quienes lo padecen pueden sufrir diarrea o constipación o ambos de manera alternada, todo acompañado de hinchazón en el vientre, gases, calambres abdominales y mucosidad en las heces como consecuencia de exceso de secreción del intestino, producto de su estrategia natural para proteger las paredes irritadas.

Para evitar todos estos dolores o al menos esquivarlos lo más que se pueda, tendremos que restringir ciertos alimentos de nuestra lista de la compra. El café y el té, por ejemplo, resultan ser unos buenos laxantes naturales que pueden causar estragos en tu sistema digestivo, y sobre todo si ya presentas diarrea. Hay que tacharlos de la lista, al igual que el chocolate, la bollería por la grasa que contiene, los lácteos si eres intolerante a la lactosa, comidas muy especiadas o picantes, las salsas, las legumbres, la comida chatarra, las bebidas gaseosas, los frutos secos y el alcohol.

Cuando vayas a cocinar procura que tus primeras opciones siempre sean el vapor, el horno, hervir o preparar a la plancha en lugar de freír los alimentos, pues las frituras son un yunque para el colon irritable. Añade a tu lista de compras fibra para tu dieta pero de manera gradual, además de beber cerca de unos dos litros diarios de agua. Puedes adquirir suplementos alimenticios de fibra, pero ten en cuenta que hay especialistas que recomiendan evitar también el edulcorante sorbitol, presente en algunos complementos dietéticos.

El menú ideal

Antes que nada, te recomendamos que no te prepares alimentos abundantes sino pocas porciones varias veces al día, que lleves un registro de las cosas que comes y que marques esos productos ante los cuales tu colon tuvo una reacción desfavorable.

En una dieta para el colon irritable puedes desayunar, tostadas con queso crema desnatado. Avena con leche de arroz, de soja o agua, la leche de vaca la puedes consumir desnatada siempre y cuando no seas sensible a la lactosa. Frutos del bosque o mermeladas sin azúcar con yogur de soja o desnatado, granola, quinoa, tortitas de arroz, cereales de copos de maíz o arroz simples –sin azúcares ni sabores añadidos- y huevos pochados, hervidos o revueltos con una pizca de sal y sin otro condimento.

Tanto para tus comidas como para las cenas puedes comer pechuga de pollo o pescado a la plancha, al horno o hervido y sin piel. Puedes acompañar con arroz blanco hervido, puré de patatas sin mantequilla y, si le añades leche, que sea desnatada. Las hamburguesas vegetarianas hechas con tofu son una buena opción, pero evitar añadir salsas. Sopas frescas, jamón de pavo, vegetales al vapor como la zanahoria y el calabacín. Puedes atreverte con las pastas, canelones de vegetales, lasañas de berenjena, tortillas de patata y tomate.

Par las meriendas puedes usar algunas de las opciones mencionadas para el desayuno junto con frutas frescas. Tanto con las frutas como con el resto de tus alimentos presta atención a las reacciones de tu organismo, toma nota de ellas y poco a poco añade otros platos.

Otras recomendaciones

También te recomendamos que tengas horarios regulares para ir al baño y para alimentarte pueden ayudarte a "educar" tu estómago y acostumbrarlo a ciertos hábitos, de modo que se eviten reacciones desfavorables. Ten cuidado con el estrés en la medida de lo posible y agrega a tus rutinas diarias, ejercicios suaves, estos te ayudarán.

Recuerda que aunque la edad de la mayoría de las personas que sufren del síndrome de colon irritable está entre la adolescencia y la temprana adultez, este padecimiento no excluye otras etapas de la vida ni tampoco género. Aún así, existen estudios que señalan que cerca del 75% de quienes lo sufren son mujeres.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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