Disartria: causas, síntomas y tratamiento

Disartria: causas, síntomas y tratamiento

La disartria es una enfermedad que dificulta la pronunciación correcta de las palabras debido a un trastorno nervioso, muscular o cerebral que complica el uso y el control de los músculos de la boca que hacen posible que una persona pueda hablar correctamente. Lo que dificulta el hecho de poder pronunciar bien las palabras, es que los músculos presentan debilidad extrema o están paralizados por completo, lo cual imposibilita que pueda trabajar conjuntamente.

La disartria puede ser causada por muchas enfermedades que afectan principalmente a los nervios, el cerebro o los músculos y según la causa de la enfermedad, los músculos pueden recuperar su movilidad o empeorar hasta que la persona pierda el habla. En este artículo de ONsalus podrás conocer a fondo en qué consiste la disartria: causas, síntomas y tratamiento.

Tipos de disartria

Disartria leve

Las personas con disartria leve experimentan un habla inteligible y pueden presentar inconvenientes en la articulación de algunos sonidos, usualmente aquellos fonemas que requieren el uso total del músculo y una coordinación más elaborada de los mismos. La disartria leve también puede notarse debido a la velocidad aumentada del habla, mejor conocida como taquilalia, que trae consigo la omisión involuntaria de algunos fonemas. La mayoría de las personas con disartria leve tienen comprometido el movimiento del paladar blando.

Disartria moderada

Este tipo de disartria comprende los mismos trastornos de la disartria leve, solo que se hace más difícil entender lo que la persona dice porque involucra más sonidos del habla. La articulación en estas personas es tan dificultosa que en muchos casos se hace imposible encontrar sentido a lo que dicen.

Disartria severa

Es prácticamente imposible entender lo que la persona dice. La movilidad de los músculos está tan comprometida, que todos los procesos necesarios para que se lleve a cabo el habla están afectados.

Causas de la disartria

Daño cerebral

  • Esclerosis múltiple. Es una enfermedad autoinmune que afecta al funcionamiento del cerebro y la médula espinal. Suele afectar más a mujeres que a hombres. La afección es causada debido al daño de la vaina de mielina, capa que protege las neuronas y que al verse afectada causa que los impulsos nerviosos disminuyan o cesen.
  • Mal de Parkinson. Esta afección es causada debido a la muerte de varias células que permiten el control y la coordinación de los movimientos corporales. El síntoma más característico de esta enfermedad son los temblores en distintas partes del cuerpo, la dificultad para hablar y para moverse.
  • Accidente cerebrovascular. Es la consecuencia de la interrupción del flujo de sangre hacia el cerebro, usualmente por la estrechez de las arterias. Cuando el cerebro deja de recibir sangre, también deja de recibir oxígenos y nutrientes esenciales para su funcionamiento, lo cual puede causar muerte celular y daño cerebral permanente.
  • Demencia. Es la pérdida de la función cerebral que afecta principalmente a la memoria, el pensamiento, el comportamiento, el juicio y el lenguaje. Es una enfermedad asociada a otras patologías y a la vejez.
  • Tumor cerebral. Se trata de cualquier tumor que aparezca en la zona del cerebro y que provoque daño celular causando inflamación o ejerciendo presión y aumentando la presión intracraneal. La causa de la aparición de los tumores primarios cerebrales se desconoce.

Daño a los nervios

  • Traumatismo facial o cervical. Cualquier lesión, golpe, fractura, latigazo o impacta que reciban los músculos de estas zonas y que dañe los nervios que transmiten los impulsos nerviosos.
  • Cirugía. Las intervenciones quirúrgicas en la zona de la cabeza y el cuello representan un riesgo al daño nervioso. Asimismo, la extirpación parcial o total de la legua también puede desencadenar disartria.
  • Parálisis cerebral. Esta afección está causada por varios trastornos que afectan a la función cerebral y el sistema nervioso, comprometiendo el movimiento, el aprendizaje, la visión, audición y pensamiento.
  • Miastenia grave. Se trata de una enfermedad neuromuscular, es decir, que compromete al músculo y también a los nervios que lo controlan. Al igual que la esclerosis, la miastenia es una patología autoinmunitaria que ocurre cuando sistema inmune ataca por error tejido sano, bloqueando las musculares impidiendo que reciban cualquier tipo de mensaje desde la célula nerviosa.
  • Distrofia muscular. Se trata de un trastorno hereditario que causa debilidad muscular y afecta al tejido de los músculos progresivamente, por lo tanto, es una afección que empeora con el paso del tiempo.
  • Otras causas. Intoxicación por consumo excesivo de alcohol, prótesis dentales mal insertadas, efectos secundarios de medicamentos para el funcionamiento del sistema nervioso central.

Sintomas de la disartria

El principal síntoma de la disartria es la imposibilidad para emitir ciertos sonidos y pronunciar algunas palabras, sin embargo, dependiendo de su causa esta patología puede venir acompañada de otros síntomas. Los síntomas de disartria son:

  • Emitir al hablar un sonido similar a un murmullo.
  • Susurrar o hablar muy suavemente.
  • Voz nasal, congestionada, ronca o forzada.
  • Problemas para masticar o tragar.
  • Dificultad para mover labios, lengua y mandíbula.

Tratamiento de la disartria

Para tratar la disartria, lo primero es diagnosticarla, para ello, el médico deberá realizar una historia clínica del paciente en busca de afecciones que puedan estar causando malestar al habla. Después, puede que sea necesario realizar algunas pruebas y exámenes, tales como:

  • Laringoscopia: se realiza para visualizar el estado de salud de la laringe y las cuerdas vocales. Se lleva a cabo introduciendo en la garganta un laringoscopio.
  • Exámenes de sangre para conocer los niveles de vitaminas y toxinas.
  • Pruebas de imagen como resonancia cerebral o TAC cerebral o de cuello.
  • Estudios de conducción nerviosa y electromiografía para estudiar la función de los nervios y los músculos.
  • Análisis de la deglución.

Una vez que la disartria haya sido diagnosticada y se conozca cuál es su causa, es posible que el médico remita a a un logopeda, especialista dedicado a las alteraciones del habla. En conjunto con el logopeda y un terapeuta del lenguaje, el tratamiento para disartria podría abarcar:

  • Técnicas para masticar y deglutir.
  • Evitar hablar al estar cansado.
  • Repetición de ciertos sonidos durante el día para aprender ciertos movimientos de la boca.
  • Aprender a hablar de forma más lenta, proyectando la voz y haciendo usos de las pausas para un mejor entendimiento.
  • Uso de computadoras para digitar palabras.
  • Uso de tarjetas con símbolos o letras.
  • Uso de software para crear palabras habladas al escribirlas o usando símbolos.

¿La disartria se cura?

Dependiendo de la causa de la enfermedad, la disartria puede mejorar o empeorar rápidamente:

  • La disartria puede mejorar cuando es causada por la ingesta de medicamentos o prótesis dentales.
  • Las mayoría de las personas con mal de Parkinson o esclerosis múltiple no suele perder la totalidad del habla.
  • Quienes sufren de esclerosis lateral amiotrófica terminan perdiendo la capacidad de hablar.
  • Cuando la disartria es causada por un accidente cerebrovascular o lesión cerebral, tiende siempre a mejorar.
  • Después de una cirugía en la lengua o en la laringe, la disartria mejora con terapia.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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