Disfunción erectil: causas y tratamiento

Disfunción erectil: causas y tratamiento

La disfunción eréctil es esa afección que se conoce popularmente con el nombre de "impotencia" e impide que un hombre pueda tener erecciones de forma prolongada así que ve dificultada su capacidad de tener relaciones sexuales. No debe confundirse con otras situaciones relacionadas con el sexo como podría ser la falta de deseo, alteraciones en la eyaculación o trastornos del orgasmo; la disfunción eréctil se refiere, únicamente, a la incapacidad de prolongar una erección. Se trata de una condición muy frecuente entre los hombres pero que que suele ser un tema tabú por causas de frustración o vergüenza.

En este artículo de ONsalus vamos a hablar sobre las causas de la disfunción eréctil así como de los factores de riesgo que también pueden ocasionarla; del mismo modo, hablaremos sobre los tratamientos que hay actualmente y que pueden ayudarte a disfrutar de relaciones plenas y satisfactorias.

Factores de riesgo de la disfunción eréctil

Antes de comenzar a hablar de las causas de la disfunción eréctil, queremos descubrirte los factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de que padezcas esta condición. Hay algunas personas que, dadas sus condiciones o hábitos de vida, suelen presentar esta situación de forma más habitual. A continuación de los descubrimos:

  • Edad: con el paso de los años, el organismo no funciona del mismo modo y la corriente sanguínea así como la fuerza de los músculos puede verse comprometida. Las erecciones ocurren porque una gran cantidad de sangre se agolpa en la zona del pene y, por tanto, lo mantiene erecto y tenso; si la circulación sanguínea no fluye con suficiente fuerza, se puede dar que el pene no mantenga la erección y se vuelva flácido al paso de los minutos.
  • Tabaquismo: el tabaco tiene sustancias tóxicas que penetran las venas y las arterias impidiendo que la sangre circule con normalidad. Por eso, en el momento de tener una erección es posible que no se prolongue demasiado debido a las toxinas del tabaco.
  • Drogas: sustancias como la cocaína, la heroína, marihuana o demás estupefacientes afectan también al correcto funcionamiento de nuestro organismo haciendo que el riego sanguíneo se vea afectado además de perjudicar las conexiones neuronales que envían la información al cerebro para que la erección se mantenga durante más tiempo.
  • Fármacos: hay algunos medicamentos que como efecto secundario pueden provocar impotencia. Por ejemplo, podemos encontrar medicamentos para la tensión alta, los antidepresivos, los analgésicos opiáceos, etcétera.

  • Trastornos psicológicos: la situación emocional de cada persona también afecta a las erecciones ya que factores como la ansiedad, estar en un periodo depresivo, tener baja la autoestima, vivir un momento de estrés o haber padecido algún trauma sexual puede afectar a las erecciones ya que, además de estímulos físicos, para que se dé una erección también interviene el cerebro.

Causas de la disfunción eréctil

Pero además de las condiciones que pueden provocar que padezcas impotencia, también debes saber que existen algunas otras causas que pueden afectar a la circulación de la sangre y, por tanto, dificultar que la erección pueda mantenerse. Entre las causas de la impotencia más comunes, destacamos las siguientes:

  • Hipertensión arterial

Se trata de una de las enfermedades más frecuentes en los hombres y provoca graves daños en las articulaciones causando, así, la disfunción del tipo "endotelial", es decir, afecta al endotelio vascular, unas células que recubren los vasos sanguíneos y que es la encargada de dilatar los vasos.

Con la hipertensión, esta función disminuye y, por tanto, la sangre no circula correctamente por las arterias, algo que produce la impotencia o disfunción eréctil. Ten en cuenta que las arterias del pene son más finas que las coronarias, por este motivo, se obstruyen con más facilidad.

  • Diabetes

La diabetes puede afectar a la erección masculina debido a tres factores. El primero es que esta enfermedad puede dificultar el riego sanguíneo haciendo que la sangre no llegue correctamente a las arterias que hay en el pene y, por tanto, que se prolongue la erección. El segundo factor es que la diabetes puede también afectar a los nervios periféricos haciendo que no haya una correcta transmisión de la señal nerviosa al cerebro.

El tercer factor relacionado con la diabetes y la impotencia radica en que la enfermedad puede alterar las hormonas haciendo que se disminuya la producción de testosterona, algo que afecta de forma directa a la libido y, por tanto, al funcionamiento del pene.

  • Colesterol alto

Otra de las causas de la disfunción eréctil es padecer colesterol alto, una enfermedad que es muy frecuente en nuestra sociedad. Esta afección daña nuestras arterias impidiendo el buen funcionamiento de las mismas, además, uno de los efectos del colesterol es, precisamente, bloquear la sangre dificultando, así, el riego sanguíneo algo que, como sabemos, es imprescindible para tener buenas erecciones.

  • Obesidad

Una persona que padece obesidad tiene una gran proporción de grasa acumulada en el organismo algo que predispone a padecer hipertensión, colesterol y diabetes. Por este motivo, las personas que padecen obesidad tienen un riesgo mayor de sufrir complicaciones con el riego sanguíneo y, por tanto, sufrir impotencia.

Además, la obesidad también está relacionada con los niveles de testosterona ya que, debido al exceso de grasa, esta se ve disminuida y, por tanto, disminuye la libido y el correcto funcionamiento del pene.

  • Causas neurológicas

También puede ocurrir que la transferencia del mensaje que ocurre entre el cerebro y el pene se vea interrumpida a causa de una lesión en los nervios que producen esta conexión. Este tipo de alteración interna se produce cuando una persona sufre de lesión en la médula espinal, ha sufrido intervenciones quirúrgicas en la zona pélvica o padece esclerosis múltiple.

Tratamiento para la disfunción eréctil

Para poder determinar que un hombre sufre impotencia, es importante que acuda a un médico para que le realice una serie de pruebas y, del resultado de las mismas, pueda lanzar un diagnóstico. Además, también se requiere una entrevista personal para poder detectar si hay algún factor psicológico que pueda afectar a la erección. El especialista también deberá consultar el historial clínico del paciente para observar si se presentan algunas de las causas mencionadas anteriormente (hipertensión, diabetes, etc.).

Existen diferentes tratamientos para la impotencia que deben ser, siempre, recetados por un médico; sin embargo, en líneas generales siempre se recomienda que se comience a tratarla con una terapia psicológica y con cambios conductuales (dejar de fumar, las drogas, etc.). Si la situación no mejora, entonces es posible que se aconseje tomar algunos fármacos y, en caso último, se puede optar por una cirugía, un tratamiento más agresivo y que solo se recomienda en última instancia.

Dentro de los fármacos que se suelen prescribir para tratar la disfunción eréctil se recomiendan los siguientes:

  • Tadalafilo: su nombre comercial es "Cialis" y consigue aumentar el flujo sanguíneo en el pene cuando hay estimulación sexual. Se tiene que tomar 30 minutos antes de tener sexo y sus efectos pueden durar hasta 24 horas después de haberlo tomado.
  • Vardenafilo: se conoce como "Levitra" y también permite aumentar el flujo sanguíneo en el pene cuando se va a practicar sexo. Se tiene que tomar entre 1 hora o media hora antes de hacer el amor y su efecto puede prolongarse hasta 12 horas.
  • Sildenafilo: el nombre comercial es "Viagra" y consigue que haya mayor sangre en el pene consiguiendo que la erección se mantenga durante más tiempo. Se debe tomar 1 hora antes de tener sexo pero no pueden tomarla hombres que padezcan retinitis pigmentosa o que tomen nitratos.

El medicamento en cuestión deberá recetarlo un médico y debes saber que todos ellos tienen efectos secundarios que pueden producir mareos, náuseas, dolor en la cabeza, etcétera. Sigue las pautas del especialista antes de tomar ninguno de ellos.

En el caso de que no funcione este tratamiento, el médico puede aconsejar una cirugía revascularizadora que comporta el implante de una prótesis en el pene. Sin embargo, como ya hemos dicho, es un caso extremo y no siempre está recomendado, de hecho, puede producir complicaciones como infección, fallos mecánicos, etcétera.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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