Dolor de espalda alta y cuello: causas, tratamiento y ejercicios

Existen diferentes causas por las cuales el cuello y la espalda pueden doler. Se ha reportado que cerca del 35% de las personas tiene este tipo de molestias en algún momento de su vida y, si bien la mayoría se recuperarán dentro del primer mes, algunos pueden tener este tipo de dolor de forma crónica. Las diferentes razones se exponen a continuación junto con el tratamiento que puede realizarse en cada caso.

La gran mayoría de las personas está acostumbrada a adoptar posturas erróneas al estar de pie, sentado, realizar ejercicio, levantar peso e incluso al acostarse. Esto puede estar favorecido por algún problema de salud, por obesidad o mala distribución de la grasa corporal o, simplemente, por costumbre. Es una cadena, ya que al tomar malas posturas, los músculos se contraen en exceso o bien no tienen fuerza para sostener la estructura de la espalda y cuello y, así, se favorece aún más la mala posición que tomamos, una rueda sin fin si no logramos frenarla.

Tratamiento

Para corregir esta mala costumbre y aliviar el dolor de espalda alta y cuello, se debe prestar atención a la postura que se toma habitualmente, en cada una de las actividades que realizas, debes ser consciente de cómo lo haces.

Otra buena estrategia es fortalecer los músculos de la espalda mediante ejercicios especialmente dirigidos a ello, puedes consultar a un especialista en fisioterapia y kinesiología, quien puede orientarte, para que el trabajo esté bien realizado.

Se trata de una degeneración que puede sufrir la columna cervical con el paso de los años pero que si no existe dolor, no es un problema en sí. Se produce un desgaste en las estructuras, que puede estar favorecido cuando por mucho tiempo se ha sobrecargado el cuello realizando tareas, trabajos o deportes que impliquen cargar peso o bien se produzcan microtraumas, es decir, pequeñas lesiones a repetición.

Además del dolor, puedes sentir rigidez en el cuello, hormigueo en los brazos, falta de fuerza o falta de continencia urinaria si es que se afectan los nervios que salen de la columna, lo cual sería un grado más avanzado.

Tratamiento

Para ayudar a disminuir las molestias de este problema crónico, debes enfrentarlo desde distintas ópticas:

• Realizar ejercicio leve y bien orientado por kinesiólogos para fortalecer los músculos que deben sostener la columna.
• Intentar mantener el organismo lo mejor posible mediante hábitos saludables de alimentación es clave, ya que tener un abdomen prominente y la obesidad hacen que se tomen posturas erróneas.
• Fortalecer el sistema óseo desde fuentes saludables de calcio es fundamental. Se ha visto que en los países donde se consume más lácteos es donde hay más osteoporosis, además de las reacciones inflamatorias que causa en el organismo. Es preferible consumir el calcio que viene en naranjas, espinacas, tomillo, orégano, semillas y otros alimentos.
• La vitamina D también es clave en este como en el resto de los problemas de salud crónicos, tanto para curarlos como para prevenirlos. La principal forma de incorporarla es mediante el sol, ya que en la piel se genera una reacción que la produce. En este otro artículo, te explicamos Cómo aumentar la vitamina D.

Otra de las causas del dolor de espalda alta y cuello más comunes es la tortícolis. Debido a un mal movimiento o a una contracción muscular en alguien con poca elongación o que habitualmente toma malas posturas, se produce una contracción repentina y constante de algún músculo en la zona alta de la espalda o el cuello, frecuentemente, sucede con el trapecio.

Tratamiento

Este problema si bien es bastante molesto, suele ceder pronto ayudado por calor local, masajes y, si el dolor fuera muy intenso, puede recurrirse a algún analgésico o relajante muscular. En el siguiente artículo, mostramos algunos Remedios caseros para aliviar la tortícolis.

Es algo bastante común de ver en la práctica médica debido a tensión, estrés, problemas en la dentadura o en la articulación de la mandíbula cuando se produce una contracción en los músculos de la masticación y, debido a que estos son de los más fuertes del cuerpo, cuando están contracturados generan una contracción secundaria de los músculos del cuello y de la zona alta de la espalda. Por tanto, los síntomas pueden ser de lo más variados:

• Dolor en la zona alta del cuello y espalda.
• Dolor de oídos no constante, tipo punzadas.
• Picazón de oídos.
• Dolor de garganta.
• Dolor de cabeza.
• Mareos.
• Sensación de presión en la cabeza o los oídos.
• Ruidos en el oído.
• Dolor intenso en la cara por afectación del nervio trigémino.

Tratamiento

Para aliviar las molestias, puede aplicarse calor en la zona molesta, evitar comer alimentos que impliquen masticar mucho o abrir grande la boca. Puede tomarse algún analgésico, pero lo que realmente puede hacer que la molestia mejore es:

• Realizar ejercicio y elongación para descargar tensiones.
• Consultar a un odontólogo especialista en articulación, que puede indicar una placa de relajación, la cual se coloca en la mordida o bien puede reconocer y tratar otro problema que esté causando la disfunción.

El dolor aparece después de una práctica deportiva intensa o suele suceder después de hacer ejercicio. Si no realizas una adecuada elongación habitualmente, debes prestar más atención a cómo realizas la actividad y a elongar adecuadamente tus músculos.

Tratamiento

Si el dolor es muy intenso y no cede, lo mejor es que consultes para descartar alguna lesión muscular, en cuyo caso deberás recibir un tratamiento que incluya reposo y fisioterapia.

Si no tienes lesiones, puedes poner en práctica buenas elongaciones guiadas por un/a especialista en kinesiología o mediante prácticas suaves como, por ejemplo, yoga.

Se trata de la afectación de uno o varios nervios en la zona cervical lo cual produce, además de dolor:

• Alteraciones en la sensibilidad en el cuello.
• Debilidad en los músculos de la zona.
• Alteración en los reflejos.

Tratamiento

El seguimiento debe realizarlo un neurocirujano y siempre se intenta que el tratamiento sea lo menos invasivo posible, pero existe la posibilidad de cirugía en casos más graves.

Si el dolor empezó después de un choque frontal o una caída, puede que se haya producido un esguince por una hiperextensión e hiperflexión en el cuello, conocida como latigazo, algo más grave que pudo haber sucedido es una fractura. En estos casos, debes recurrir inmediatamente a un centro de salud, intentando no movilizar el cuello.

Existen algunas infecciones que pueden ocasionar dolor en la espalda y en el cuello, tal es es caso de la meningitis o la neumonía. En ambos casos, se acompañarán de otros síntomas tales como: malestar general, fiebre, puede haber rigidez de cuello o vómitos en la meningitis; tos y moco en la neumonía.

Otra posibilidad es una neoplasia. Un tumor cercano a las zonas donde hay molestias o bien las metástasis óseas de otras neoplasias pueden presentar como manifestación un dolor importante, que suele aparecer más bien en la noche.

Si crees que puede ser el caso, lo mejor es no tomar analgésicos ni automedicarse y recurrir prontamente a un centro de salud.

Es importante llegar a un buen diagnóstico porque, como hemos visto, existen muchas y muy diversas causas de dolor en la zona cervical y alta de la espalda. Si la causa es solo muscular y se han descartado otras causas más graves, si el dolor no es persistente y no apareció tras un accidente, puedes intentar realizar ciertos ejercicios para aliviar las molestias. Aquí, te presentamos algunos:

• Digitopresión en la zona posterior y lateral de la cabeza, por detrás de las orejas. Allí es donde se insertan los músculos esternocleidomastoideos del cuello. Sostén apretado ese lugar por un minuto y notarás como el dolor irá cediendo, debes respirar profundamente mientras lo haces.
• También puedes aplicar esa presión con los dedos en la zona de la mandíbula, por encima y por debajo del hueso de la mejilla. Allí se insertan parte de los músculos de la masticación. Esto aliviará mucho la contractura a este nivel.
• Otro punto importante a comprimir es en el trapecio, debes utilizar la mano contraria y presionar puntualmente donde más molestia notes, sosteniendo este punto hasta que vaya mejorando el dolor.
• Puedes realizar un automasaje en el cuello, todo a lo largo desde la zona baja de la cabeza hasta la zona alta de la espalda, concéntrate más en la zona que más duele. Notarás un gran alivio porque esto ayuda a mejorar la circulación en esa zona, lo cual es fundamental para aliviar contracturas musculares.
• Para mejorar la postura, puedes realizar ejercicios que fortalezcan los músculos que sostienen a la columna, lo cual puedes lograrlo mediante flexiones o hiperextensiones de la columna.
• Otra ayuda importante es el estiramiento. Hazlo con cuidado y de manera correcta, sin ejercer demasiada presión y sin que duela en exceso. El trabajo debe ser progresivo y suave. Elonga trapecios, esternocleidomastoideo y diversos músculos en la espalda.

Si tienes dudas de cómo realizar estos ejercicios, sobre todo, los de fortalecimiento de la musculatura y elongación, lo ideal es que consultes a un/a fisioterapeuta, quien podrá orientarte de la mejor manera.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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