Dolor de espalda baja: causas y tratamiento

Los dolores de espalda son muy comunes y casi todos en nuestra vida hemos sufrido de alguno. El lumbago es un dolor característico que se produce en la zona baja de la espalda, la zona lumbar, y aunque también es común conviene tenerlo en cuenta. Puede que sea un dolor repentino debido a alguna mala postura o a una sobrecarga de peso, por ejemplo cuando levantamos algo, pero si es constante puede deberse a una causa mayor como alguna enfermedad.

Además, en la zona baja de la espalda no solo tenemos músculos, también hay tendones, nervios que van desde la zona lumbar a las piernas y los pies o articulaciones. Cualquier daño en una de estas partes pueden causar lumbalgia.

Vamos a ver algunas otras causas por las que se puede padecer lumbalgia, además de la sobrecarga:

• Una lesión en la zona: es posible que si has sufrido alguna lesión o algún golpe, te hayas hecho daño y no solo externamente.
• Vértebras degeneradas: con el paso de tiempo, las vértebras pueden desgastarse. También puede ocurrir si hay demasiada tensión en los tendones y músculos que las sostienen.
• Infecciones del riñón o cálculos renales: los riñones se encuentran en la zona lumbar y un dolor en esta zona podría deberse a una infección en estos como las conocidas piedras en el riñón. Si esta fuese la causa, también habría dolor al miccionar.
• Un tumor: cuando hay algún tumor que crece más de lo normal puede afectar a la columna vertebral y causar dolor en la espalda.
• Obesidad: la obesidad y el sobrepeso hacen que los discos intervertebrales se degeneren. Estos discos son las formaciones de tejido que hay entre vértebras y que reparten el peso entre la superior y la inferior y permiten su movimiento.
• Problemas como la artritis: uno de los tipos de artritis más dolorosos es la osteoartritis que afecta a las caderas y rodillas, pero también a la columna vertebral. Produce que el cartílago que hay entre las articulaciones se desgaste y desintegre haciendo que los huesos rocen entre sí y produciendo inflamación y dolor. La osteoartritis puede causar incapacidad para moverse a la persona que la padece.
• Tener una hernia discal: esto significa que los discos intervertebrales se rompen y la sustancia que hay en su interior sobresale creando un abultamiento o hernia. Produce bastante dolor y hay que tratarlo.
• Infección de la columna vertebral: hay varias infecciones que pueden afectar a la columna vertebral, como la osteomielitis, disquitis, espondilitis o absceso entre otras. Estas infecciones hay que tratarlas cuanto antes.
• Algunas enfermedades que afectan a los órganos reproductores femeninos, como la endometriosis o el cáncer de ovario pueden producir lumbalgia debido a la cercanía de la zona.
• Ciática: la ciática no es una enfermedad en sí sino más bien un dolor que puede deberse a otras causas. Se describe como un dolor o adormecimiento de la pierna que comienza en la espalda baja.
• Curvaturas de la columna vertebral: es algo que se detecta desde niños y pueden darse variaciones como escoliosis (desviación lateral de la columna vertebral), cifosis (la columna vertebral se curva hacia afuera) o lordosis (la columna vertebral se arquea hacia adentro provocando una curvatura exagerada, normalmente en la zona de los glúteos). Esto provocará dolor al niño o al adulto que lo padece, pero pueden corregirse.
• Problemas relacionados con el embarazo: durante el embarazo por el peso del bebé, puede doler la espalda baja.

Para conocer cuál es la causa de tu dolor de espalda baja, lo mejor es visitar a tu médico y que te realice una exploración completa. Así, sabrás si el dolor se debe a una tensión muscular o sobrecarga o hay algún problema subyacente más grave. Sobre todo, es importante acudir a tu doctor si el dolor es persistente yo muy agudo.

Si tienes lumbago además de dolor, puedes notar algunos de estos síntomas:

• Dificultad para realizar algunos movimientos como sentarte, inclinarte o caminar. O incluso incapacidad para moverte.
• Hormigueo o adormecimiento de la zona.
• Sensación de ardor.
• Dolor muy intenso.
• Que el dolor se extienda a otras zonas como las piernas o a la cadera, incluso puedes sentir debilidad en la zona de las piernas o los pies.
• Espasmos musculares.
• Dificultad para orinar.
• No suele ser común, pero en ocasiones también se tiene fiebre.

Si además del dolor, tienes fiebre, notas adormecimiento, dolor sordo o no puedes moverte debes acudir al médico con urgencia.

El tratamiento, como hemos dicho antes, dependerá de las causas que lo hayan producido. No obstante, para el dolor puedes tomar analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos. También hay algunas cremas analgésicas que pueden ayudar a quitar el dolor masajeando la zona con ellas. El médico también puede recetarte relajantes musculares. Cuando el dolor es muy fuerte, incluso se puede administrar una inyección calmante como una epidural en la zona. Esto solo lo recomendará el doctor en algunos casos.

Normalmente, solo se administra tratamiento para el dolor y en los casos de dolor crónico no se suele utilizar la cirugía, pero si se debe a alguna de las causas que vamos a ver a continuación y otros tratamientos han fracasado, se puede aplicar cirugía a personas con: hernia discal, degeneración de los discos, dislocación de alguna de las vértebras o fractura de alguna de ellas.

No obstante y aunque se piensa que lo mejor es el reposo continuo, no siempre es así. Al principio sí que es lo recomendable, pero con el paso del tiempo hay que reactivar la actividad para que la zona se vuelva a poner en marcha, se adapte y no se quede estancada en la misma postura.

Hay algunos consejos que pueden servir para evitar este dolor de espalda baja o aliviarlo cuando ya se ha producido como:

• Si vas a coger peso, hazlo de la mejor manera posible para no dañarte la espalda. Esto es flexionando las rodillas y agachándote con la espalda recta. Después de agarrar la carga, vuelve a levantarte lentamente con la espalda recta.
• Si permaneces mucho tiempo en la misma postura, por trabajo por ejemplo, cambia de vez en cuando y da pequeños paseos.
• Cuando hay dolor, reposa durante dos días y después comienza a hacer actividad de nuevo. No tienes que forzarte ni hacer ejercicios que requieran coger peso ni nada muy forzoso. Poco a poco empieza a caminar, montar en bici o nadar. Los ejercicios aeróbicos son los que mejor van en estas ocasiones.
• La técnica frío/calor es estupenda para tratar los dolores musculares. Para ello, aplica primero frío por ejemplo con un hielo y después calor.

Si el dolor no remite con el paso de los días ni tomando analgésicos acude al médico para que pueda recetarte algún otro tratamiento más fuerte como una inyección calmante.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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