Dolor de riñones y piernas cansadas: causas y tratamiento

Dolor de riñones y piernas cansadas: causas y tratamiento

Los riñones, como es bien sabido, son órganos fundamentales en el organismo debido al proceso de filtración que ejecutan para liberar el exceso de toxinas y desechos que se producen en el cuerpo, además de regular el equilibrio hidrosalino. Cuando ocurren fallos en su funcionamiento, comienzan a aparecer diversos síntomas muy notorios, como dolor de riñones y piernas cansadas, los cuales hay que atender lo más rápido posible, ya que se agudizan con el paso de los días.

Diversas son las razones que pueden causar estos malestares, entre ellas, hernias discales lumbares, lumbalgia, quistes renal, nefritis, etc., por lo que es fundamental acudir al especialista para determinar el diagnóstico y precisar el tratamiento apropiado. Si tienes dolor de riñones y piernas cansadas y no sabes a qué puede deberse, continúa leyendo este artículo de ONsalus en el que te explicamos las causas predominantes y sus posibles tratamientos.

Quiste renal

Los quistes renales son bolsas de líquido que pueden formarse en los riñones o en su superficie y que, por lo general, no generan síntomas o daños. Sin embargo, pueden afectar a la función renal si aumentan considerablemente de tamaño, producen infección o sangrado al orinar.

Son muy frecuentes en las personas de edad avanzada y pueden debilitar el riñón si se manifiestan en grandes cantidades. Normalmente, cuando los quites generan complicaciones, la persona suele presentar fiebre, dolor en los riñones, en el abdomen superior y sangre en la orina.

Tratamiento

Usualmente, los quistes renales no ameritan tratamiento, puesto que no generan síntomas, no obstante, en circunstancias, cuando ocasionan problemas en la función del riñón, es necesario seguir tratamientos que incluyen escleroterapia para drenar el quiste y reducirlo. En casos de quistes grandes, la cirugía es una alternativa para removerlos por completo.

Cálculos renales

Los cálculos renales son trozos de material sólido, hechos de minerales, que se forman en la parte interna del riñón debido a sustancias presentes en la orina. Las más comunes son piedras de calcio a consecuencia de una elevada concentración de sales, especialmente de fosfato, oxalato y calcio.

Estos cálculos afectan a las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga, que al desplazase por los uréteres bloquean el flujo de la orina, ocasionando que el riñón y el uréter se inflame y se produzca un dolor intenso en la espalda y costado, que además puede propagarse hacia la ingle y las piernas, sintiéndolas cansadas. Asimismo, la presencia de cálculos genera ardor al orinar, náuseas y fiebre. Estos síntomas pueden intensificarse dependiendo del tamaño de la piedra y su localización.

Tratamiento

Normalmente, cuando la piedra es pequeña o arenillas es recomendable beber abundante agua, aproximadamente seis a ocho vasos al día, con la intención de aumentar la cantidad de orina, y facilitar la expulsión del cálculo. Para calmar el dolor y las náuseas, lo indicado en ocasiones es aplicar calor local. Si el dolor en intenso, necesariamente se debe tomar antiinflamatorios no esteroideos, y medicamentos puntuales indicados por el especialista. Para piedras de gran tamaño, si no mejora con tratamientos previos, casi siempre la opción es la cirugía, previa la valoración médica.

Nefritis

La nefritis aparece por la inflamación de uno o ambos riñones, normalmente, causada por una infección, enfermedades autoinmunes o por el uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios, que alteran el funcionamiento de este órgano y el proceso de filtración y depuración de la sangre se ve afectado. Esta dolencia manifiesta en las personas dolor en los riñones, piernas cansadas, nauseas, vómitos, fiebre y micción frecuente.

Tratamiento

Si la nefritis es causada por infección, el tratamiento se basa en antibióticos por vía oral o intravenosa dependiendo de su gravedad.

En otras situaciones, el uso de esteroides es recomendado según la consideración del especialista, asimismo el uso de medicamentos diuréticos ayuda a eliminar líquidos, minimiza la inflamación y calma el dolor.

Pielonefritis

La pielonefritis es una infección bacteriana que involucra uno o ambos riñones. Normalmente, es causada por la bacteria Echerichia coli que se traslada desde la zona genital, pasando por la vejiga, los uréteres y llega al interior de los riñones. Casi siempre este tipo de infección ocurre por alguna obstrucción física del flujo de orina, como una anomalía estructural, piedra renal o reflujo de la orina.

Las personas que sufren de este malestar presentan dolor en los riñones, en ambos costados, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos, por lo que es necesario acudir al médico inmediatamente para precisar la patología con exámenes específicos que ayuden a determinar el tratamiento adecuado.

Tratamiento

El tratamiento para este tipo de infección renal involucra el uso de antibióticos antes y después de las pruebas o análisis de laboratorio, que pueden modificarse según el resultado de los exámenes.

Inicialmente, los medicamentos pueden tomarse por vía oral, siempre y cuando el paciente los tolere. Por lo general, si presenta náuseas y vómitos, lo recomendable es seguir el tratamiento por vía intravenosa los primeros tres días, luego, según la evolución se puede continuar el tratamiento por vía oral. En situaciones puntuales, la cirugía puede plantearse si las pruebas muestran un bloqueo crónico de las vías urinarias.

Lumbalgia

La lumbalgia es un dolor que aparece en la parte baja de la espalda y aumenta progresivamente que puede deberse a malas posturas, sobreesfuerzo, sesiones deportivas sin calentamiento previo o estrés. Este dolor suele extenderse hacia los riñones, la ingle, los muslos y las piernas, generando molestias para caminar. Normalmente, la persona que padece esta dolencia suele estar encorvada, le resulta difícil posicionarse de forma vertical.

Tratamiento

Inicialmente, el dolor tiende a calmarse con el uso de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos y relajantes musculares. Es importante tomar en cuenta que hay que evitar reposo absoluto, al contrario, una vez que minimice el dolor, es importante caminar poco a poco y mantenerse activo en la medida de lo posible.

Por otra parte, aplicar calor y frío en la zona del dolor ayuda a aliviarlo. En casos crónicos, la fisioterapia y rutinas de ejercicios reducen el dolor y mejoran la capacidad funcional del paciente.

Infección urinaria

Las infecciones urinarias pueden producirse en cualquier parte del sistema urinario, como los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra. Suelen generarse por la presencia de bacterias en las vías urinarias que se trasladan a través de la uretra y se multiplican en la vejiga.

Estas infecciones son muy comunes y recurrentes en las mujeres, por lo que a veces pueden extenderse y causar daños renales irreversibles. El nivel de riesgo aumenta si existe obstrucción de las vías urinarias, el sistema inmunológico está debilitado, hay daños en los nervios alrededor de la vejiga o el flujo de la orina toma la dirección opuesta.

Algunas infecciones urinarias son asintomáticas, mientras que otras, especialmente las que involucran el tracto urinario superior, producen malestares como dolor en los riñones, que puede propagarse hacia las piernas y sentirlas cansadas, fiebre, escalofríos, y dolor al orinar, por lo que hay que estar atento a si los síntomas empeoran porque pueden generar complicaciones, como daños en los tejidos y envenenamiento de la sangre.

Tratamiento

El tratamiento de las infecciones urinarias se centra en el uso de antibióticos, seleccionándolos en base a los efectos secundarios que puedan generar y la tolerancia en el paciente. Se recomienda beber abundante líquido y mantener una buena higiene en la zona genital.

Cáncer renal

El cáncer renal se origina en los riñones cuando las células de estos órganos crecen desmesuradamente y sobrepasan el número de células normales, haciendo que este órgano no pueda continuar realizando su función de manera adecuada.

Esta enfermedad suele estar asociada a determinadas patologías genéticas, al consumo del tabaco y la obesidad. Los síntomas aparecen normalmente como dolor en los riñones, dolor lumbar intermitente, sangre en la orina, cansancio en las piernas y sangre al orinar. Es fundamental acudir al especialista si estos síntomas permanecen y se agudizan para obtener un diagnóstico y tratamiento apropiado.

Tratamiento

Tratar esta enfermedad es compleja, amerita necesariamente de la valoración y seguimiento por parte del especialista para evaluar la posibilidad de cirugía en caso de que se pueda extirpar la tumoración y determinar la aplicación de quimioterapias y radioterapias.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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