Dolor en el brazo izquierdo y hombro: causas y tratamiento

Infarto de miocardio

Como hemos mencionado, sería la causa más importante (y reconocida) de dolor conjunto del hombro y brazo izquierdo.

Cuando evaluamos a un paciente con un probable infarto de miocardio (IM), los médicos realizamos un electrocardiograma y este nos mostrará cómo se encuentra la funcionalidad de las diferentes caras del corazón y dónde se encuentra la lesión.

El infarto de la cara posterolateral izquierda del corazón puede manifestarse como dolor en el hombro y brazo izquierdo, con menor compromiso de dolor en el propio tórax, y puede extenderse incluso a la espalda.

El dolor de IM, por lo general, aparece de forma repentina, brusca y puede ser muy agudo. Su intensidad va a ser variable, pero va a incrementando con el transcurrir de las horas si no se inicia tratamiento, siendo esto manifestación de que el daño continúa extendiéndose.

Es un dolor que se irradia a otras zonas cercanas. Puede iniciarse en el tórax e irradiarse hacia el lado izquierdo del cuello, el lado izquierdo y punta de la mandíbula y al hombro y brazo izquierdos.

Puede igualmente irradiarse hacia el epigastrio (lo que se denomina vulgarmente “la boca del estómago”), lo que nos hace pensar en afectación de la cara inferior, el tipo de infarto más temido por los médicos por su evolución errática y potencialmente fatal.

Son característicos también del infarto su aparición predominantemente en la noche (madrugada) y la sensación de muerte inminente que tiene la persona.

Angina de pecho

Es una manifestación de enfermedad cardiovascular, pero de menor severidad y con duración menor a 30 minutos.

En este caso, las arterias están estrechadas también, pero en menor cuantía que en el infarto. En determinado momento, puede producirse un déficit en el aporte de sangre (y por consiguiente, de oxígeno) a una determinada zona cardíaca, lo que conllevará la producción de dolor. Este dolor puede irradiarse al hombro y brazo izquierdos, y simular un IM.

A diferencia del IM, característicamente aparece posterior a algún esfuerzo y tiene una asociación importante con subir escaleras. Durante este esfuerzo, se incrementa la necesidad de oxígeno del organismo, por lo que aumenta el trabajo cardíaco. Si tus arterias coronarias están obstruidas, puedes presentar un episodio de angina (o ángor, como también se le conoce).

Bursitis

La bursitis es un proceso inflamatorio. En la articulación del hombro, tenemos las denominadas bursas, que son un tejido especializado cuya función es facilitar y acolchonar los movimientos de los grupos musculares y tendones a ese nivel. Sin embargo, por traumatismos o infecciones, las bursas de tu hombro pueden inflamarse, provocándote dolor de fuerte intensidad que puede incluso limitar la movilidad no solo del hombro, sino de todo el brazo.

El dolor puede comprometer a ambos y provocar gran ansiedad en la persona, simulando un ataque cardíaco. Por lo general, su aparición es mucho más progresiva (insidiosa) y en raras ocasiones este dolor se irradia al tórax para completar el cuadro de aparente IM.

Tendinitis

En el hombro también y en la parte superior del húmero (el hueso que da forma al brazo) pasan y se insertan algunos tendones de músculos del miembro superior. Producto de lesiones, traumatismos y más raramente de infecciones (virales, por lo general), puede producirse inflamación de estos tendones, instalándose una tendinitis de hombro.

La afectación puede desarrollarse lentamente o de manera repentina, según la causa, y comprometer tanto al hombro como al brazo.

Desgarro del manguito rotador

El manguito rotador es una estructura anatómica que se constituye en el hombro a partir de un grupo de músculos y tendones. Su función principal, entre otras, es la de mantener la cabeza del hueso húmero en su posición en el hombro y permitir los movimientos de este último.

Sin embargo, el levantar grandes pesos o realizar determinados movimientos de forma agresiva puede provocar el desgarro de cualquiera de las estructuras allí involucradas.

La característica fundamental, además del dolor en el hombro y brazo (puede suceder en cualquiera de los dos lados), es que la persona no puede levantar el brazo y realizar el movimiento de peinarse el cabello. La intensidad del dolor es variable, pero se elevará con el transcurrir del tiempo de no instaurarse tratamiento apropiado.

Hernia discal

Las hernias producidas en los discos que se encuentran entre las vértebras del cuello pueden ocasionar pellizcamiento y comprometer las raíces de los nervios que emergen de la columna a ese nivel, los cuales inervan, entre otras estructuras, el hombro y todo el miembro superior.

El dolor es un dolor descrito como sordo, en inicio de leve intensidad, pero que puede llegar a limitar la movilidad de todo el miembro y puede acompañarse de mareos y náuseas.

Puedes ver más información en el artículo Hernia discal: causas, síntomas y tratamiento.

Fracturas

Las fracturas de cualquiera de los huesos que conforman la articulación del hombro producirán dolor a ese nivel que puede extenderse al brazo, y no necesariamente ser reconocidas como tales por la persona por considerar que el traumatismo que la produjo fue menor.

Son frecuentes en ancianos y en mujeres con osteoporosis y son otra causa de dolor en el hombro y brazo izquierdos.

El tratamiento dependerá y variará según la causa del dolor:

• En el caso del infarto de miocardio, por supuesto, la atención debe ser inmediata e idealmente antes de las 6 horas. El médico instaurará el tratamiento apropiado después de confirmar el diagnóstico. Según el daño encontrado, el paciente podrá ameritar ingreso a unidad de cuidados coronarios o de cuidados intensivos.
• La angina de pecho cederá con el reposo y la administración de nitratos, que provocarán dilatación de las arterias comprometidas, desapareciendo de inmediato el dolor al mejorar el aporte de sangre y oxígeno.
• La bursitis y la tendinitis ameritarán reposo de la extremidad con probable colocación de cabestrillo (para impedir la movilización), medios físicos (frío) y administración de relajantes musculares y analgésicos antiinflamatorios por varias semanas, seguido de rehabilitación posterior.
• El tratamiento del desgarro del manguito rotador es variable, dependiendo de las estructuras comprometidas. Puede variar desde medidas simples, iguales a la indicadas para la bursitis/tendinitis más rehabilitación fisioterapéutica por tiempo determinado, hasta la necesidad de intervención quirúrgica para la reparación adecuada del daño.
• El tratamiento de las fracturas a ese nivel, por lo general, son de resolución quirúrgica conllevando la colocación de material de osteosíntesis para garantizar la adecuada fijación del hueso afectado.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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