Dolor en la axila al tocar: causas y tratamiento

En ocasiones, cuando hay una infección en el organismo, los ganglios linfáticos pueden inflamarse y aumentar de tamaño, ya que forman parte del sistema inmunológico y ayudan a combatir los procesos infecciosos que estén afectando al organismo.

Las infecciones virales, la faringitis, las heridas en la piel, las infecciones bucales y de oído, entre otras, suelen inflamar los ganglios linfáticos de manera leve y pasajera, aunque en situaciones de enfermedades autoinmunes, la inflamación puede durar más de 1 mes.

Tratamiento

Normalmente, el ganglio inflamado no amerita tratamiento. Lo apropiado es guardar reposo y tomar abundante líquido. No obstante, según sea el caso, es importante identificar la causa de la inflamación o infección para tratarla con los medicamentos adecuados, incluyendo antibióticos que indique previamente el médico tratante.

Puedes obtener más detalles en el artículo Ganglios inflamados en la axila: causas y tratamiento.

Los músculos pectorales y del brazo son muy utilizados para lanzar o tirar objetos, lo que con frecuencia puede causar dolor en la axila debido a que alguno de lo músculos involucrados ha sufrido una distensión o tirón. Esto es especialmente frecuente en aquellas personas que practican deportes muy dinámicos en los que continuamente usan los brazos y el pecho como, por ejemplo, el tenis, la natación, el voleibol o el levantamiento de pesas.

Tratamiento

En estos casos, es fundamental dejar de hacer la actividad física por unos días y guardar reposo. Igualmente, colocar compresas frías en la zona donde se siente el dolor 2 o 3 veces al día y tomar analgésicos, como el paracetamol, y antiinflamatorios, como el ibuprofeno, previamente indicados por un especialista, ayudará a calmar los síntomas.

Los quistes sebáceos en la axila se desarrollan cuando los fluidos corporales se acumulan allí. Es un bulto benigno formado bajo la piel de consistencia blanda que, además, puede aparecer detrás de las orejas, el cuello, la espalda y el rostro. Generalmente, estos quistes no causan dolor, sin embargo, cuando se inflaman pueden causar molestias al tocarlos, sensibilidad y enrojecimiento.

Tratamiento

Lo adecuado para tratar los quistes sebáceos a pesar de no tener síntomas es acudir al dermatólogo para una evaluación detallada del bulto, puesto que en ciertas circunstancias, lo indicado es retirarlo a través de la remoción quirúrgica.

Los vellos encarnados que quedan enterrados debajo de la piel y no salen adecuadamente al exterior también pueden causar dolor en la axila al tocarla. Debido a la acumulación de sudor y microorganismos, el folículo piloso se inflama y se obstruye el poro. Normalmente, esto sucede debido a una depilación o a una higiene deficiente en la zona axilar. En el caso de que llegue a infectarse, puede causar bastante dolor e irritación.

Tratamiento

Lo recomendable es intentar retirar el vello enquistado de manera adecuada, teniendo en cuenta antes de hacerlo una buena limpieza en el área axilar, una exfoliación y la colocación de compresas de agua tibia en el folículo para lograr abrir el poro y que se asome la punta del vello. Después de esto, debe retirarse con firmeza desde la raíz con una pinza adecuada y esterilizada. Puedes ver más detalles en el artículo Cómo quitar un pelo enquistado en la axila.

La hidradenitis supurativa, también conocida como golondrino, aparece por la inflamación e infección de una glándula sudorípara. En estos casos, los conductos por donde se excreta el sudor se obstruyen, acumulando y proliferando bacterias debido al calor y la humedad. Se produce la segregación de pus y la formación de un absceso muy doloroso, limitando a veces hasta la movilización del brazo.

A pesar de que esta afección es más común en mujeres en la etapa de la pubertad, también suele aparecer en personas que mantienen una sudoración excesiva, una higiene deficiente, tienen obesidad, padecen de diabetes o utilizan ropa muy ajustada.

Los síntomas son muy característicos, casi siempre se forma un forúnculo en la axila muy doloroso que se intensifica al presionar sobre el lugar en el que se produce. Asimismo, produce picazón y tiende a aumentar de tamaño convirtiéndose en un bulto o absceso que normalmente comienza a supurar.

Tratamiento

El tratamiento de la hidradenitis supurativa, siempre y cuando esté en la fase inicial de formación, se puede drenar haciendo una pequeña incisión y luego tomar antibióticos previamente indicados por el médico.

Cuando aparecen de manera reiterativa y son de gran tamaño, lo recomendable es tratarlos quirúrgicamente para realizar una limpieza profunda y eliminar el tejido dañado.

Aunque no es la causa más común de este síntoma, el cáncer desarrollado en la parte superior del cuerpo suele inflamar los ganglios linfáticos, especialmente, el cáncer de seno, el linfático y los respiratorios, manifestando a veces un bulto doloroso debajo de la axila que se puede diseminar hacia el brazo.

Asimismo, la inflamación y el dolor en la axila pueden deberse a una reacción secundaria producto de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

Tratamiento

Es muy importante acudir al médico si tienes un dolor en la axila que no desaparece y, sobre todo, si a este le acompañan otros síntomas, como dificultades respiratorias, fiebre, dolor y enrojecimiento en el seno. Es importante realizarse los exámenes médicos oportunos lo más pronto posible para iniciar, en el caso de que sea necesario, el tratamiento adecuado.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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