Dolor en los ganglios del cuello: causas, tratamiento y cuándo preocuparse

Los ganglios linfáticos actúan como filtros frente a virus y otros agentes patógenos. Por eso, cuando el organismo atraviesa un proceso infeccioso viral, los ganglios cervicales suelen inflamarse y volverse dolorosos.

Esto ocurre en infecciones virales como:

• Resfriado común.
• Mononucleosis infecciosa.
• Rubéola.
• Sarampión.
• Virus del herpes simple.

Afortunadamente, la mayoría de estas infecciones virales son autolimitadas y el dolor en los ganglios disminuye a medida que el cuerpo va combatiendo la infección.

Tratamiento

En estos casos, lo más importante es aliviar los síntomas. Se recomienda descansar adecuadamente, mantener una buena hidratación y utilizar analgésicos o antipiréticos como el paracetamol o el ibuprofeno, que ayudan a reducir el dolor y la fiebre. Los medicamentos específicos deberán administrarse según las necesidades de cada caso, siempre bajo indicación de tu médico de cabecera.

Otra razón frecuente por la que puedes tener dolor en los ganglios del cuello son las infecciones bacterianas; recordemos que los ganglios linfáticos también son filtros de las bacterias.

Dentro de las infecciones bacterianas que pueden generar dolor en los ganglios del cuello, encontramos:

• La amigdalitis.
• la faringitis estreptocócica.
• La celulitis cervical.
• En casos graves, la tuberculosis e infecciones por anaerobios.

Una respuesta inmunitaria activa frente a una infección suele provocar dolor, aumento del tamaño de los ganglios, enrojecimiento y sensibilidad al tacto. Estos son signos característicos de la inflamación ganglionar.

Tratamiento

El tratamiento básicamente va a requerir el uso de antibióticos específicos de acuerdo a la bacteria responsable del proceso infeccioso. Asimismo, es recomendable mantener una hidratación adecuada, hacer reposo y tomar analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación.

Es fundamental acudir a tu médico de cabecera cuando los síntomas se hacen persistentes y los ganglios se vuelven extremadamente dolorosos, grandes y no disminuyen de tamaño con el tratamiento.

Los ganglios dolorosos en el cuello también pueden indicar la presencia de infecciones dentales o bucales, especialmente en casos de:

• Caries.
• Absceso dental.
• Gingivitis.
• Periodontitis.
• Infecciones postextracciones.
• Aftas.
• Herpes bucal.

Estas infecciones se extienden a los ganglios linfáticos más cercanos, que son los del cuello, lo que provoca su inflamación y sensibilidad.

Cualquiera de estas afecciones de salud suele generar inflamación y dolor en los ganglios cervicales, además de enrojecimiento, fiebre, malestar general, dificultad para tragar o abrir la boca.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la causa subyacente. Generalmente, puede requerir el uso de antibióticos como la amoxicilina con ácido clavulánico. Si se trata de un absceso, podría ser necesario realizar un drenaje para aliviar la presión. Además, tu médico de cabecera probablemente te indicará antiinflamatorios y analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol, para reducir el dolor y la hinchazón.

Es fundamental mantener una buena higiene bucal, reforzando el cepillado, el uso de hilo dental y enjuagues bucales. La aplicación de calor local, mediante compresas tibias sobre la zona del ganglio, también puede contribuir a aliviar las molestias.

No menos importantes encontramos las enfermedades autoinmunes como la razón por la cual puedes tener dolor en los ganglios del cuello. Aquí se clasifican todas aquellas afecciones en las que el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos. Dentro de ellas encontramos:

• El lupus sistémico, que además de provocar la inflamación y dolor en los ganglios, cursa con fatiga, erupciones y dolor articular.
• La artritis reumatoide que no solo afecta las articulaciones, también puede causar adenopatía en la región cervical.
• El síndrome de Sjögren ataca las glándulas salivales y lagrimales, y los ganglios linfáticos cervicales inflamados y dolorosos son un hallazgo frecuente.
• Finalmente, la tiroiditis autoinmune de Hashimoto también suele inflamar y causar dolor en los ganglios cercanos a la tiroides.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento en estos casos es controlar la enfermedad de base. Por lo general, se requiere el uso de fármacos inmunomoduladores: corticoides para el manejo de los brotes agudos, y medicamentos como el metotrexato o la hidroxicloroquina como tratamiento de mantenimiento.

El manejo sintomático puede incluir analgésicos para aliviar el dolor. Como complemento, se recomienda un seguimiento periódico con el reumatólogo, mantener una dieta antiinflamatoria rica en ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, así como evitar factores que pueden agravar los síntomas, como el estrés y el consumo de tabaco.

En algunos casos, la inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos en la zona del cuello puede ser un signo de enfermedades oncológicas. A diferencia de las infecciones comunes, los ganglios inflamados asociados al cáncer suelen presentar características específicas que requieren atención médica inmediata.

En estos casos, los ganglios suelen ser duros, de forma regular, no móviles (por estar adheridos a tejidos profundos) y su crecimiento es progresivo, superando los 2 a 3 centímetros sin mostrar mejoría en un período de 3 a 4 semanas. Además, pueden acompañarse de síntomas generales como pérdida de peso inexplicable, fiebre nocturna, sudoración excesiva y fatiga crónica.

Esto puede ocurrir en caso de:

• Linfoma de Hodgkin y no Hodgkin: este tipo de cáncer es originario del sistema linfático y frecuentemente causa una inflamación que se va volviendo dolorosa con el crecimiento tumoral.
• Metástasis de otros cánceres provenientes de la cabeza, cuello, mama o pulmón, que pueden diseminarse a los ganglios linfáticos cervicales.
• Finalmente, las leucemias también pueden manifestarse con ganglios linfáticos cervicales inflamados.

Tratamiento

Sin duda, el tratamiento y el abordaje van a depender del tipo y del estadio del cáncer; en muchos casos, puede requerirse cirugía para extirpar los ganglios afectados, quimioterapia o inmunoterapia en caso de linfomas o cánceres diseminados y radioterapia utilizada cuando hay tumores en la cabeza o cuello.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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