Ejercicios para el dolor de cabeza

Para conocer lo que queremos aliviar o erradicar, hay que identificar primero las posibles causas de su origen. El cerebro es el órgano más imprescindible para nuestro funcionamiento, por lo que sus avisos ante cualquier falla o deficiencia van a ser siempre mayores y, en la mayoría de los casos, muy molestos e inhabilitantes, puesto que es una pieza fundamental del funcionamiento del todo.

Existen muchas causas que motivan el dolor de cabeza. Se pueden resumir en las siguientes categorías:

• Alimentación y metabolismo: un cerebro mal alimentado puede alertar no sólo a través del hambre sino del dolor, indicando que necesita algunos nutrientes esenciales. Problemas metabólicos, como por ejemplo la resistencia a la insulina, intervienen igualmente en la salud y rendimiento del cerebro, así como en la absorción de nutrientes.
• Neuroinflamación: ya sea por estrés, consumo de neuroestimulantes o analgésicos. La neuroinflamación como producto del estrés crónico genera una irritación neurológica, similar al consumo de drogas, productos altos en azúcar y/o glutamato monosódico. El consumo de analgésicos de forma constante aumenta las probabilidades de cefaleas.
• Esfuerzo de la vista: es común en la vida moderna el uso excesivo de los ojos ante monitores y pantallas que le exigen más de lo que están preparados. Además, una alimentación insuficiente en Omega 3 permite un mayor deterioro de la visión.
• Sinusitis: la inflamación de los senos paranasales de forma tanto aguda como crónica puede causar incomodidad y hasta dolor en la región de la cara, especialmente al colocar la cabeza en ángulos específicos. También puede bloquear el correcto flujo de aire, causando con ello falta de oxigenación cerebral y la posibilidad de dolor. A esto se le denomina cefalea sinusal.
• Estrés emocional: el estrés facilita la acumulación de tensión en regiones como el cuello y la espalda, que pueden extenderse hasta la cabeza provocando dolor. Es frecuente que luego de alguna situación demasiado alarmante se produzca cefalea tensional. Algunos psicólogos encuentran que ciertos dolores de cabeza tienen relación con la insatisfacción sexual y anorgasmia, y su aparición es recurrente en el síndrome premenstrual.
• Golpes: traumatismos y accidentes, sean directamente en la cabeza o en regiones cercanas.

Como mencionamos, diversas formas de estrés pueden desencadenar un dolor de cabeza, siendo la cefalea tensional una de las más comunes, causadas al menos en forma parcial por tensiones acumuladas en cuello y hombros, aún si estos no presentan dolor.

Para atacar este problema, se pueden iniciar unos lentos giros de cuello, inhalando al subir el mentón por un lado y exhalando al bajar por el lado contrario. Toma consciencia de la respiración durante este ejercicio, luego de unas 7 repeticiones, cambia de sentido, subiendo por el lado por el cual antes bajabas.

Es muy importante, por seguridad, no dejar que el cuello caiga hacia atrás cuando la cabeza va por arriba, es decir, no lo dejes caer, pues ahí hace daño. Si presentas dolores en el cuello previos al ejercicio y te limita a practicar los giros, puedes iniciar subiendo y bajando la cabeza, inhalando en la subida y exhalando al llevar el mentón hacia el pecho. Luego haces movimientos horizontales.

Estos giros de cuello también pueden ser útiles en casos de sinusitis, para movilizar los mocos acumulados en los senos paranasales.

Para una serie más completa e integral de los giros de cuello, adicionalmente, puedes hacer unos lentos giros de hombro, también acompasados con la respiración. Puedes incluir algunos estiramientos de brazos hacia arriba, para relajar y elongar los músculos trapecios, así como toda la espalda si es posible, donde se acumula la mayor tensión por estrés que afecta a la cabeza.

Con la base de las palmas, aplica movimientos circulares hacia afuera, pequeños y rápidos a nivel de los pómulos (huesos de los cachetes), y luego procede a repetirlos en medio de las cejas.

Esta herramienta es especialmente útil para la cefalea sinusal, pues va directo a movilizar las mucosidades dentro de los senos. Sin embargo, también significa una posibilidad de alivio en otros dolores de cabeza, al movilizar energía y sangre por la cabeza y relajar a través del sentido del tacto.

Las sienes (pequeños hoyos a los lados de la frente) puedes masajearlos lentamente y con una suave presión, en círculos hacia adelante, acompasados de respiraciones largas y profundas. El acto de bostezar también ayuda a relajar los músculos que se encuentran allí: los temporales. partiendo de esa relajación, tu cabeza podrá relajarse más fácilmente.

Otro recurso es darse masajes circulares en la coronilla con la palma de la mano. Círculos rápidos y con presión moderada. esto armoniza el cerebro y las vibraciones que se expanden desde este movimiento a todo el cráneo son una confortable señal de relajación.

Cierra tus ojos y coloca las base de las palmas sobre ellos, y presiónalos suavemente para hundirlos hacia atrás. Mantén el ejercicio aligerando y aumentando la presión, por al menos un minuto. Esto es más recomendado en casos de cefalea visual (aunque sirve contra otras cefaleas), y se recomienda además que se descanse de la exposición a monitores y fuentes de luz artificial. Puedes dejar los ojos cerrados por varios segundos para asimilar mejor el efecto.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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