Esguince cervical: síntomas, grados y tratamiento

Esguince cervical: síntomas, grados y tratamiento

El esguince cervical, también conocido popularmente como latigazo cervical o latigazo en el cuello es una de las dolencias más frecuentes en personas con accidentes o movimientos bruscos que involucran la cabeza y el cuello. Esta lesión está causada por un exceso de tensión en la zona cervical al momento de ejercer una acción que exige una flexibilidad y velocidad a las que el cuerpo no es capaz de responder.

Por lo común esta afección es muy molesta y dolorosa, en consecuencia, lo importante para la persona que lo padece es subsanarla tan pronto como sea posible. Es por ello que en ONsalus explicamos que es la esguince cervical: síntomas, grados y tratamiento.

Esguince cervical: definición y causas

Un esguince es una torcedura o estiramiento brusco o forzado de algún tejido muscular, dejando una irritación y hasta una ruptura del ligamento y/o fibras musculares afectadas. Es una lesión frecuente en deportes y ejercicios de alta velocidad e impacto, así como en algunos trabajos forzados, o ante la adopción continua o repentina de posturas anti-ergonómicas, o lo que es lo mismo, que no concuerdan con la correcta alineación del cuerpo.

Cuando hablamos de esguince cervical, es aquella que se produce específicamente en los músculos y ligamentos ubicados en torno al segmento cervical de nuestra columna vertebral, compuesto de un total de 7 vértebras.

La causa más conocida y frecuente es la de los accidentes de tránsito, cuando nuestro coche es impactado provocando el movimiento brusco de 'latigazo', generalmente hacia adelante y atrás, si bien puede hacerse presente en choques por la lateral del vehículo, que son menos frecuentes. Además de estos accidentes, existen varios eventos o causas externas adicionales:

  • Adopción prolongada de malas posturas, que perjudican a los músculos y tendones de la zona.
  • Dormir en una mala posición, en este caso, posiciones que estiren demasiado el cuello, ya sea acostándose de lado o con almohadas duras o muy grandes.
  • Hacer grandes esfuerzos que sobrecarguen de tensión el cuello o lo hagan adoptar una muy mala postura, así sea por un breve instante.
  • Otros accidentes. Por ejemplo: recibir un balonazo o golpe en la cabeza lo suficientemente fuerte y sorpresivo como para producir de igual manera un movimiento de látigo; o el mal movimiento en la realización de un ejercicio o estiramiento. En deportes como el rugby, fútbol americano y algunas artes marciales aumentan los riesgos de sufrir esta lesión.

Aparte de todo lo que acabamos de mencionar, hay que tomar en cuenta factores internos como el estrés crónico, que difícilmente producirán una esguince como tal, pero si pueden provocar que la tensión se acumule en el área y sea más probable que la persona sufra de esguince en el cuello o en otros segmentos del cuerpo.

Síntomas del esguince cervical

Un esguince puede manifestarse mediante los siguientes síntomas:

  • Dolor en el cuello, el cual puede manifestarse como pesadez, rigidez o dolor al intentar mover el cuello hacia cualquier dirección o en direcciones específicas
  • Cefalea (dolor de cabeza)
  • Extensión del dolor a hombros y brazos: a veces la esguince viene acompañada de contracturas de grupos musculares cercanos
  • Hormigueo en brazos y manos: en este caso debe revisarse cuidadosamente con una radiografía, para asegurar que no estén afectados o amenazados otros sistemas, como el sistema nervioso
  • Vértigo
  • Zumbido en los oídos

Es importante acotar que en algunas circunstancias, luego de un esguince cervical, el dolor producto del latigazo no aparece inmediatamente, pero comienza a surgir gradualmente en el resto del día o luego de dormir.

Esguince cervical: grados

La clasificación más aceptada del esguince cervical es la siguiente:

  • Grado 0: asintomática.
  • Grado 1 (I): presenta dolor y contractura muscular (síntomas), pero no presenta signos físicos.
  • Grado 2 (II): dolor moderado, con una contractura o lesión muscular suficiente como para limitar el movimiento. La curvatura normal del cuello (lordosis) puede verse ligeramente reducida debido a la tensión muscular presente.
  • Grado 3 (III): el dolor y la contractura muscular ya son severos, inhabilitando la movilidad del cuello completa o casi completamente. En una radiografía, puede llegar a verse no sólo pérdida de la curvatura natural del cuello, sino su inversión (curvado hacia delante). Ya el uso del collarín es obligatorio.
  • Grado 4 (IV): aquí se involucran fracturas óseas y/o luxaciones (dislocaciones), pudiendo comprometer seriamente al paciente a consecuencias graves, como por ejemplo, a una parálisis. Generalmente requiere intervención quirúrgica de urgencia.

Esguince cervical: tratamiento

Dependiendo del momento y la gravedad de la lesión, existen los siguientes tratamientos para el esguince cervical:

  • Hielo o compresa fría: esto es especialmente importante a aplicar durante las primeras 24 horas del accidente, intermitentemente, cada 20 minutos. Es contraindicado que la temperatura que haga contacto con la piel no sea al punto de congelación, por ende, cubre los hielos lo suficiente o pregúntale al afectado si la compresa está exageradamente fría.
  • Paño húmedo caliente: para aliviar las contracturas y favorecer la distensión. En intervalos similares a la aplicación de frío, pero aplíquese luego de las primeras 24 horas.
  • Masajes: hechos por un fisioterapeuta o especialista, para ayudar a la relajación del cuello.
  • Collarín: se coloca a partir del Grado II, por el tiempo que determine el especialista, y es con la idea de mantener al cuello y cabeza en la postura fisiológicamente más correcta y evita agravamientos de la lesión.
  • Cirugía: como ya mencionamos, al estar en presencia de una esguince grado IV la intervención quirúrgica se hace necesaria para evitar daños moderados a muy graves que pueden quedar en el paciente.

También sugerimos que cuides tu postura tanto en movimiento y actividades, como en situaciones de reposo. Prácticas como el pilates y el yoga enseñan la forma correcta y ayudan a alinear y fortalecer la zona para que se mantenga ajustada.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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