Durante una consulta médica, nuestro doctor siempre realiza una serie de pruebas y exámenes de rutina con los que todos estamos familiarizados, como por ejemplo la medición de la frecuencia respiratoria o la tensión arterial. Dependiendo del motivo de consulta de un paciente, las pruebas de rutina pueden extenderse para abarcar otras que no suelen ser tan comunes. Una de estas pruebas es la espirometría, la cual se indica principalmente para personas que tienen algún problema de orden respiratorio.
Al no ser una prueba que se realice con tanta frecuencia, muchos pacientes no saben cómo ejecutarla de forma adecuada o pueden tener dudas respecto a las pautas que deben acatar antes de realizarla, razón por la cual en este artículo de ONsalus te explicaremos lo que necesitas saber sobre la espirometría: qué es y cómo prepararse antes de realizarla.
Qué es la espirometría
La espirometría es una prueba que permite valorar la condición de los pulmones y estudiar la evolución de enfermedades respiratorias en quienes las sufren. Hoy en día, se considera una prueba básica y bastante fundamental para poder realizar un diagnostico de las múltiples enfermedades que pueden afectar los órganos de la respiración, haciendo de esta prueba un pilar importante de la neumología.
En sí, la prueba mide el volumen de aire que fluye desde los pulmones hacia el exterior, por lo cual mide la capacidad de estos órganos. Dicho flujo de aire se plasma en un gráfico que será interpretado por el médico que realiza la prueba.
Cuándo debo hacerme una espirometría
La espirometría se suele indicar principalmente en personas que sufren de enfermedades pulmonares, aunque también puede utilizarse para evaluar el impacto sobre los pulmones de enfermedades que afectan otros sistemas, como por ejemplo enfermedades cardiacas o renales. Esto hace que la espirometría cada vez se considere más como una evaluación de rutina para muchas condiciones distintas.
Las principales condiciones que pueden requerir una espirometría como prueba diagnóstica o de seguimiento son las siguientes:
- Presencia prolongada de síntomas respiratorios como por ejemplo disnea, tos, expectoración y dolor torácico.
- Valoración de pacientes fumadores mayores de 35 años.
- Valoración antes de la ejecución de programas de actividad física intensa.
- Valoración en pacientes en quienes se hará una cirugía torácica alta.
- Monitorear el progreso de enfermedades que afectan los pulmones
- Valorar pacientes con exposición laboral a sustancias con efectos en los pulmones.
Cuándo no se puede hacer una espirometría
Dependiendo de la presencia de distintas condiciones, la espirometría puede ser un estudio que puede no ser recomendado en ciertas personas. Estas contraindicaciones pueden dividirse en absolutas o relativas.
Entre las contraindicaciones absolutas se encuentran:
- Pacientes que sufren de embolismo pulmonar sin controlar
- En quienes han sufrido de neumotórax
- Infarto de miocardio y angina de pecho recientes
- Infecciones pulmonares activas
- Tos con sangre.
En las contraindicaciones relativas se debe comparar el riesgo de hacer la prueba con el beneficio que puede dar el resultado de la prueba:
- Niños menores a 6 años
- Personas desorientadas
- Pacientes que han sufrido una cirugía en el tórax abdomen o cualquier parte de la cabeza y cuello
- Crisis hipertensivas
- Problemas orofaciales que dificulten la prueba.
Qué debo hacer antes de hacerme una espirometría
Antes de que se realice la espirometría su médico le explicara cómo se realiza la prueba y le dará todas las indicaciones respecto de qué debe hacer antes de su realización. Entre los puntos más importantes están los siguientes:
- Se recomienda utilizar ropa ligera el día de la prueba y retirar prótesis dentales
- Descansar al menos 15 minutos antes de realizarla.
- Evitar el esfuerzo físico y el consumo de tabaco al menos una hora antes de la prueba
- Evitar el consumo abundante de alimentos al menos dos horas antes de la prueba
- Evitar el consumo de café, té, alcohol, somníferos y similares al menos cuatro horas antes de la prueba
- Las personas que utilizan medicamentos para condiciones respiratorias o inhaladores deben informarle al médico y este tomará una decisión puesto que algunos de ellos pueden alterar los resultados de la prueba.
Cómo se realiza una espirometría
Cuando su médico esté preparando todo para realizar la prueba, lo primero que hará es explicarle en qué consiste la prueba y lo importante de su colaboración para obtener resultados correctos:
- Deberá sentarse en frente al equipo y el médico le colocara una pinza nasal para evitar el escape de aire que pueda alterar los resultados.
- A través del espirómetro se pueden hacer distintas pruebas, de entre las cuales la mas común es la exhalación forzada en la cual el paciente debe tomar aire con la boquilla del aparato separa de su boca, luego de lo cual debe colocársela en boca y realizar una exhalación vigorosa y sostenida hasta que el médico le indique detenerse.
- Existe otra prueba llamada expiración lenta, en la cual el paciente debe respirar calmadamente al menos 3 veces en el dispositivo.
- En ocasiones, es de utilidad valorar también la inspiración del paciente, por lo que se le indica inhalar el aire teniendo la boquilla colocada en la boca, a diferencia del caso anterior, completando también así una inspirómetro.
- Por lo general, estas pruebas se repiten entre 3 y 8 veces, dejando suficiente tiempo entre una y otra para la recuperación del paciente. Luego de esto, los gráficos productos de la prueba serán interpretados por el doctor, quien hará el diagnostico y tomará las medidas necesarias para los distintos casos.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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