La correcta nutrición es más compleja de lo que parece, de hecho a muchos les sorprendería saber que existen alimentos que no se deben mezclar nunca con el fin de garantizar sus adecuadas propiedades nutricionales. Además de asegurarnos que recibimos las vitaminas y nutrientes de todo lo que comemos, combinar ciertos alimentos en una misma comida puede dificultar nuestra digestión, hacerla más lenta y ocasionar pesadez y molestias.
Presta atención porque estos alimentos no se deben mezclar nunca y lo mejor es ingerirlos siempre por separado.
La importancia de combinar adecuadamente los alimentos
Comer no solo es un placer sino que es la única forma que tenemos de nutrir nuestro organismo, por eso es importante hacerlo de manera adecuada. Existen alimentos que juntos facilitan nuestra digestión, garantizan la absorción de nutrientes y nos ayudan incluso a combatir determinadas condiciones de salud, sin embargo otros productos al combinarlos dan como resultado digestiones pesadas, molestias estomacales y producen una nutrición limitada.
Saber realizar esta combinación de forma adecuada es muy importante, pues no necesariamente porque sepa bien junto quiere decir que está bien comerlo. De este modo resulta imprescindible saber mezclar los ingredientes para que nuestro cuerpo reciba todos sus aportes y nuestro estómago pueda contar con un funcionamiento eficaz y adecuado, evitando así molestias y enfermedades gástricas.
Tomate + alimentos con almidón = mala digestión
Una guía para saber el modo en el que debemos comer es observar la naturaleza, aquellos alimentos que crecen juntos suelen combinar bien juntos. En el mundo natural la combinación de alimentos ácidos como las frutas, con alimentos ricos en almidón como el arroz, las patatas o el maíz, es poco común y por tanto no deben comerse juntos. Esto se debe a que el cítrico de estos ingredientes disminuye la absorción de los carbohidratos del almidón y, por lo tanto, dificulta su digestión y acelera su fermentación.
El tomate es un alimento ácido por excelencia por lo tanto nunca debe combinarse con alimentos ricos en almidón como es el caso del arroz, las patatas o el maíz. Consumir el clásico plato de arroz a la cubana, comer un plato de patatas con salsa de tomate o juntar en una ensalada este último ingrediente con el maíz puede no ser lo más adecuado para una buena digestión.
Espinacas + queso = mala absorción del calcio
Aunque es una combinación clásica para muchos, las espinacas son un alimento rico en oxalatos, un compuesto que inhibe la absorción de calcio y, por lo tanto, cuando lo combinamos con algún lácteo como el queso impedimos que nuestro organismo pueda absorber de manera adecuada este mineral, desperdiciando de algún modo los nutrientes que obtenemos con su ingesta.
Adicionalmente juntar estos dos alimentos impide también que el hierro presente en las espinacas se absorba de manera adecuada, por lo que no ganamos nada mezclando lácteos con este vegetal.
Fruta ¡siempre sola!
La fruta es un alimento de rápida digestión que suele fermentar en nuestro estómago al poco tiempo de ingerirla, por ello no es conveniente nunca mezclarla con otros alimentos. De este modo se debe ingerir siempre sola a primera hora de la mañana, como merienda o al menos una hora antes de comer.
La costumbre de comer fruta de postre hace que la misma se fermente en el estómago junto a los alimentos que acabamos de ingerir, haciendo que la digestión se vuelva más pesada, por eso lo mejor es evitarlo. Aunque siempre se recomienda consumir un mismo tipo de fruta de una sola vez, si optas por combinarlas asegúrate de mezclar siempre las del mismo tipo: dulces con dulces y cítricas con cítricas. Por otro lado hay dos frutas que no conviene combinar nunca porque pueden resultar muy indigestas: el melón y la sandía.
Una recomendación más: para comenzar el día opta mejor por frutas cítricas y jugosas, estas ayudarán a depurar tu cuerpo proporcionando también hidratación.
Remolacha + soja o queso = se reduce la absorción de calcio
Al igual que ocurre con la combinación espinacas y queso, la remolacha es un vegetal rico en oxalatos que cuando se combina con la soja en cualquiera de sus presentaciones o con un lácteo como el queso, acaba por inhibir la absorción de calcio impidiendo que nuestro cuerpo se favorezca de este mineral. Adicionalmente tampoco se absorberá adecuadamente el hierro de la remolacha.
Aunque no es una combinación habitual, lo mejor es evitarla.
Proteínas + almidones = fermentación y mala digestión
Muchos de nosotros hemos comido alguna vez un rico arroz con pollo, un plato de carne guisada con patatas o unas buenas lentejas con chorizo y carne. El problema con estos alimentos es que la combinación de proteínas como la carne, el cerdo o el pollo, con almidones como el arroz, las patatas o las legumbres, generan una importante fermentación en nuestro estómago e intestinos, aumentando las flatulencias y el malestar.
Lo ideal es combinar los almidones con vegetales, por ejemplo arroz con verduras, quinoa con vegetales, entre otros, y las proteínas también con vegetales evitando los almidones. Del mismo modo, y para evitar digestiones lentas y comidas muy calóricas, lo mejor es no combinar en un mismo plato dos almidones, por lo tanto arroz y patatas u otros ejemplos similares no deben ir juntos.
Líquido + comida = digestiones pesadas
¿Eres de los que se bebe más de un vaso de agua o zumo mientras come? Pues esto es un gran error que no debemos cometer, mucho más cuando en lugar de agua se ingieren refrescos o bebidas muy dulces como los zumos envasados.
Los líquidos consumidos durante la comida inflaman nuestro estómago y hacen que la digestión sea mucho más pesada, incluso si se trata de agua, un ingrediente que al igual que cualquier otro también debe digerirse. Para facilitar la digestión lo ideal es tomar los líquidos 30 minutos después de haber terminado de comer o beber pequeños sorbos durante las comidas, sin excederse.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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