Fisura anal: síntomas y tratamiento

Fisura anal: síntomas y tratamiento

Una fisura anal es una pequeña herida o desgarro que se produce en el tejido mucoso que recubre la parte inferior del ano. Aunque puede ocurrir por varias causas, la más frecuente es el padecimiento de estreñimiento, el cual provoca daños continuos en la zona debido a la imposibilidad de evacuar heces tan grandes y duras. El dolor que provocan las fisuras anales es muy característico y puede llegar a ser muy intenso, por lo que es importante acudir al médico e iniciar el tratamiento adecuado en cada caso. En la mayoría de pacientes, los tratamientos conservadores dan buenos resultados, pero cuando estos no funcionan y la lesión no desaparece con el paso del tiempo, será estrictamente necesario recurrir a otras técnicas como la cirugía. En ONsalus te explicamos todo lo que debes saber acerca de esta afección y te detallamos cuáles son los síntomas y el tratamiento de las fisuras anales.

Causas de la fisura anal

Las fisuras anales suelen localizarse en la parte posterior del ano y a pesar de que son más comunes en bebés, también pueden producirse a cualquier edad. Entre los factores más frecuentes que las ocasionan, encontramos el padecimiento de estreñimiento, pues se produciría esa pequeña o grieta debido a la gran presión y el daño repetitivo que sufre la mucosa anal durante la evacuación de las heces.

Sin embargo, el estreñimiento no es la única afección que puede provocar fisuras anales, sino que también es posible que aparezcan en consecuencia a los siguientes factores:

  • Diarrea abundante: si es prolongada, puede acabar ocasionando una quemadura química y que la mucosa anal se debilite y, por consiguiente, se produzca un desgarro en la misma.
  • Reducción del flujo sanguíneo en la zona, algo frecuente en las personas mayores.
  • Hemorroides o una excesiva tensión en los músculos del esfínter.
  • Después del parto, debido al gran esfuerzo que se realiza durante el mismo.
  • Pueden ser fisuras anales secundarias de carácter crónico, las cuales están causadas por algún tipo de enfermedad sistémica como las enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la tuberculosis intestinal, etc.

Síntomas de la fisura anal

Los síntomas asociados a una fisura anal pueden aparecer de repente o de forma más lenta a medida que va pasando el tiempo. Por lo general, los pacientes que padecen esta lesión rectal suelen experimentar los siguientes síntomas:

  • Dolor muy intenso y agudo. Suele aparecer al inicio de la defecación y está asociado al paso de las heces por el canal anal. Se define, además, como cortante, pues la sensación que notan los pacientes es como si les cortaran con un cuchillo. Es posible que dure únicamente unos minutos o que, por el contrario, persista hasta después de la evacuación durante minutos u horas.
  • Prurito y escozor en el ano.
  • Presencia de sangre en las heces, que especialmente se puede observar al limpiarse tras las deposición. Esta suele ser de poca cantidad y de un color rojo claro.
  • Contractura del esfínter: los pacientes sienten durante todo el día una especie de peso o molestia en la zona rectal.
  • Obstipación y estreñimiento prolongado provocado por el hecho de interrumpir la defecación debido a los dolores que se sienten durante la misma.
Imagen: adam.com

Tratamiento médico inicial para la fisura anal

Es conveniente aclarar que la mayoría de fisuras anales sanan por sí solas y desaparecen de forma espontánea sin seguir un tratamiento específico. Sin embargo, en el caso de experimentar los síntomas o el dolor intenso y agudo descritos en el apartado anterior, es importante acudir a consulta médica para descartar que la lesión sea consecuencia de algún tipo de enfermedad de mayor gravedad y para seguir las indicaciones del especialista que ayudaran a acelerar su curación.

En aquellos casos en los que las fisuras anales no constituyen una complicación y se presentan en pacientes sanos, será suficiente con iniciar un tratamiento médico conservador destinado a reducir los síntomas y disminuir la contracción del esfínter. De esta forma, es posible que el médico sugiera los siguientes tratamientos y cuidados:

  • Aplicación de pomadas anestésicas en la zona rectal, las cuales también suelen contener componentes antiinflamatorios. Este tipo de fármacos reducen la hinchazón y alivian el dolor. También se ha encontrado una gran eficacia en aquellos ungüentos que contienen nitroglicerina, pues ayudan a relajar la musculatura esfinteriana y favorecen la cicatrización de la herida.
  • Realizar baños de asiento con agua templada para aminorar las molestias y relajar, además, el músculo del esfínter. Se pueden hacer 2 o 3 veces al día, cubriendo únicamente las caderas y los glúteos, para notar la mejoría.
  • Es fundamental realizar cambios en los hábitos de vida para combatir el estreñimiento, la principal causa de las fisuras anales como hemos apuntado anteriormente. Para ello, es aconsejable aumentar el consumo de fibra en la dieta, beber abundante agua y líquidos saludables, fijar un horario para las comidas, no retrasar el momento de la deposición y realizar ejercicio físico. Así mismo, será importante evitar el consumo de todos aquellos alimentos que pueden estreñir aún más al afectado.
  • Además, también se pueden utilizar ablandadores de heces y/o tomar algún laxante suave prescrito, en todos los casos, por el médico. Todo esto ayudará a fragmentar las heces, volverlas más finas, facilitar la evacuación y no ocasionar más daños sobre la herida abierta en la parte interna del recto.

Tratamiento médico secundario para la fisura anal

En los casos específicos en los que la fisura anal no sana con los tratamientos y cuidados iniciales mencionados, es posible que se tenga que recurrir a otras alternativas secundarias, las cuales pueden ser:

  • Inyecciones de toxina botulínica en el esfínter anal para provocar su relajación y, por consiguiente, mejorar el estreñimiento y todos los síntomas.
  • Cirugía: se suele utilizar la técnica de la esfinteroromía lateral interna, a través de la cual se procede a cortar de manera parcial o total el esfínter anal interno del mismo lado de la fisura. Su duración no suele superar los 45 minutos y el paciente puede irse a casa después de la misma sin problema.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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