Flujo blanco cremoso: ¿qué significa?

Flujo blanco cremoso: ¿qué significa?

La leucorrea como se conoce médicamente al flujo femenino es un problema muy común, siendo la causa más frecuente de consulta en los consultorios de ginecología. El significado del flujo puede encontrarse en diferentes condiciones fisiológicas de la mujer, por ejemplo, cuando los cambios hormonales hacen que se vuelva más espeso y a veces blanquecino, o puede ser causado por un desequilibrio en la flora que hace que crezca un hongo muy conocido: la cándida.

En este artículo de ONsalus, nos centramos en ese flujo blanco cremoso que a veces aparece y que no sabemos a qué se debe. Descubre a continuación todas sus posibles causas y cuándo debes preocuparte y acudir al ginecólogo para iniciar el tratamiento adecuado.

¿Qué es el flujo vaginal?

El flujo vaginal, conocido médicamente como leucorrea, es el líquido que sale por la vagina y que no es sangre. Puede tener distintas características según la causa y no siempre es exclusivo en aquellas mujeres con vida sexual activa, ya que niñas y adolescentes también pueden tener cambios en el flujo por distintas razones. Los cambios en el flujo son una de las causas más comunes de consulta en ginecología y casi todas las mujeres alguna vez en la vida padecen de este tipo de problema.

Si te interesa saber cuáles son las posibles causas de un flujo blanco y cremoso, continúa leyendo el siguiente apartado.

Flujo blanco y cremoso por causas fisiológicas

Causa fisiológica significa que es algo normal que suceda, siempre y cuando no perturbe la vida normal de la mujer.

Debido a la influencia de las hormonas, las características del moco vaginal van cambiando, habitualmente, esa secreción es transparente, escasa y sin olor, pero hay casos en los que puede llegar a tener el aspecto de un flujo blanco y cremoso, sobre todo, en tres ocasiones, estas son: antes de la ovulación, durante el embarazo y en las recién nacidas. Si bien se reconoce una influencia hormonal, realmente no se conoce la causa de que en algunas mujeres se vuelva más abundante:

  • Flujo blanco cremoso antes de la menstruación: como se ha dicho, el flujo puede cambiar un poco antes de la ovulación, se volverá más espeso (en algunos casos es descrito con un aspecto como de clara de huevo), y puede incluso ser de tipo lechoso, blanquecino y cremoso. Se sospecha que un flujo así es fisiológico si la mujer no tiene otras molestias como picazón, ardor o molestias durante las relaciones sexuales, su pareja sexual no tiene síntomas y no ha tenido ninguna intervención ginecológica previamente. Puedes ver más detalles en el artículo Flujo blanco y espeso antes de la regla.
  • Flujo blanco cremoso en el embarazo: en esta etapa, suelen aumentar las secreciones de la vagina y el cuello uterino, cambia el pH y, por ende, puede aparecer un flujo más espeso. Por otro lado, estos cambios también pueden hacer que tengas más posibilidad de tener infecciones vaginales y algunas pueden ser complicadas para el bebé, por lo que siempre se debe hacer la consulta médica a tiempo.
  • Recién nacidas: las recién nacidas pueden tener un flujo que no les molesta, esto es debido al paso de hormonas de la madre a la hija. Desaparece por sí solo y no se debe tomar ninguna medida.

Se ha reconocido que el flujo fisiológico puede ser más abundante cuando se consumen alimentos que causan inflamación en el cuerpo o que lo intoxican, como: lácteos, harinas con gluten, azúcar. Por lo tanto, cabe esperar que una alimentación saludable disminuya la cantidad del flujo y lo haga más transparente.

En general, este tipo de flujo no requiere que se realice ninguna intervención, pero si tienes dudas acerca de si es tu caso o no, consulta a tu médico/a de confianza.

Flujo blanco cremoso con olor y picazón por cándida

Una de las razones más comunes de que el flujo se ponga blanco y cremoso es la candidiasis. Se trata de la infección vaginal causada por un hongo y, además del flujo, suelen aparecer otros síntomas como:

  • Ardor vulvar.
  • Picazón.
  • Mal olor.
  • Molestias al orinar.
  • Irritación.

Este tipo de infección es muy común y, a veces, puede tornarse recurrente, es decir, que a pesar de realizar diferentes tratamientos persiste o vuelve a aparecer poco tiempo después. Diferentes factores pueden hacer que esto pase: irritantes locales, estrés, uso de medicación (antibióticos, estrógenos, anticonceptivos hormonales), bajas defensas, tratamientos previos inadecuados o muy cortos, alimentación acidificante (consumo de harinas, azúcar, carne, lácteos).

Para resolverla, se debe diagnosticar correctamente, ya que a veces puede ser confundida con otras causas de flujo. El/la especialista o tu médico/a de cabecera te indicarán hacer un tratamiento prolongado (más de 6 meses) con fluconazol por vía oral, miconazol local o ácido bórico, según lo crea conveniente. También pueden realizarse terapias naturales en base a distintas hierbas como: caléndula, malvavisco, hierba de la piedra, corteza de roble, entre otras.

En el siguiente artículo, explicamos Por qué ocurre la candidiasis recurrente y cómo tratarla.

Significado del flujo blanco y cremoso en la medicina oriental

En la práctica médica de diferentes culturas orientales se da una connotación diferente al flujo blanquecino y cremoso o leucorrea. Tanto en la medicina ayurvédica (propia de la India) como en la medicina tradicional china y en la medicina iraní (una de las más antiguas y con bibliografía que perdura hasta el día de hoy), se entiende que el flujo femenino es señal de otros tipos de problemas: mujeres estresadas, deprimidas, debilitadas son más susceptibles de padecer este tipo de problema de manera crónica y esto es muy compatible con la medicina natural occidental y con la medicina científica actual ya que, como se ha visto en apartados anteriores, las causas de flujo blanquecino suelen ser benignas, muchas veces no se encuentra la causa y suelen estar muy relacionadas con el estilo de vida.

Se propone para mejorar la leucorrea una serie de cambios de hábitos que dependen en gran medida de la propia mujer que padece el problema, entre ellos:

  • Mejorar la alimentación: la alimentación es clave para mejorar el flujo, sea cual sea la causa.
  • Beber agua: hidratarse correctamente, dejando de lado bebidas con azúcar o endulzantes artificiales, alcohol, café, té negro.
  • Realizar ejercicio físico: el movimiento activa la circulación y mejora los trastornos corporales.
  • Baños de asiento: solo con agua o con hierbas que faciliten la limpieza vaginal, no solo como tratamiento de una infección, sino para que la circulación a nivel abdominal y genital sea adecuada.
  • Según la cultura se implementan distintas formas de lograr un equilibrio: acupuntura, auriculoterapia, terapias con hierbas, limpiezas de cuerpo y de energía. Existen diferentes trabajos científicos que ponen en evidencia la mejoría de las mujeres con diferentes terapias de este tipo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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