Hepatitis B: causas síntomas y tratamiento

Hepatitis B: causas síntomas y tratamiento

La hepatitis B es una infección hepática que se contrae a través del virus VHB y es considerada el tipo más grave de hepatitis. Produce una inflamación del hígado y es peligrosa porque no presenta síntomas, por lo que la mayoría de la gente contagiada desconoce que padece la enfermedad, pudiendo contagiar a otras personas. Su forma de transmisión más habitual es a través de la sangre o fluidos corporales como el semen, así como en el caso de las mujeres embarazadas a sus hijos en el momento de dar a luz. En ONsalus te explicaremos cuáles son las causas, síntomas y tratamientos de esta infección que ha llegado a afectar a 1 de cada 3 personas en el mundo.

Tipos de hepatitis B

La hepatitis B puede presentar dos estadios dentro del desarrollo de la infección. En primer lugar, cuando una persona resulta infectada, se considera que padece de hepatitis aguda hasta las 6 meses. En este tiempo, una persona adulta debería poder combatir la enfermedad y desarrollar anticuerpos que produce el sistema inmunológico. Es durante esta etapa cuando la persona puede contagiar a la infección.
No obstante, alrededor del 90% de los infectados que presentan un estado de salud óptimo consiguen eliminar el virus durante este período de tiempo.

Por otro lado, cuando la infección se extiende por más de 6 meses, se considera que la hepatitis B es crónica. Esto significa que el paciente sufrirá de la infección a lo largo de de toda su vida. Esta situación está presente en el 10% de los casos.

Los tipos de hepatitis B según su contagio y sus causas

Podemos diferencias entre dos tipos de hepatitis B en función de su forma de contagio.

  • Hepatitis epidémica. Este tipo de hepatitis se origina por epidemias que pueden ser más o menos extensas y se contraen de forma directa a través de la ingestión de alimentos en malas condiciones, tales como leche, mariscos, etc.
  • Hepatitis de inoculación. Este tipo de contagio es el que más amenaza a los técnicos sanitarios, puesto que se debe al contacto con agujas o sangre infectadas. Al estar en contacto con enfermos contagiados, están expuestos a un mayor riesgo de resultar infectados.

Causas de la hepatitis B

El cantagio de la hepatitis B se debe al virus de la hepatitis B VHB. Este virus tiene la capacidad de sobrevivir fuera del organismo durante un período de 7 días pudiendo contagiar a otras personas. Dicho virus es transmitido a través de fluidos corporales como sangre, saliva o semen y las formas más comunes de contagio son:

  • Transmisión de la madre al hijo durante el parto o durante la primera etapa de la infancia a través de contacto interpersonal.
  • Contagio de un niño infectado a otro durante sus primeros 5 años de vida.
  • Transmisión de hepatitis B por fluidos corporales a través de relaciones sexuales. Esta situación se acentúa en las parejas homosexuales masculinas y parejas heterosexuales promiscuas.
  • La utilización de agujas en más de una persona, tanto en centros sanitarios como en consumidores de drogas inyectables.
  • Contagio en centros médicos y dentales mediante intervenciones quirúrgicas, médicas o dentales.
  • Mediante la utilización de objetos contaminados en los procedimientos para realizar tatuajes.

Síntomas de la hepatitis B

La mayoría de personas afectadas de hepatitis B aguda no presentan ningún síntoma, lo que provoca que el virus se pueda contagiar por desconocimiento de quien la padece. Esta situación en la que los síntomas están ausentes prevalece en la fase aguda, aunque pueden darse algunos síntomas como los siguientes:

  • Ictericia. Coloración amarillenta de la piel y las mucosas producido por un aumento de la bilirrubina en la sangre.
  • Nauseas y vómitos.
  • Orina oscura. Este síntoma también es provocado por el aumento de bilirrubina en la orina.
  • Fatiga intensa.
  • Dolor abdominal provocado por la inflamación del hígado.
  • Diarrea.

En aquellos casos en los que la hepatitis B se encuentra en el estadio crónico, los síntomas pueden ser derivados del cáncer de hígado o cirrosis.

  • Cirrosis. La cirrosis supone el daño progresivo del hígado de forma irreversible como resultado de la hepatitis B crónica debido a al cicatrización o fibrosis del hígado. Sus síntomas pueden ser fatiga, pérdida de apetito, dolor abdominal y nauseas.
  • Cáncer de hígado. La causa suele ser la cicatrización del hígado generada por la cirrosis. Algunos de sus síntomas son dolor abdominal, sangrado y hematomas, así como el agrandamiento del abdomen e ictericia.

Tratamiento de la hepatitis B

En el caso de la hepatitis B aguda, no se requiere de un tratamiento específico, puesto que se debe dejar que el organismo combata la infección hasta eliminarla. La importancia en esta situación radica en que el paciente mantenga una buena dieta para suprimir la pérdida de líquidos generada por vómitos y diarreas.

En el caso de padecer de una hepatitis B crónica, la infección debe combatir sea través de la toma de medicamentos. La ingesta de medicamentos dependerá del estado del paciente, los síntomas que muestre u otros factores que el médico considere. No obstante, hay algunos factores que podrían influir a la hora de que el médico tome una decisión como por ejemplo el estado del hígado, como por ejemplo, si este está perdiendo funciones que afecten a su salud. Los medicamentos son considerados los de mayor eficacia contra la hepatitis B y tienen escasos efectos secundarios. Otra opción para tratar la infección es mediante inyecciones de interferón, aunque supone un coste elevado que provoca una brecha a la hora de su utilización entre pacientes que tienen unos ingresos saltos y los que no. Los beneficios que supone dicho tratamiento pueden ser los siguientes:

  • Retrasar la aparición de cirrosis en el paciente.
  • Reducir la posibilidad de sufrir cáncer de hígado.
  • Aumentar la esperanza de vida del paciente infectado.

Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos, el tratamiento mediante medicamentos no soluciona el el problema de origen, sino que evita la reproducción del virus por lo que se debe aplicar a lo largo de toda la vida.
Tanto para saber si un paciente sufre de hepatitis B como para confirmar su curación en el caso de hepatitis B aguda se debe realizar un análisis de sangre.

 

Prevención de la hepatitis B

Actualmente, la mejor prevención contra la hepatitis B es la vacunación tras el parto. La vacuna de la hepatitis B se divide en una 3 dosis: una después del parto y dos posteriores. Dichas vacunas generan anticuerpos que protegen contra el contagio de la hepatitis B y su duración suele ser de por vida, pudiendo ser menor. Del mismo modo, las personas que trabajen en centros médicos o los niños que tengan más de un año y aún no han sido vacunados, deberían acudir al médico para que le sea administrada la vacuna.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Hepatitis B: causas síntomas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Sistema digestivo.