Hipoacusia: qué es y tipos

La hipoacusia es el nombre que se le da a la pérdida de la capacidad auditiva de uno o ambos oídos. Se trata de una alteración bastante común e incluso normal hasta cierto punto cuando es causado por el paso de los años y el deterioro físico provocado por la edad. No obstante, no siempre que hay una pérdida de audición se debe aceptar como algo normal, sobretodo cuando esta se da de forma repentina. De hecho, siempre que notes que que tu capacidad de audición ha bajado debes concertar una visita con tu otorrino para que busque las posibles causas.

La intensidad de esta condición puede variar de una persona y otra, así como también su origen, lo cual da origen a varias clasificaciones para facilitar su estudio. A continuación te explicaremos cuáles son los distintos tipos de hipoacusia, qué es lo que causa cada uno y cuál es su grado de gravedad.

El oído es un complejo órgano compuesto de varias partes que se dividen en tres secciones, el oído externo, medio e interno. Dependiendo de qué tramo del oído esté afectado y qué órgano se ve comprometido, las hipoacusias se pueden clasificar en tres tipos:

• Hipoacusias de conducción: son las hipoacusias en las que el sonido no es capaz de pasar desde el exterior hasta el interior del oído para ser transformado en impulsos nerviosos e interpretado por el cerebro, debido a una interrupción en el trayecto del sonido. Puede ser causado por obstrucciones, por ejemplo por objetos, cerumen o crecimientos anormales en el oído, o por alguna alteración del tímpano o de los huesillos del oído.
• Hipoacusia de percepción: en este caso el sonido puede viajar hasta donde debe llegar, pero no puede ser transformado en impulsos nerviosos debido a alguna alteración en los órganos internos del oído o de las células que se encargan de generar los impulsos nerviosos. Es normal un deterioro paulatino de estas estructuras con el paso de los años, pero cuando ocurre de forma rápida se considera una condición anormal.
• Hipoacusia mixta: en este caso, se combinan las dos situaciones, tanto las de hipoacusia de conducción como de percepción para agravar juntas la situación.

Según qué tan rápido avance la hipoacusia, se pueden distinguir los siguientes tipos:

• Estable: es en la cual existe una pérdida de audición, pero que con el paso de los años no ha empeorado. Se genera por lo general a raíz de un evento particular, como por ejemplo una reacción ante ciertos medicamentos que deja de avanzar al momento de retirarlo.
• Progresiva: la alteración continua avanzando con el paso de los años, por lo general a un ritmo establecido, sea lento o rápido.
• Rápidamente progresiva: similar a la anterior, pero que avanza de forma particularmente rápido, pudiendo comprometer la audición al cabo de algunas semanas o meses.
• Bruscas: la hipoacusia se instaura de manera inmediata, seguida de algún evento particular como por ejemplo un traumatismo en la cabeza. La pérdida de la audición se da en un plazo de pocos minutos u horas.
• Fluctuante: algunas alteraciones o patologías del oído pueden hacer que la pérdida de la audición sea temporal pero que recurra con frecuencia, haciendo por lo tanto que la audición disminuya y aumente con cierta regularidad.

El estudio de las capacidades auditivas es llevado a cabo por los otorrinolaringólogos, quienes tienen a su disposición varios instrumentos y pruebas que pueden aplicar para determinar la capacidad auditiva de sus pacientes.

En líneas generales, todos los exámenes de los pacientes incluyen una inspección del oído con el uso de un otoscopio para determinar si existe alguna obstrucción física en el canal auditivo. Para determinar el nivel de audición se realiza una prueba llamada audiometría, que consiste en crea estímulos auditivos con niveles preestablecidos de intensidad, los cuales deben ser percibidos por parte del paciente.

Al correlacionar el estudio clínico del oído, la capacidad de audición y la historia del paciente, un otorrinolaringólogo puede determinar cuál es el origen de la hipoacusia, su gravedad y seleccionar el tratamiento adecuado.

El tratamiento básicamente depende del tipo de hipoacusia según su origen. Las de mejor pronostico son las hipoacusias por transmisión ya que su tratamiento consiste básicamente en restablecer la conducción del sonido eliminando o corrigiendo el elemento que lo bloquea. Existen procedimiento quirúrgicos para solucionar el problema cuando se debe a la perforación del tímpano, la alteración de los huesillos del oído o por malformaciones congénitas del conducto auditivo.

Por otro lado, las hipoacusias de percepción son más difíciles de tratar al tener un origen mucho más complejo. Prácticamente todos estos casos son irreversibles e incorregibles, por lo que el tratamiento consiste en mejorar la captación del sonido mediante la implementación de audífonos y otros aditamentos similares.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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