Insuficiencia cardíaca: síntomas y tratamiento

La insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica que normalmente viene determinada por alguna afección del corazón o de las arterias que hacen que la sangre no funcione correctamente. Por eso, aunque sus causas son variadas, siempre suelen ser enfermedades coronarias como la angina de pecho o el infarto de miocardio, la causa más común. Pero también, como hemos dicho, relacionadas con la sangre como es el caso de una presión arterial alta (hipertensión) que puede provocar insuficiencia cardíaca.

El alcoholismo es otra de las causas que puede provocar esta enfermedad debido a que daña el corazón y provoca que se dilate debido al adelgazamiento y la debilitación de sus paredes.

Al principio puede que el paciente no presente síntomas, debido a la actuación defensiva del organismo. No obstante, poco a poco los síntomas irán apareciendo y se irán agravando. Estos síntomas pueden variar de una persona a otra, por lo que cada uno puede presentar todos o solo algunos de los síntomas. También hay pacientes que no padecen síntomas a lo largo de su vida y es más difícil detectar la enfermedad.

El primer síntoma que se suele padecer es ahogo y falta de aire en actividades que requieran mayor intensidad, pero que el paciente antes realizaba sin problemas. La situación e va agravando progresivamente y puede afectar a otros órganos importantes como los riñones.

Uno de los mecanismos de defensa que pone el cuerpo son las taquicardias estando en reposo. Es la manera que tiene de aumentar los latidos ya que no bombea sangre suficiente. Por lo tanto, si te cuesta realizar actividades que antes no y además tienes taquicardias estando en reposo es probable que padezcas insuficiencia cardíaca. También se agranda el corazón como mecanismo para conseguir contracciones más fuertes. Sin embargo, esto sólo se mostrará en consulta y no es detectable por el paciente.

Los síntomas que pueden aparecer en una insuficiencia cardíaca son:

• Disnea: es la sensación de falta de aire. Es el síntoma más común y aunque al principio aparece al realizar actividad más intensa poco a poco puede aparecer incluso en actividades cotidianas.
• Ortopnea: en este caso la dificultad para respirar aparece mientras se está tumbado. Es común que las personas con insuficiencia cardíaca necesiten varias almohadas para dormir de manera que estén algo incorporados. La causa de esto es la acumulación de líquidos en los alvéolos pulmonares.
• Fatiga: se presenta cansancio muscular.
• Edema: puede aparecer hinchazón debido a la retención de agua. Sobre todo en las piernas.
• Oliguria: es la disminución de la capacidad para eliminar la orina y va muy relacionada a la disnea y al edema. El daño en el corazón hace que afecte a los riñones, que retienen agua y sal, acumulándose en tejidos y órganos como los pulmones, lo que producirá dificultad para respirar y acumulación de líquidos.

También puede haber síntomas digestivos como la sensación de plenitud o hinchamiento del abdomen, dolor en la zona o falta de apetito.

La insuficiencia cardíaca no se trata como tal y por lo tanto no hay un tratamiento que la cure. Sin embargo, la terapia va encaminada a una mejor calidad de vida del paciente.

Así, lo principal es tratar la causa que lo ha provocado, la enfermedad coronaria o arterial. También se deben evitar factores de riesgo como:

• La obesidad
• Una dieta desequilibrada
• El sedentarismo

Es muy recomendable tomar alimentos que sean diuréticos para reducir los síntomas de la retención de líquidos.

Las personas con insuficiencia cardíaca deberían realizar deporte suave aeróbico como nadar, montar en bici o caminar. De forma regular y evitando sobreesfuerzos.

También se pueden recetar medicamentos para ayudarle a disminuir la frecuencia cardíaca o mejorar las contracciones del corazón.

En los casos más graves, cuando el paciente no responde a tratamientos y no es posible mejorar su calidad de vida, dependiendo de la edad, se puede plantear un trasplante de corazón.

La insuficiencia cardíaca se puede prevenir si se lleva u estilo de vida saludable y reduciendo los riesgos que puedan provocar enfermedades cardiovasculares. Algunas de las medidas que se pueden tomar son:

• Reducir el consumo de sal.
• Evitar alimentos precocinados y tomar alimentos frescos.
• Evitar los alimentos y productos ricos en sodio como el jamón serrano, salazones o embutidos.
• También es bueno disminuir el consumo de pastillas efervescentes o bicarbonato de sodio.
• Hacer varias comidas al día y que estas no sean copiosas.
• Realizar ejercicio físico regular. No hace falta que sea demasiado intenso puede ser un paseo, caminar todos los días por lo menos media hora (si son personas mayores) o una hora (jóvenes). También actividades como la natación, la bici o gimnasia suave.

Estas medidas se pueden adoptar cuando la persona empieza a sentir que padece insuficiencia cardíaca. No obstante, para prevenir que aparezca lo mejor es llevar un estilo de vida saludable con dietas equilibradas, sin sobrepasarse, y haciendo ejercicio regularmente evitando el sedentarismo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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