Juanetes: causas y tratamiento

Juanetes: causas y tratamiento

Los juanetes, denominados médicamente como hallux valgus, son protuberancias óseas visibles en la base externa del dedo gordo del pie, que se producen en consecuencia de una desviación del hueso o el tejido de la articulación metatarsofalángica. Esto conlleva a que el dedo gordo se incline hacia el segundo dedo y que, incluso, llegue a montarse encima de este último. Cuando la protuberancia se ha desarrollado, se pueden experimentar dolores intensos, inflamación, rigidez en la articulación y dificultades para llevar zapatos, caminar o desempeñar cualquier actividad con normalidad. Por este motivo y para evitar tener que recurrir a la cirugía, es importante recibir tratamiento de forma temprana y seguir atentamente las indicaciones facilitadas por el médico o podólogo. Para que sepas más acerca de esta afección podológica, en ONsalus te explicamos cuáles son las causas y el tratamiento de los juanetes.

Causas de los juanetes

Los juanetes son una afección podológica que puede ser congénita, adquirida o patológica, es decir que, por un lado, pueden ser una anomalía congénita de la denominada articulación interfalángica (se observa en pocos casos); ser adquiridos en consecuencia de determinados factores generales, extrínsecos e intrínsecos que llevan a su desarrollo (la forma más común); o ser patológicos al estar provocados por el padecimiento de enfermedades como la artritis reumatoide o la gota.

Como hemos apuntado, los juanetes adquiridos son los más habituales y es que su formación y desarrollo, en la mayoría de ocasiones, está relacionado con factores como los que indicamos a continuación:

  • Genética: aquellas personas que cuentan con familiares directos que han padecido hallux valgus son más propensas a desarrollar esta malformación ósea con el tiempo.
  • Sexo: se ha comprobado que los juanetes son más frecuentes entre el sexo femenino, debido a que las mujeres tienden a usar zapatos más apretados, estrechos y de tacón alto.
  • Edad: los juanetes pueden aparecer a edades tempranas sin ocasionar síntomas; ahora bien, cuando sí suelen ser sintomáticos es a partir de los 40 años de edad.
  • Condiciones podológicas: tener pie plano, un dedo gordo demasiado largo, rotación del primer metatarsiano o un desequilibrio muscular, puede aumentar las posibilidades de desarrollar un juanete.
  • Mal uso del calzado: el uso regular de zapatos estrechos, que oprimen los dedos e impiden la movilidad total de los dedos del pie, es una de las principales causas de la aparición de juanetes.

Síntomas asociados a los juanetes

Antes de ver qué signos pueden indicar la presencia de un juanete, es importante saber que se trata de un padecimiento progresivo, el cual se inicia por una inclinación del dedo gordo del pie hacia el segundo dedo. Esto va avanzando a medida que pasa el tiempo y se va produciendo un cambio en el ángulo normal de los huesos, lo que finalmente acaba provocando la aparición de esa protuberancia en el borde externo del pie.

Además de la protuberancia ósea visible en la base del dedo gordo del pie, otros síntomas asociados a los juanetes son:

  • Dolores, molestias, hinchazón cerca de la articulación metatarsofalángica.
  • Inclinación del dedo gordo hacia el segundo dedo, pudiendo incluso llegar a montarse un dedo sobre el otro.
  • Piel enrojecida, irritada y callosa en el borde interno del dedo gordo.
  • Dificultades para mover con normalidad el dedo gordo del pie o dolores al moverlo.

Ante los primeros signos, te recomendamos que pongas en práctica los consejos que te indicamos en el artículo Consejos para prevenir los juanetes.

Tratamiento de los juanetes

Es fundamental que ante la mínima sospecha de formación de juanete u observar una inclinación del dedo gordo del pie hacia el segundo dedo y la presencia de una ligera protuberancia, se consulte con el médico o podólogo lo antes posible. Y es que las opciones de tratamiento varían mucho en función del tipo de juanete y su estado de gravedad, pues si la deformidad ósea se detecta de forma temprana es posible prevenir que empeore y evitar la intervención quirúrgica. Sin embargo, en aquellos casos avanzados en los que la protuberancia ósea ya es una realidad y ocasiona dolor, tan solo podrá revertirse mediante la cirugía.

Cuando el juanete se observa en las primeras etapas de desarrollo, se suele seguir un tratamiento destinado a aliviar las presiones sobre la zona afectada y a frenar la deformación progresiva de la articulación. Para ello, el médico o especialista puede recomendar alguna o la alternancia de varias de las siguientes formas de tratamiento:

  • Medicamentos: es posible que se receten medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o inyecciones de cortisona para reducir los dolores y la hinchazón que provocan los juanetes.
  • Vendado: se procede al vendado de la articulación afectada con el fin de mantener el pie en la posición normal, disminuir la presión que ejercen los zapatos y aminorar las molestias.
  • Uso de correctores y férulas especiales: se recomienda el uso regular de férulas o correctores especialmente diseñados para corregir la deformidad ósea y evitar una posible intervención quirúrgica.
  • Uso de plantillas especiales: adhesión de plantillas específicas en el calzado para proteger el pie del impacto contra el suelo, especialmente en aquellas personas que sufren una condición podológica, como el pie plano o la rotación del primer metatarsiano.
  • Fisioterapia: se sigue un tratamiento de rehabilitación o terapia con ultrasonidos para disminuir la inflamación y aliviar los dolores.
  • Calzado adecuado: se aconseja cambiar de calzado y empezar a usar zapatos de horma ancha, que no apreten los dedos, que permitan una buena movilidad del pie y que ofrezcan un buen soporte a la persona indicada.

Cirugía

En el caso de que los tratamientos anteriores no alivien los dolores del juanete y este interfiera en la realización de las actividades cotidianas, es probable que el médico sugiera la opción de la cirugía. Existen diferentes técnicas que están específicamente diseñadas para eliminar la protuberancia ósea, alinear correctamente la articulación y corregir los posibles cambios en el tejido blando que hayan podido suceder. Tras la intervención, es normal que el paciente experimente algunas molestias e hinchazón durante las primeras semanas, pero estas irán desapareciendo con el paso del tiempo.

Remedios naturales para los juanetes

Además de los tratamientos médicos, también es posible reducir los dolores y la inflamación que provocan los juanetes en el día a día a través de algunos remedios naturales. Los que dan mejores resultados son los siguientes:

  • Aplicar sobre el área afectada un poco de aceite de lavanda y masajear durante unos minutos para reducir la inflamación.
  • Agregar un puñado de sal gruesa en un recipiente con agua tibia y sumergir los pies dejándolos en remojo durante unos 20 minutos. Esto ayudará a reducir el dolor y la hinchazón.
  • Preparar una infusión de ruda, agregarla a un recipiente con agua tibia y realizar un baño de pies, como el anterior.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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