¿Las anginas se contagian?

Las amígdalas son las que se encargan de filtrar los diversos gérmenes que ingresan al organismo a través de la boca para evitar que pasen al resto del cuerpo y provoque diversas alteraciones, por lo que es indispensable que las mismas funcionen correctamente. Cuando se sufre de amigdalitis y las mismas no pueden hacer su trabajo adecuadamente nos encontramos expuestos a diversas alteraciones que pueden afectar considerablemente la salud, es por eso que es importante evitar sufrir esta patología cada vez más común.

Dependiendo del tipo de agente infeccioso que está causando la alteración pueden variar los síntomas que se hagan presentes y la intensidad de los mismos, al igual que existen casos en los que no se desarrolla una sintomatología importante. En general, los síntomas de anginas por virus suelen aparecer gradualmente con una intensidad leve a moderada y por el contrario, las bacterianas llegan a surgir de momento, ser más fuertes y duraderos. Entre los síntomas de amigdalitis destacan:

• Dolor y enrojecimiento en la garganta.
• Inflamación de las amígdalas.
• Placas blancas o de pus en la garganta.
• Dificultad para tragar y para hablar.
• Dolor al tacto desde el cuello hasta la mandíbula.
• Fiebre, generalmente es más intensa si la causa es bacteriana.
• Dolor muscular.
• Pérdida del apetito.
• Mal aliento.
• Nauseas y vómitos.
• Dolores de cabeza.
• Fatiga.

La inflamación en las amígdalas se produce cuando algunos virus o bacterias entran por la vía aérea y proliferan en estos ganglios linfáticos, ya que actúa como una barrera para que estos microorganismos externos no lleguen a otras partes del cuerpo, por lo que el organismo responde ante estos invasores con una mayor producción de células defensoras y anticuerpos para eliminarlos. Frecuentemente las infecciones son causadas por virus, mientras que los casos de anginas por bacterias son menos comunes, pero llegan a ser más intensas, duraderas y necesitan tratamiento médico.

Debido a la vía de transmisión de los agentes infecciosos las anginas se contagian muy fácilmente, en especial si se cuenta con un sistema inmunológico debilitado y es más frecuente en personas de entre 5 a 20 años de edad. Una vez que el virus o bacteria ha logrado entrar a las amígdalas empiezan a multiplicarse si las condiciones son favorables y puede pasar hasta una semana antes de notar algún síntoma, por lo que en ocasiones los pacientes no saben en qué momento se contagiaron.

Cómo se contagia la amigdalitis de persona a persona

Cualquiera se puede contagiar de anginas al entrar en contacto directo persona a persona con secreciones de la garganta o la nariz de alguien infectado, por ejemplo al besarse o si se tapa la boca al estornudar o se limpia la nariz y luego te saluda sin lavarse, por lo que después al pasar tu mano por tu nariz o tu boca llevas los microorganismos patógenos.

Asimismo, se considera a la amigdalitis muy contagiosa porque los virus o bacterias se pueden adquirir a través del aire que se respira si hay una persona infectada cerca. Esto ocurre debido que al estornudar o toser se expulsa cierta cantidad de estos agentes dañinos y se dispersan en el aire, por lo cual no es raro que la enfermedad se transmita mientras se anda en la calle sin saber quien está infectado.

Por otra parte, aunque en menor frecuencia que las otras vías de transmisión, sí es posible contagiarse con los microorganismos a través de tocar algún objeto que tenga restos de secreciones de la nariz o la boca de alguien enfermo de anginas, como podría pasar al utilizar un vaso que no fue correctamente lavado después de usarlo una persona infectada o al consumir comida contaminada con dichos virus o bacterias.

Así pues, las anginas se contagian por la saliva, los mocos y aire, ya sea por contacto directo o indirecto.

Si alguien cercano a ti está pasando por esta infección en las amígdalas puedes seguir algunas precauciones para disminuir el riesgo de contagio, tanto si presenta los síntomas como si ya desaparecieron, por lo menos la primera semana siguiente, ya que aun podría transmitir los agentes patógenos. Para prevenir más contagios de anginas se recomienda:

• Los vasos y cubiertos que usa la persona infectada deben lavarse muy bien con agua caliente y jabón. De preferencia hay que mantenerlos separados para que sólo él los utilice hasta que se cure.
• La persona con anginas debe cubrirse la boca al estornudar o toser con un pañuelo o el antebrazo para evitar contagios por entrar en contacto con sus manos.
• Quien ha sufrido de amigdalitis debe sustituir su cepillo de dientes por uno nuevo.
• Tanto el paciente con anginas como las personas a su alrededor tienen que lavarse las manos frecuentemente, especialmente después de estornudar, toser o limpiarse la nariz y antes de comer o preparar la comida.
• Evita tocar pañuelos, servilletas o cualquier objeto que hayan sido utilizados por alguien infectado y que podrían estar contaminados con los microorganismos patógenos.
• Mantener una dieta balanceada, ya que entre más saludable y fuerte sea el sistema de defensa del cuerpo será menor el riesgo de padecer esta enfermedad.

Es indispensable realizar una consulta médica cuando se sufra de uno o más síntomas de las anginas. De este modo, el profesional podrá ofrecer el tratamiento indicado, el cual estará basado en las particularidades de cada paciente; sin embargo, por lo general son tratadas con antiinflamatorios para calmar las molestias que provoca la alteración. En algunos casos, principalmente cuando se presentan placas en la garganta como consecuencia de una infección bacteriana, puede que el médico recete algún antibiótico.

A pesar de lo anterior, existen diversos métodos caseros que pueden ayudar considerablemente al tratamiento tradicional para que el paciente mejore un poco más rápido y pueda deshacerse de los síntomas con más facilidad.

Entre los remedios naturales más recomendados se encuentran la miel con limón, que gracias a las propiedades de ambos ingredientes pueden eliminar la alteración de las amígdalas y su sintomatología de forma rápida. A pesar de esto, existen numerosos productos que pueden ser ideales para realizar gárgaras o infusiones para aliviar estos casos, por ejemplo, el bicarbonato de sodio, el romero, la manzanilla, el jengibre, el ajo, la cebolla o el orégano, entre otros. En el siguiente artículo de ONsalus te hablamos de los remedios caseros para las placas en la garganta.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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