Linfoma de Hodgkin: síntomas iniciales

Linfoma de Hodgkin: síntomas iniciales

El linfoma de Hodgkin, conocido durante mucho tiempo como enfermedad de Hodgkin, es un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático del paciente. Tiene unas características propias que lo distinguen del resto de linfomas, de hecho, se le estudia por separado debido a estar razones.

No obstante, como con el resto de linfomas y cánceres, es muy importante tratar esta enfermedad cuanto antes, de modo que se pueda prevenir su agudización e iniciar el tratamiento lo más temprano que se pueda. Para ello, en el siguiente artículo de ONsalus te hablaremos del linfoma de Hodgkin: síntomas iniciales, para que sepas cómo detectar esta enfermedad en sus primeros estadios.

Qué es el linfoma de Hodgkin

Hay zonas del cuerpo que a día de hoy, sorprendentemente, aún son unas grandes desconocidas para gran parte de la población. El sistema linfático es uno de esos engranajes de nuestro organismo que mucha gente aún desconoce qué es o qué función tiene.

La mejor forma de definir el sistema linfático es llamarlo red, una red de ganglios, vasos y conductos desde donde se produce y se transforma la linfa para posteriormente ser llevada hasta la sangre. Este sistema es un pilar básico y fundamental del sistema inmunológico del ser humano.

Lo que sucede en el cuerpo de una persona que padece linfoma de Hodgkin es que en esta red se reproducen sin control células linfoides de naturaleza atípica, unas células gigantes malignas conocidas médicamente como Reed-Sternberg, provenientes de una malformación de los linfocitos B.

Las consecuencias de esta proliferación celular son variar, pero principalmente destaca el aumento de los ganglios de alguna zona determinada del cuerpo, desde donde se puede extender a otras áreas, a la médula ósea o al bazo.

Síntomas iniciales del linfoma de Hodgkin

A pesar de que es posible que el linfoma de Hodgkin pase desapercibido y asintomático, lo cierto es que en la mayoría de los casos sí que causa algunos síntomas bastante característicos. A continuación te explicamos los síntomas iniciales del linfoma de Hodgkin:

Bulto en el cuello

Es seguramente el síntoma más característico del linfoma de Hodgkin, la aparición de un bulto -generalmente en el cuello-, pero que también puede aparecer debajo del brazo, en las axilas o en la ingle. Este bulto es un ganglio linfático que se ha inflamado y que no acostumbra a doler. A pesar de que pase de forma indolora en la mayoría de los casos, sí que es posible sentir cierto dolor cuando se consume alcohol. Con el paso de las semanas, el bulto puede aumentar de tamaño o incluso pueden aparecer otros bultos en otras áreas corporales.

Pero antes de precipitarse a sacar conclusiones y preocuparse, hay que tener en cuenta que los ganglios linfáticos no solo se inflaman con el linfoma de Hodgkin. Sobretodo infecciones, pero muchas otras enfermedades, pueden llevar a la inflamación de los ganglios y confundir al paciente. Del mismo modo, existen otros tipos de cáncer que también pueden agrandar los ganglios. En consecuencia, ante la aparición de cualquier bulto lo más recomendable es visitar al médico para que te haga las pruebas correspondientes y, sea lo que sea, se pueda tratar lo más rápido posible.

Problemas respiratorios

En el caso de que los ganglios que se agranden sean los del pecho, es posible que su hinchazón comprima la tráquea, provocando:

  • Tos.
  • Dificultad para poder respirar con normalidad.
  • Dificultad para deglutir.
  • Dolor en la zona del esternón.

Pero repetimos aquí lo mismo que hemos dicho en el apartado anterior, tener estos síntomas no tiene por qué significar que se sufre linfoma hogdkin. En todo caso se trata de una señal de alarma que nuestro cuerpo nos lanza pero no es necesariamente causado por un linfoma.

Síntomas de linfoma Hodgkin en adultos

Con todo lo que hemos comentado, el linfoma de Hodgkin también puede ir acompañado de otros síntomas que, al ser más generales o aparecer también con otras enfermedades, se conocen como síntomas B o síntomas sistémicos. Ahora bien, sí estos aparecen junto a los síntomas que hemos explicado anteriormente, nos pueden dar pistas para detectar este tipo de linfoma:

  • Fiebre: que puede ser persistente o intermitente, durar días o incluso semanas sin una causa aparente.
  • Sudoración excesiva: sobretodo durante la noche, es tan profusa que incluso obliga a cambiar la ropa o las sábanas.
  • Pérdida de peso: de forma involuntaria se puede perder más del 10% del peso corporal en menos de 6 meses.
  • Picor y dolor en los ganglios cuando se consume alcohol.
  • Cansancio constante.
  • Pérdida de apetito.

Detección del linfoma de Hodgkin

El primer paso para una detección precoz del linfoma de Hodgkin es tener claro si estamos dentro de un grupo de riesgo. Por ejemplo, haber sufrido una infección de Epstein-Barr o tener alguien en el historial familiar que lo haya sufrido. En ese caso es recomendable hacer revisiones médicas periódicas para poder detectarlo cuanto antes.

A día de hoy aún no tenemos ninguna prueba médica específica que nos ayuden a detectar el linfoma Hodgkin en aquellos pacientes que aún no llegan a presentar ningún tipo de síntoma. Es por eso que gana tanta importancia el hecho de conocer y saber reconocer los síntomas propios de esta condición, para que, una vez aparezcan, se pueda ir rápidamente a ver al médico. Esta es la única forma fiable de prevención y la mejor forma de poder interceptarlo en sus etapas más tempranas.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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