Lipoma: qué es, causas y tratamiento

Un lipoma hace referencia a un tumor benigno, es decir, que no es peligroso, es de crecimiento lento y bien delimitado. Se forma a partir de la producción anormal de los adipocitos, que son las células del tejido adiposo, aquel que almacena la grasa y protege los órganos internos. Mayormente se forma un solo tumor, pero en el 7% de los casos es posible que surjan múltiples de ellos, lo que se conoce como lipomatosis.

Dicho tumor puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo por debajo de la piel, aunque en ocasiones es posible que se encuentre en estructuras más profundas. Se localiza comúnmente en:

• La espalda
• Los hombros
• El tórax
• El cuello

Y en menor medida:

• En las extremidades
• Los glúteos
• La parte trasera de la cabeza

Es frecuente que no se perciba algún síntoma de lipoma y solo se hacen presentes en ciertas condiciones, por ejemplo si tiene un tamaño considerable y resalta bajo la piel, se encuentra cerca de algún nervio o en algún sitio de constante movimiento.

La sintomatología puede estar integrada por la visibilidad de un bulto pequeño, aunque pueden crecer hasta alcanzar 6 cm de diámetro, al tocarlos se sienten blandos y es fácilmente movibles bajo la piel. No tienden a generar algún tipo de dolor ni al tacto, pero en algunos casos es posible sentirlo y no necesariamente refleja una condición grave.

Como en otros tipos de tumores, la causa exacta de un lipoma no es conocida y, aunque a veces es relacionado con un origen genético, solo se ha demostrado que la herencia genética está involucrada acertadamente con el desarrollo del síndrome de lipomatosis múltiple hereditario, en el que los tumores pueden ser tanto superficiales como profundos.

Por otro lado, se han establecido ciertas situaciones que podrían estar relacionadas con su presencia, siendo importante tomarlas en consideración. Algunos factores de riesgo para la aparición del lipoma son:

• Ingerir excesivamente bebidas alcohólicas.
• Tener sobrepeso u obesidad.
• Padecer enfermedades del hígado.
• Sufrir de hiperglucemia.
• Recibir algún traumatismo o lesión.

Las características físicas del tumor y el historial clínico del paciente suelen ser suficientes para determinar si se trata de un lipoma. Sin embargo, para lograr un diagnostico acertado, sobre todo si se tienen dudas de las características del bulto subcutáneo, el médico a través de la punción toma una muestra del tejido del tumor para analizar las células. Asimismo, se recurre a realizar una ecografía para obtener la imagen del lipoma.

Al tratarse de un tumor benigno y que generalmente no resulta en complicaciones, no suele ser necesario ningún tratamiento salvo en algunas circunstancias, por ejemplo:

• Si el lipoma ha crecido mucho
• Si produce dolor
• Si restringe el movimiento
• Por asuntos estéticos

El tratamiento para el lipoma se basa mayormente en su extirpación por vía quirúrgica en un procedimiento muy sencillo y con un corte pequeño para extraer completamente la masa de células adiposas. Sin embargo, esto no significa que no es posible volver a desarrollar un lipoma más adelante, ya sea en el mismo sitio o en otro, dependiendo de la predisposición de la persona.

Otro tratamiento para dicho tumor benigno es la liposucción, técnica que consiste en la aspiración y succión del exceso de tejido graso que conforma al lipoma, a través de una pequeña incisión y con ayuda de una jeringuilla. Para este procedimiento no es necesaria la hospitalización, con un tiempo de recuperación total de 14 días aproximadamente.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Lipoma: qué es, causas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Piel, cabello y uñas.