La listeriosis es una grave infección provocada por la ingesta de productos contaminados por una bacteria conocida como listeria monocytogenes. En España, esta infección va al alza año tras año, y en países como Estados Unidos, algunos brotes han dejado muchas víctimas mortales.
Aunque puede afectar a todo el mundo, los grupos con mayor riesgo de tener complicaciones con la listeriosis son las mujeres embarazadas y fetos en desarrollo, los recién nacidos y las personas mayores o con un sistema inmunodeprimido. De hecho, el aumento de la esperanza de vida y, por lo tanto, el aumento de ancianos es una de las causas por la que la listeriosis cada vez afecta más.
En el siguiente artículo de ONsalus te explicaremos todo lo que debes saber sobre la listeriosis: qué es, sus síntomas, los tratamientos que hay disponibles y algunas recomendaciones para prevenir su contagio.
Qué es la listeriosis
Principalmente, la bacteria listeria monocytogenes la encontramos tanto en animales salvajes como animales domésticos, aunque también está presente en el agua y en el suelo. Del mismo modo, carnes, verduras y otros alimentos que entren en contacto con agua, suelo o estiércol contaminados pueden ser potenciales fuentes de contagio, así como también lo es la leche cruda y todos aquellos productos lácteos con origen en un animal infectado. En muchos de estos animales, esta bacteria puede resultar mortal, del mismo modo que lo es en el ser humano, y lleva a abortos espontáneos y a nacimientos de mortinatos.
Aunque cualquier persona que consuma un alimento infectado puede contaminarse, los grupos de personas que presentan un riesgo más elevado son:
- Personas adultas de más de 50 años
- Personas con sustema inmune debil
- Fetos
- Recién nacidos
- Embarazadas
Mayoritariamente las bacterias que causan la listeriosis suelen provocar enfermedades gastrointestinales, pero en según que casos puede transmitirse a la sangre, provocando septicemia, o a otros órganos. Dependiendo del órgano que afecte puede provocar una u otra enfermedad:
- Endocarditis si afecta al corazón
- Meningitis si afecta al cerebro o al líquido cefalorraquídeo. Este suele ser habitual en el casos de los bebés y niños pequeños.
- Neumonía si afecta a los pulmones.
- Septicemia si afecta a la sangre.
En los casos más leves la infección puede transcurrir con las siguientes afectaciones:
- Abscesos
- Conjuntivitis
- Gastroenteritis
- Lesiones cutáneas
En el caso de que la infectada sea una mujer embarazada las consecuencias tanto para la embarazada como para el feto pueden ser letales, llegando a provocar aborto espontáneo o el nacimiento de un mortinato. Las bacterias tienen la capacidad de travesar los tejidos placentarios infectando al feto. Si la infección se da al principio de la gestación seguramente provocará un aborto espontáneo, mientras que si es en el final del embarazo puede provocar la muerte antes o a los pocos días de nacer. De hecho, cerca del 50% de los recién nacidos infectados en el momento del parto morirá en las semanas siguientes al nacimiento.
Síntomas de la listeriosis
La listeriosis no se manifiesta de forma inmediata, sino que los primeros síntomas pueden tardar desde varios días hasta algunas semanas. De igual modo, los primeros síntomas suelen ser leves, por lo que la persona puede tardar algún tiempo en sospechar que padece alguna infección. Es por eso que es tan importante tomar precauciones, sobretodo durante el embarazo, para evitar contagiarse, pues una vez contagiado es difícil diagnosticarlo rápidamente.
La listeriosis en el embarazo suele provocar unos síntomas muy parecidos a los de la gripe, es decir:
- Sudor frío y escalofríos
- Dolor muscular
- Descomposición
- Dolor de estómago
No obstante, si se propagase por el sistema nervioso, estos síntomas pueden hacerse más graves:
- Cefalea
- Rigidez y agarrotamiento del cuello
- Falta de equilibrio
- Convulsiones
Si tienes alguno de estos síntomas, sobretodo en caso de que estés embarazada, es imprescindible que vayas al médico para que te haga un análisis de sangre que establezca si los síntomas son provocados por la infección de listeria.
En el caso de los bebés, los síntomas se suelen observar desde los primeros días de vida. La manifestación de la infección se manifiesta en:
- No quiere comer
- Solo duerme
- Ictericia
- Le cuesta respirar
- Vomita
- Tiene sarpullidos
Listeria: tratamiento
A pesar de que hay que ser precavido tampoco es necesario caer en el alarmismo. Si no has consumido ningún producto que pudiera estar contaminado, y aún haciéndolo, si no notas síntomas de haber sido infectado no hace falta iniciar ningún tratamiento ni hacerse ninguna prueba médica.
No obstante, si estás embarazada y notas alguno de los síntomas que hemos descrito anteriormente en un periodo menor a los dos meses después de haber consumido los alimentos contaminados debes acudir al médico de inmediato para que determine si estás infectada o no.
En caso de que el resultado sea positivo, la listeriosis en el embarazo se trata mediante la administración de antibióticos. Por norma general, estos mismos antibióticos sirven para prevenir el contagio del bebé. En el caso de los recién nacidos, adultos y resto de afectados el procedimiento a seguir es exactamente el mismo.
Prevención de la listeriosis
Como hemos dicho antes, hasta pasados algunos días e incluso semanas, es muy difícil diagnosticar la listeriosis, puesto que no produce síntomas en sus primeras etapas. Por todo esto es tan importante tomar las precauciones necesarias para evitar el contagio, sobretodo durante el embarazo. A continuación te dejamos una serie de consejos para prevenir la listeriosis:
- No comer carnes frías ni fiambres a no ser que hayan sido recalentadas a altas temperaturas.
- Lávate las manos después de tocar carnes frías y fiambres.
- Evita los quesos suaves como el Bries, Feta, Camembert o quesos azules. Si que puedes comer sin miedo los quesos duros.
- No comas carne para untar o patés que sean refrigerados, solo puedes comerlos si están envasados o enlatados.
- No bebas leche cruda sin pasteurizar ni cualquier lácteo que no esté pasteurizado.
- No tome leche cruda (sin pasteurizar) ni tampoco consuma productos que contengan leche no pasteurizada.
- Come lo antes posible los alimentos refrigerados que puedan estropearse.
- Limpia a menudo la nevera.
- Asegúrate de que tu nevera esté siempre a 4ºC o menos.
- No consumas carne poco hecha.
- Lávate las manos cada vez que toques una mascota o animal de granja.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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